La primera Capitán de Altamar en Chile navega en los wellboat de Detroit
Chile: Andrea Castro desmitifica al rubro marítimo: afirma que no existen inconvenientes por el género, al contrario, deja en claro que se produce una buena camaradería entre mujeres y hombres.
La cantidad de mujeres en el rubro marítimo nacional es creciente, ello, de la mano de prejuicios de género que son cada vez menores en las distintas tripulaciones, entendiendo que cualquier persona profesional en su trabajo puede capitanear adecuadamente una nave.
Ejemplo de lo anterior es Andrea Castro, primera Capitán de Altamar en Chile, con título Mercante, quien en entrevista con Salmonexpert destaca además que es de las pocas Maniobristas en su área. Hace más de un año, trabaja en la empresa Detroit, comandando diferentes wellboats. Previamente se desempeñó en Compañía Sudamericana de Vapores y Navimag.
Para ella, como el sistema es jerarquizado en esta industria, el concepto es bastante claro, no existen inconvenientes por el género, “al contrario, se produce una buena camaradería. Sobre todo en estos buques que llevan menos tripulación, donde se forma un ambiente más familiar, cercano”.
“Cada vez hay más mujeres en el rubro marítimo local, eso es bueno, pero todavía existen prejuicios sobre las habitabilidades. Lo positivo es que las nuevas generaciones no tienen inconvenientes en la relación entre hombres y mujeres”, manifiesta Castro.
Es que, de acuerdo con la profesional chilena, antes los tripulantes del rubro marítimo salían de la Escuela Naval, donde todos eran hombres, y hoy el sistema es mixto, por eso es mucho más abierto, ayudando a un trabajo en equipo adecuado sin problemas de género.
Además, considerando el grave déficit de dotaciones que afecta al sector naviero, cada vez se toma más en cuenta a las mujeres, quienes operan a bordo con alto profesionalismo, según afirma la representante de Detroit. “Cuando trabajamos, predomina el respeto por las personas, no se implica un concepto femenino o masculino, todos vamos para el mismo lado”.
Castro, en tanto, sostiene que el de los wellboat “es un mundo muy específico y también, que no ha sido del todo explorado. Es un constante aprendizaje para mí, como para muchos colegas, por todo el aspecto técnico para transportar a los salmones vivos, y los desafíos como el clima y los programas que deben cumplirse, junto con la búsqueda de la mejor tecnología”.
¿Algún sueño por cumplir? Andrea es clara frente a esto: quiere llegar a ser Práctico de Canales, que ingresan las embarcaciones a puerto, y ser la primera mujer en alcanzarlo tal cual lo materializó con su puesto de Capitán de Altamar, con título Mercante.