La compañía es representante exclusivo en Chile de CaviBlaster. Foto: Tegnonaval.

Sistema de limpieza por cavitación está en Chile gracias a emprendimiento

Chile: Con el beneficio de no dañar las estructuras ni las redes de los centros de salmón, esta tecnología ha llamado la atención de las empresas productoras por ser sustentable, eficiente y segura.

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Tegnonaval es un emprendimiento chileno, representante exclusivo de la marca CaviBlaster, tecnología de limpieza de estructuras marinas mediante cavitación y que son las únicas presentes en Chile.

Luego de participar en el programa “Red de Mentores del salmón”, la empresa fue invitada a ser parte de la segunda versión del programa “Inmersión Acuicultura”, iniciativa organizada por Sinergiame, en conjunto con ProChile, SalmonChile, Salmones Camanchaca y el apoyo de Corfo, y de la cual resultaron finalistas.

“La tecnología de cavitación para limpieza no daña al buzo que la opera, no afecta los ecosistemas, no genera presión negativa pues tiene autobalance y no daña las superficies”, explica a Salmonexpert Vania Adasme, co-fundadora y gerente de márketing de Tegnonaval.

Luego de una serie de pruebas de esta tecnología, vislumbraron que la cavitación tenía muchas más utilidades que solamente utilizando la pistola que emite el chorro de agua.

“De allí surge la idea de innovar, porque la cavitación está muy presente en la industria naval, pero en la acuicultura aún no ha entrado con tanta fuerza. Las herramientas con las que viene la máquina sirven para, principalmente, limpieza de estructura en centros de cultivo, pero no había nada diseñado para hacer limpieza de redes, lo que es muy beneficioso, pues no daña la red y puede incluso utilizarse en aquellas que estén impregnadas”, comenta la profesional, quien agrega que otra de las características positivas de la cavitación es que no genera stress en los cultivos.

Sistema de limpieza por cavitación automatizado. Foto: Tegnonaval.

La innovación que aplicó la compañía fue automatizar el proceso, con el objetivo de que a la herramienta que limpia se le conecta un ROV, por lo que no es necesario que la opere un buzo y puede manejarse desde la superficie con un joystick. Este proyecto fue el que presentaron al programa de Inmersión Acuicultura.

“Estando en AquaSur, un requerimiento que nos planteó la industria fue la tecnología para la limpieza automatizada de líneas de fondeo, porque están a mucha profundidad y no pueden ser limpiadas por un buzo. Por eso, estamos desarrollando una tecnología particular para esta necesidad”, manifiesta Vania.

“Si miraras en un microscopio el chorro de una hidrolavadora normal, verías microagujas, que cortan superficies y dañan a las especies. En cambio, la cavitación son microburbujas de vapor que generan cierta fricción de materiales bajo presión atmosférica, utilizando la misma agua de mar. No hay químicos asociados tampoco. Entonces, los organismos vivos que están adheridos a la red caen vivos, no se daña la pintura y, por ende, no se contamina. Es una limpieza totalmente sustentable, eficiente y segura para los operadores”, recalca la co-fundadora de Tegnonaval, quien destaca que esta tecnología es más económica a mediano plazo, ya que la limpieza se hace en menor tiempo y utiliza menos recursos.

“La innovación es creación propia. Todo lo que traemos de afuera son los cañones que tiran el chorro, con la flexibilidad de pedirle al fabricante que representamos que tenga ciertas dimensiones, con más o menos apertura de ángulo. Es la cavitación la que se exporta, pero toda la estructura necesaria para aplicarla en las superficies la hacemos acá”, puntualiza Vania Adasme.