Presentan resultados del primer censo nacional de lobos marinos
Chile: En la zona sur, que comprende de la región de Los Ríos hasta Aysén, la población de lobo marino común se ubica entre los 50 mil y 67 mil ejemplares en los últimos 23 años.
Dada la relevancia que tiene el lobo marino para la protección de los ecosistemas hidrobiológicos, la Subpesca, a través del Fondo de Investigación Pesquera y de Acuicultura (FIPA), encomendó a la Universidad de Valparaíso (UV) la realización de un censo nacional de lobos marinos entre las regiones de Arica y Parinacota y de Aysén, en el marco del Programa Integral de Mitigación de la Interacción entre la Pesca Artesanal y los Lobos Marinos 2018-2019.
Doris Oliva, directora del Instituto de Biología UV, lideró el estudio que realizó junto a 11 investigadores. El trabajo, que es el primero que se realiza a nivel nacional con la más amplia cobertura geográfica llevada a cabo hasta ahora, permitió obtener información valiosa sobre ubicación, distribución y cantidad de lobos marinos que habitan en Chile, según se informa en el sitio web de la Universidad de Valparaíso.
A la presentación, que se llevó a cabo en la Sala de Consejo de la Facultad de Derecho UV, asistieron el rector Aldo Valle y el subsecretario de Pesca y Acuicultura, Román Zelaya, el jefe de la División de Desarrollo Pesquero, José Pedro Núñez, además de académicos, investigadores y funcionarios de la Subpesca.
Doris Oliva, quien también es miembro del Centro de Investigación y Gestión de los Recursos Naturales (Cigren), explicó que en el verano de 2019 se realizaron censos aéreos y con drones con el objeto de identificar y caracterizar las loberías y de estimar la población del lobo marino común y fino, las dos especies que habitan en Chile.
Resultados
En el área de estudio hay 216 loberas de lobo marino común y 64 de ellas son reproductivas, además de 31 loberas de lobo fino, de las cuales 24 son reproductivas. La población estimada del lobo marino común asciende a 123 mil animales y la de lobo fino a 33 mil, en el área de estudio durante el verano de 2019.
En la zona norte la abundancia poblacional ha oscilado en los últimos 23 años entre 39 mil y 49 mil, se observa un aumento en el número de loberas reproductivas (de once a 43) concentrándose el 70% de los nacimientos en tres loberas: Punta Lobos, Punta Piojo y Bandurrias del Sur. La población de la zona es compartida con el Perú.
En la zona central la población ha oscilado entre 17 mil y 27 mil lobos marinos en los últimos 22 años y se observa una disminución en el número de loberas reproductivas de trece a cuatro. En este verano se observaron sólo mil cachorros entre las regiones de Valparaíso y Araucanía. Los principales parideros son Topocalma y Cobquecura.
En la zona sur, que comprende de la región de Los Ríos hasta Aysén, la población de lobo marino común está entre los 50 mil y 67 mil en los últimos 23 años. Se observan cuatro loberas reproductivas principales: Isla Metalqui, Punta Chaiguaco, Isla Guafo e Isla Guamblin, donde nacen el 89% de los cachorros de la macrozona.
Durante la temporada 2019 nacieron 17 mil 500 cachorros en la zona sur. Isla Metalqui, ubicada en el Parque Nacional Chiloé, que es la lobera más grande de lobo marino común en su área de distribución, con 27 mil animales, de los cuales 12 mil son cachorros.
El informe señala que “la población del lobo marino común en Chile se encuentra en una situación estable, con oscilaciones moderadas en el tiempo. Sin embargo, el aumento de las interacciones principalmente con la pesca artesanal, deben ser abordadas a través de un plan estratégico que considere diferentes acciones, como la implementación de buenas prácticas a bordo de las embarcaciones y en las caletas, el manejo de residuos y la innovación en tecnología pesquera”.
Por su parte, el subsecretario Román Zelaya relevó que “este censo que la Universidad de Valparaíso desarrolló, nos da luces claras de cuál es la situación exacta en el país de estos mamíferos marinos. Esta información nos va a permitir focalizar y priorizar las medidas que estamos tomando, de tal manera que puedan generar un efecto mayor en aquellos lugares que finalmente se requiere. De esa manera, las políticas públicas y las decisiones que tomemos van a estar respaldadas por datos y evidencia científica”.