¿Quién debe fiscalizar a los certificadores de estructuras de cultivo de salmón?
Chile: El Dr. Gonzalo Tampier afirma que, como alternativa, el Instituto Nacional de Normalización podría fiscalizar a los nuevos certificadores de estructuras de cultivo de salmón.
La División de Acuicultura de Subpesca informó que se encuentra vigente una nueva categoría en el registro de personas acreditadas para elaborar los instrumentos de evaluación ambiental y sanitaria y las certificaciones exigidas por la Ley General y sus reglamentos, denominada "certificador de estructuras de cultivo de salmónidos".
De esta manera, la Autoridad detalló que quienes podrán certificar estructuras de cultivo de salmón, deberán contar con el título profesional de Ingeniero Naval, Ingeniero Civil Oceánico, Ingeniero en Pesca o Ingeniero en Acuicultura; poseer especialización o cursos sobre diseño de sistema de balsas jaula y sistemas de fondeo; y tener experiencia de a lo menos tres años en diseño de sistema de balsas jaula y sistemas de fondeo.
Sobre este tema, el Dr. Gonzalo Tampier, de la Universidad Austral de Chile, da a conocer su visión acerca de esta nueva normativa técnica.
¿Qué le parece que, dentro de los certificadores de estructuras de cultivo de salmón, se incluyan además de Ingenieros Navales y Civiles Oceánicos, a Ingenieros en Pesca y en Acuicultura?
En general me parece positivo que se declaren de manera explícita las profesiones que habilitan para certificar estructuras, aunque me parece que se debería considerar la posibilidad de incluir a profesionales de otras ingenierías (por ejemplo mecánica o civil) que han realizado una formación de postgrado relacionada a estructuras marítimas y su comportamiento en el mar (por ejemplo a través del Magíster en Ingeniería Naval y Oceánica que imparte nuestra casa de estudios).
Entendiendo que se trata de certificar estructuras y que se debe comprender a cabalidad su interacción con el medio marino, me parece importantísimo que quienes certifiquen, para comenzar, tengan una formación básica en lo que se entiende a nivel internacional por ingeniería: esto incluye una sólida formación físico-matemática, conocimientos en materiales, estructuras y su interacción con el medio marino. De las carreras mencionadas, sólo la Ingeniería Civil Oceánica y la Ingeniería Naval cumplen a cabalidad con este criterio, siendo además las únicas del listado que son reconocidas por el Colegio de Ingenieros de Chile.
Pero como menciono, me hubiera parecido mejor que se hubiera contemplado la posibilidad de incluir también a profesionales con estudios de postgrado en el área, de modo que aquellos profesionales que no tuvieron la formación necesaria durante sus estudios de pregrado, puedan adquirirla por esta vía.
¿Qué entidad debería fiscalizar a estos certificadores de estructuras de cultivo?
Para comenzar, me parece fundamental que cualquier entidad involucrada en la fiscalización de los certificadores (e idealmente también en su acreditación, en la permanente revisión de los reglamentos y procedimientos, entre otras cosas) goce de completa independencia de la industria y que esté adherida a una organización o a una normativa internacional. Esto permitiría mantenerse vigente y colaborar con sus pares internacionales.
No se trata necesariamente de crear cosas nuevas, tenemos un Instituto Nacional de Normalización adscrito a ISO, existen casas clasificadoras internacionales trabajando en regulaciones relacionadas a la acuicultura (como DNV-GL) y además, el rubro de la salmonicultura ha tenido por décadas una estrecha relación con Noruega, donde – además de la normativa – existe un sistema de acreditación para sus certificadores y para los proveedores de estructuras y sistemas (a través de Norsk Akkreditering).
¿Qué parámetros básicos debería cumplir el trabajo de un certificador de estructuras de cultivo?
Eso lo debiera establecer una normativa específica, siguiendo directrices internacionales como la norma ISO 17020, que especifica los requisitos para órganos dedicados a operaciones de inspección. Además de ser realizada por profesionales idóneos, sin duda la inspección debiera efectuarse utilizando todas las tecnologías que la faciliten, como equipos de inspección no destructiva para las estructuras, equipos de inspección submarina, entre otros.
Además, es importante aclarar que la certificación de la estructura es sólo una parte, pues tendría que ir de la mano con certificaciones de los proveedores, que contemplen aspectos como el control de calidad (por ejemplo ISO 9000) o la trazabilidad de los materiales, entre otros aspectos.
¿Cree que con esta nueva regulación deberían disminuir eventos como escapes de salmones y hundimiento de centros de cultivo?
Es posible, sobre todo si se la ve como el puntapié inicial de una mejora permanente, y que a futuro se lleva la certificación a toda la cadena de suministro y que se colabore con otros organismos, tanto nacionales como internacionales.