Pez nativo sería un vector importante de patógenos bacterianos
Chile: Científicos chilenos evidenciaron que el róbalo puede actuar como vector de los patógenos bacterianos Piscirickettsia salmonis y Francisella Noatunensis hacia salmones de cultivo y hacia otro peces.
En el marco de los de los Seminarios de Ciencia y tecnología de animales acuáticos 2019 organizados por el Centro i~mar, el Dr. Luis Vargas, académico e investigador de la Universidad Austral de Chile, presentó los resultados del proyecto Fondecyt 1160877 liderado por él.
En su charla titulada "Transmisión de P. salmonis y Francisella sp. de salmón de cultivo a peces nativos, viceversa: posibles nuevas rutas de propagación de patógenos de alto riesgo para la acuicultura", el investigador revisó los resultados de los casi cuatro años en que se ha desarrollado el proyecto, donde han caracterizado el sistema inmunológico del róbalo (Eleginops maclovinus), una especie nativa de nuestro país, y además, han podido establecer ciertas relaciones en cuanto a la transmisión de patógenos entre la acuicultura.
¿Por qué centrarse en el róbalo? “El por qué esta especie es importante es simple: ella vive en asociación con las balsas jaulas, alimentándose de los restos de comida y heces de los peces en cultivo, donde obviamente se genera una interacción entre peces silvestres nativos y los salmones en cautiverio. Para ello, lo que hemos hecho es infectar a estos peces con dos especies de bacterias, éstas son importantes patógenos para los cultivos y por ende, un gran problema”, responde el experto.
En cuánto a la realidad productiva y cómo ocurre la transmisión de patógenos entre estas especies, el Dr. Vargas señala que se produce mediante la vía “feca-oral” y cohabitación.
“Las rutas de transmisión son "feca-oral", en las heces de los peces enfermos van estas bacterias y al ser comidas por los róbalos estos se infectan, pero también por cohabitación ¿Qué quiere decir esto? Que a través del agua se transmiten estos patógenos. No olvidemos que los peces en agua salada necesitan beber agua para mantener los procesos osmóticos en funcionamiento, esto hace que al beber agua los peces, las bacterias entren y estos se infecten”, puntualiza.
Por lo expuesto anteriormente, la importancia de estos hallazgos recae en que el róbalo, al ser una especie más “resistente” a estos patógenos, podría actuar como un vector importante.
“La importancia de nuestros resultados es que hemos caracterizado cómo responde el sistema inmunológico del róbalo a estas enfermedades y que además, descubrimos que se infecta con P. salmonis y F. Noatunensis, sin embargo, es una especie bastante resistente a ambas bacterias sin llegar a producirle la muerte. Por lo mismo, mantiene las bacterias y puede contagiar a otros peces incluyendo salmones de cultivo, por ende se transforma en un vector de estas bacterias, y potencialmente, el róbalo también podría transmitir estas enfermedades a peces de otros lugares, diseminando dichas bacterias”, concluye el científico.