"No hay trucos ni recetas mágicas. El fondo marino no se puede alterar"

En 2018, José Pablo Puga junto a Tomás Bravo fundan ChucaoTec con la idea de emparejar tecnologías incipientes con “dolores” de la industria salmonicultora y ayudar en el ámbito de la sustentabilidad y eficiencia.

Luego de estudiar en Inglaterra trabajó también en consultoría de diseño y desarrollo de productos, volvió a Chile y se radicó en la Región de Los Lagos. Después de trabajar unos años desarrollando proyectos para Sealand Aquaculture, decidió emprender.

“Al poco tiempo de fundar ChucaoTec, detectamos el potencial de las nanoburbujas para el problema de la anaerobiosis de los fondos marinos, y tras incorporar a Paulo Jorquera a la sociedad, nos pusimos a trabajar en el desarrollo tecnológico y la elaboración de los informes necesarios para obtener los permisos exigidos por la regulación de entonces". 

"Fue así como en enero del 2020 nos transformamos en la primera empresa en ofrecer comercialmente el servicio de remediación de fondos marinos utilizando nanoburbujas con todos los permisos requeridos por el SEA, Subpesca y Autoridad Marítima”, detalla Puga.

Según comenta el profesional, desde ese punto han continuado liderando en esta área, pero además han seguido desarrollado su tecnología, con patente ya otorgada, para incorporarla al resto de la cadena productiva, desde el afluente de agua dulce, hasta tratamientos y oxigenación en mar.

¿Cómo ha ido creciendo la implementación de distintas técnicas de remediación de fondos? ¿Qué resultados concretos han obtenido ustedes?

Desde que iniciamos nuestro servicio de remediación el 2020, con un generador de nanoburbujas, dos difusores, y cámaras estacionarias, la verdad es que lo que hacemos actualmente, es un salto cuántico desde lo que era en ese entonces. Plataformas de trabajo, generadores de oxígeno, ROVs de última generación y pilotos cada vez más especializados, son parte de muchos de los servicios que hoy están disponibles. 

Pero finalmente los resultados van acompañados de la experiencia y el trabajo metódico. No hay trucos ni recetas mágicas. El fondo marino no se puede alterar, y hacer el trabajo bien requiere tiempo y sistematización. Desde que iniciamos, hemos remediado más de 30 centros de todas las categorías y en las tres regiones, y nos hemos adaptado a los diferentes cambios regulatorios, tal como lo seguiremos haciendo hacia el futuro.

Lea la entrevista completa (páginas 38 y 39) aquí.