Cobquecura: “Hay una línea de desarrollo donde la industria del salmón no tiene nada que decir”

Las once solicitudes presentadas por la empresa Inversiones Pelícano, ligada al Grupo Stengel, para el desarrollo de un proyecto de cultivo conjunto de salmones, cojinovas, mitílidos y algas a mar abierto, presentadas durante el año 2016, han sido rechazadas ampliamente por parte de la comunidad aledaña al lugar.

El trámite más reciente, fue en noviembre de 2017, cuando la Municipalidad de Cobquecura junto con el Comité de Defensa del Borde Costero entregaron oficialmente -en el último día de plazo legal- la contestación a la adenda que fue remitida por el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) de la región del Biobío.

El pasado 19 de enero en el marco del seminario “Salmonicultura en Chile: Salud Pública, Medio Ambiente y Derechos Ciudadanos”, realizado en el Archivo Nacional de la Biblioteca de Santiago y organizado por la ONG Ecoceanos, César Águila, representante del Comité de Defensa del Borde Costero de Cobquecura, Región del Biobío, presentó las razones por las que rechazan tajantemente la instalación de centros de acuicultura en la zona.

“Sacamos la conclusión de que estos proyectos ingresan como Declaraciones de Impacto Ambiental en lugares donde hay poca gente, y donde personas no se dan el trabajo de leer los proyectos. En Cobquecura nos dimos el trabajo de revisar las declaraciones de impacto ambiental y nos dimos cuenta de los errores”, dijo.

Conservación, surf y turismo

Águila enfatizó en que Cobquecura tiene una vocación y visión orientada a la conservación y al turismo: “Tenemos un Santuario de la Naturaleza para fomentar la conservación del lobo de mar a pocos metros de nuestra costa”.

“A Cobquecura han regresado ballenas y producto de las investigaciones de la Universidad de Concepción se han visto ballenas a menos de 200 metros del borde costero, lo que significa que hay un potencial turístico y de conservación más importante que el desarrollo de la salmonicultura en este lugar”, explicó.

La práctica de surf también significa un área de desarrollo importante para la zona.

“Cada una de las solicitudes es de aproximadamente 20 hectáreas y son cerca de once proyectos que se quieren instalar en el borde costero, serían un muro de la industria del salmón frente a nuestras costas. Sabemos de más de doscientas solicitudes que hay en la región de Bío Bío y cerca de cincuenta en la región del Maule, y pensamos que esto es porque los recursos ya están agotados en Chiloé”, agregó.

“Nosotros no estamos dispuestos a hablar y negociar con las empresas. Mantenemos la autonomía de nuestra organización y creemos importante vincularnos con otras organizaciones de defensa y buscamos destacar los elementos positivos de Cobquecura, como nuestros humedales, entorno y biodiversidad. Hay una línea de desarrollo donde la industria del salmón, para nosotros, no tiene nada que decir”, concluyó el dirigente.