Proyecto acuícola en Ñuble suma más de 3 mil observaciones ciudadanas
Chile: La controvertida iniciativa busca instalar cultivos acuícolas frente a Trehuaco, Coelemu y Cobquecura, comunas donde se generó una fuerte oposición ciudadana a los proyectos.
Se trata del ingreso de once proyectos para el cultivo de peces y mariscos, sometidos a la Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) por separado, situación de la cual los vecinos de las costas de Ñuble se enteraron sólo por la prensa, según lo informado por Radio Bíobio.
Mark Stengel, representante legal de la compañía, reconoce que esto tal vez fue un error, pero asegura que no antes de cuatro años se materializarían los diferentes centros de policultivo de cojinoba del norte, salmones, choritos y huiro. Resalta que aún hay tiempo para conversar y socializar.
Stengel explica que fue la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca) la que definió las costas de la región como áreas aptas para la acuicultura, y que cada punto del proyecto fue chequeado respecto a sus características oceanográficas.
Sin embargo, desde la organización Todos somos Cobquecura, el dirigente Cristóbal Bustos asegura que no se consideró, por ejemplo, la existencia de una colonia gigante de delfines chilenos en el sector de Mela.
El proyecto “Pelícano” busca desmarcarse de la mala fama que se hicieron las salmonicultoras en el sur del país. En este sentido, enfatizan que sus cultivos son múltiples, que la distancia mínima entre ellos es de 2,8 kilómetros y que de ninguna manera afectará la actividad de los pescadores de la zona.
Múltiples solicitudes de la comunidad y organizaciones costeras de Ñuble llevaron al Servicio de Evaluación Ambiental a abrir un proceso de participación ciudadana. Ya se ingresaron más de tres mil observaciones, que equivalen a cerca de 500 por cada proyecto localizado en Cobquecura, algo inédito para una declaración de impacto ambiental.
Uno de los puntos más cuestionados tiene que ver con el fraccionamiento de los proyectos, ya que en vez de presentar un solo EIA, algo que el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) recoge en el informe consolidado de observaciones, donde plantea serias dudas sobre la independencia de cada uno de los centros de cultivo.