Salmón chileno debe mantener su posición en Colombia
Colombia: Del total de pescados y mariscos que son consumidos en este país, un 77% corresponde a productos importados. La basa es el preferido por los consumidores colombianos, seguido por el salmón chileno.
Colombia es un país con costas en dos océanos, donde paradójicamente no existe una industria pesquera fuerte. Actualmente, Colombia importa anualmente US$40 millones en pescado del mundo y durante el periodo 2004 y 2013, se incrementaron las importaciones casi siete veces.
Respecto de la acuicultura en el país, esta ha cobrado protagonismo al presentar un crecimiento del 15% anual. En paralelo, durante los últimos años los colombianos han incrementado su consumo de pescados y mariscos, presentando un consumo promedio de 6,7 kilos al año por persona, lo que demuestra que cada vez más familias prefieren estos productos en su mesa como proteína animal.
El 93% de las importaciones de salmón y productos del mar provienen de 4 países: Chile, principal exportador, concentra un 75% de la participación, manteniendo una posición estable en el mercado. Lo siguen Estados Unidos y China con una participación del 7% respectivamente; y en cuarto lugar se encuentra Perú, con un 4% de participación. Entre el año 2015 y 2016 se destacó el aumento en las exportaciones de estos productos por parte de Estados Unidos, país que incrementó sus ventas en un 71%, como resultado del aumento en las exportaciones de filetes de salmón congelado.
Las importaciones colombianas de salmón y productos del mar se han mantenido estables, presentando un porcentaje de crecimiento del 3,2% entre el año 2015 y 2016. Dentro del total importado de estos productos en2016, el 80% correspondió a salmones.
Exportaciones chilenas
De acuerdo a la Ficha de Mercado de Colombia para Productos del Mar, elaborada por ProChile, el trabajo que han realizado las empresas chilenas exportadoras de pescados y mariscos en este mercado por más de una década ha logrado posicionar a nuestro país como un proveedor confiable de productos de alta calidad, aspecto que se ve reflejado en la participación de mercado, que, para el caso de los salmones, ubica a Chile como el principal proveedor con un 88%.
Chile, debido al Tratado de Libre Comercio firmado con Colombia, tiene una desgravación del 100% para la importación de salmones, mejillones, pulpos y jibias. Adicionalmente, los salmones del Pacífico, salmones del Atlántico y salmones del Danubio, se encuentran excluidos del pago de IVA. Las demás partidas de salmones se encuentran exentas del pago de IVA, por lo que el importador puede solicitar su devolución o compensación.
Durante el 2016 se registró una disminución en las importaciones totales de Colombia, debido a un menor ritmo de crecimiento de la economía, situación de la que no escapó la importación de productos como los pescados y mariscos mostrando un crecimiento de apenas 2,3%. Adicionalmente, durante los últimos tres años se registrado una devaluación del peso frente al dólar cercana al 35%, lo cual ha encarecido las compras de productos en el exterior, creando un ambiente poco propicio para el aumento de las ventas. En el caso de las exportaciones chilenas, estas se vieron afectadas, no solo por los aspectos señalados anteriormente, sino además por la falta de disponibilidad de producto, que, en el caso específico del salmón, se debió a caídas en la producción.
Del total de pescados y mariscos que son consumidos en Colombia, un 77% corresponde a productos importados. Los productos preferidos por los consumidores colombianos son la basa, seguido por el salmón chileno; lo anterior debido a la creciente popularidad del sushi y la conciencia de que el salmón es buena fuente de omega 3 y ácidos grasos, lo que ha sustentado incrementos de consumo superiores al 12% desde el año 2002.
Proveedor sólido
La caída en las importaciones de salmones provenientes de Chile ha ocasionado que productos sustitutos ingresen al mercado, como lo son el salmón chum y el salmón noruego, lo cual obliga a realizar esfuerzos por mantener la posición fuerte y estable que tiene Chile en el mercado, enfocándose en productos diferenciadores respecto de la competencia.
Chile se ha consolidado como un proveedor sólido, lo que se mantendrá en el tiempo siempre y cuando las empresas chilenas continúen con las características que las han puesto en ese lugar, es decir su cumplimiento de las regulaciones sanitarias, seguridad en la negociación y la rápida disponibilidad del producto.
Los importadores locales están atentos a conocer nuevos proveedores, por lo que el servicio que presten las compañías exportadoras (envío de información, contestación de correos electrónicos o llamadas, etc.) puede marcar la diferencia entre realizar compras entre una u otra.