Confirman presencia de alga nociva en aguas del Golfo de Penas
Chile: En observación preliminar, los científicos a bordo del crucero de investigación detectaron la microalga Karenia, pero análisis de laboratorio deberá confirmar dicha tesis.
Un importante registro oceanográfico sobre el Golfo de Penas recogió un equipo de biólogos marinos del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca), del lnstituto de Fomento Pesquero (Ifop) y del Centro de Interdisciplinario de Investigación Acuícola (Incar) de la Universidad de Concepción, que a bordo del buque OPV Marinero Fuentealba de la Armada de Chile, recolectó diversas muestras de agua con el objeto de determinar el tipo de alga nociva que habría originado la mortalidad de 170 mil salmones en transporte, hace dos semanas atrás en la zona.
En una microscopía preliminar, el testeo de Ifop confirmó la presencia del alga nociva del género Karenia, resultado que debe ser confirmado por el análisis que emita Incar en su informe, según precisó Sernapesca.
“En forma preliminar, tenemos antecedentes de lo que se pudo revisar en terreno, que efectivamente hubo hallazgo a la altura del Golfo de Penas, como era lo que sospechábamos, de microalgas específicamente del genero Karenia. No podemos determinar o definir cuál es la especie, eso queda en manos de los investigadores ya que ellos llevan las muestras al laboratorio para poder determinar cuáles son específicamente las especies que estarían afectando la zona”, explicó Elizabeth Godoy, directora (s) de Sernapesca Región de Magallanes.
La autoridad de pesca y acuicultura explicó que la microalga está presente de forma natural en el océano, pero “en particular del género Karenia existen varias especies, algunas que pueden afectar a los peces y que denominamos ictiotóxica porque generan toxinas a los peces que los terminan matando. Tenemos la confirmación de que está el género Karenia en el Golfo, pero tenemos que definir cuáles son las especies y determinar las concentraciones reales”, añadió Elizabeth Godoy.
Crucero científico
Durante la expedición de 8 días el equipo de especialistas muestreó 21 puntos en el Golfo de Penas donde se habría originado la última mortalidad, y en canales de la Región de Aysén que concentran la agrupación de concesiones salmonicultoras, incluido el Barrio Centinela 23C que se encuentra con monitoreo, de acuerdo a lo mandatado en la resolución N°510 de Sernapesca que decretó emergencia de plaga por sospecha de alga nociva en la zona. Mediante esta medida, se fijó un plazo de 30 días para determinar las especies presentes y estimar su cobertura geográfica y acciones de control sobre el traslado de peces desde y hacia la Región de Magallanes.
Los biólogos marinos recolectaron muestras a distintas profundidades –entre 5 y 40 metros-, registraron parámetros como temperatura, salinidad y oxígeno disuelto del agua, además de muestras para determinar la concentración de clorofila y nutrientes, todo ello con el objetivo de caracterizar las especies de microalgas nocivas existentes y determinar con análisis posterior en laboratorio alguna asociación de estas especies con factores medioambientales.
“La expedición, desde el punto de vista de obtener muestras fue un éxito. Se realizó un muestreo en las 21 estaciones oceanográficas que estaban predeterminadas a distintas profundidades y estas muestras van a ser llevadas a laboratorio en Concepción donde se realizarán los respectivos de microscopía para poder dar un resultado", sostuvo Luis Montecinos, biólogo marino jefe del equipo de Incar, quien precisó que habrá un resultado preliminar dentro de 15 días una vez que las muestras estén en Concepción y un informe final dentro de 2 meses.
La comitiva científica estuvo integrada por los biólogos marinos Luis Montecinos, Oliver Alarcón y Álvaro Araneda de Incar; Hernán Pacheco de Ifop; Rosita Vegas de la dirección de Territorio Marítimo de la Armada, y Ricardo Sáez y Francisco Calderón de Sernapesca.
El Capitán de Fragata, Gastón González, comandante del buque Fuentealba destacó esta primera incursión del navío naval en un crucero científico. “Es algo totalmente diferente a lo que estamos acostumbrados a hacer, pero con la experiencia de los científicos y que tenemos a bordo con otras maniobras, se pudo realizar en forma segura y bastante rápida”, comentó el comandante González.