Sernapesca destaca detección temprana de amenazas y fiscalización continua
Chile: Con la presencia del Subsecretario de Pesca y Acuicultura, Raúl Súnico y la participación de dirigentes y representantes del sector pesquero artesanal e industrial, la acuicultura, el mundo académico y servicios públicos afines, se realizó este miércoles en Valparaíso la cuenta pública del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca).
La actividad comenzó con un homenaje al ex presidente Aylwin, recordando uno de sus discursos en el que envió un mensaje de unidad a todo el sector pesquero, afirmando que "el desarrollo pleno del país en materia pesquera requiere de un esfuerzo conjunto. Tenemos que acostumbrarnos a estos temas, no convertirlos en materia de polémica sino en temas de interés nacional colectivo".
El director nacional de Sernapesca, José Miguel Burgos, comenzó su exposición destacando tres hitos internos para la institución: el mejoramiento de los estándares de seguridad en oficinas y para el trabajo en terreno de los funcionarios, la promoción de la innovación en los procesos, mediante la realización de un concurso interno de ideas y la obtención de dos proyectos del Fondo de Inversión Estratégica (FIE) del Ministerio de Economía, que contribuirán al desarrollo y mejor control de la industria acuícola.
Posteriormente, Burgos entregó algunas cifras preliminares del desembarque total para el 2015, que arrojó una disminución cercana al 16% respecto del año anterior, lo que también se ve reflejado en el retorno por concepto de exportaciones el 2015, que alcanzó los US$ 5.106 millones en ingresos (8,2% menos que el 2014).
"Estas cifras globales muestran en líneas generales los múltiples problemas de sustentabilidad que enfrentan tanto la pesca artesanal e industrial, como la acuicultura en nuestro país. Para abordar estos desafíos, el Gobierno ha impulsado una serie de medidas que buscan fortalecer nuestra institucionalidad y perfeccionar la normativa que regula la pesca y la acuicultura en el país", dijo la autoridad.
Entre las medidas contenidas en el plan de fortalecimiento y modernización, destaca una nueva estrategia de fiscalización implementada el año pasado, que se basa en cuatro puntos centrales: programas especiales de fiscalización integral, fortalecimiento de la regulación (mediante un trabajo en conjunto con la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura), aplicación de nuevas tecnologías e incentivando la participación de la comunidad.
Respecto de la aplicación de tecnologías, el director nacional destacó el proyecto piloto de utilización de drones para monitorear las faenas de desembarque en caletas pesqueras, la incorporación de unidades de autoatención en caletas rurales (que permiten a los pescadores realizar distintos trámites sin necesidad de ir hasta las oficinas del Servicio), la implementación de posicionadores satelitales en embarcaciones artesanales, entre otros.
En cuanto a la participación ciudadana, Burgos recordó la exitosa campaña "Paremos el Merluzeo", con motivo de la veda de la merluza en septiembre de cada año, la que concitó el interés ciudadano y de los medios de comunicación.
Finalmente, respecto de los programas especiales de fiscalización, la autoridad destacó la incautación de 8 mil toneladas de harina de pescado en la región del Biobío, como un hito de su gestión 2015, y que fue fruto de una larga investigación y el trabajo integrado entre los distintos departamentos de la institución.
Respecto de la acuicultura, el director de Sernapesca destacó que el 73% de la fiscalización se realiza en terreno, inspeccionando cada centro de cultivo un promedio de tres veces al año, ya sea en el marco de la programación regular, como en una de las 37 campañas sanitarias extraordinarias que se hicieron el 2015.
"En salmonicultura nuestra estrategia ha sido detectar rápidamente al agente que causa la contingencia, controlar oportunamente a los centros afectados y proteger así a la producción sana", explicó Burgos, quien agregó que, gracias a esta estrategia, por ejemplo, se logró reducir el impacto del único brote de ISA que se produjo en Aysén en noviembre del 2015, el primero luego de casi dos años sin eventos de este tipo, o de "silencio sanitario".