“Un nuevo ciclo para la salmonicultura”

“La reciente crisis generada por el denominado bloom de algas generó una nueva situación crítica en la salmonicultura. Aunque a diferencia de los episodios vinculados al virus ISA y al Caligus, esta vez el origen tuvo una mayor preminencia de factores externos al manejo de la propia industria salmonicultora. El cambio climático, las altas temperaturas y el fenómeno de El Niño son datos que habrá que tener presentes de ahora en adelante.

Ante esta situación realizamos una sesión especial hace algunas semanas y recientemente tuvimos una sesión de la Comisión de Pesca en la región, con el objetivo de abordar los efectos de esta crisis. Porque nos preocupan las desvinculaciones, tanto de trabajadores temporales como con contratos indefinidos y, también, los efectos que esto tiene sobre los trabajadores indirectos relacionados con las empresas proveedoras de insumos y servicios.

Las empresas salmonicultoras han manifestado, incluso desde antes del florecimiento de las algas, su voluntad en perfeccionar su regulación normativa, buscando romper con ciclos de altos y bajos, tanto en materia de producción como de precios, que inciden tanto en el empleo como en el endeudamiento. Esta es una actividad que requiere una mayor estabilidad en el tiempo. Hoy existen conversaciones con el Ejecutivo, para generar nuevas reglas, sin que ello signifique caer en situaciones que la Fiscalía Nacional Económica pudiera considerar como de colusión. Durante mucho tiempo hemos sido férreos fiscalizadores en el ámbito laboral y en el medioambiental. No dejaremos de serlo. Pero ciertamente necesitamos pasar a una nueva etapa en esta actividad de importante repercusión productiva en nuestra región.

Queremos que esta industria se consolide en el tiempo, haciendo verdaderamente más sustentable su desarrollo. No a costa de trabajadores ni del medio ambiente, sino en conjunto y en beneficio de ellos. Para ello una nueva legislación debe contemplar incentivos eficientes., ya no solo para contratar mano de obra, sino para mejorar la productividad y su inserción en el entorno. Debe ser un mejor vecino y dejar de ser una actividad que llegó a insertarse la región, para sumir su condición de actividad con sello e identidad regional.

Nadie quiere que la salmonicultura desaparezca. Pero queremos que su desarrollo considere innovación u mejores estándares en todo ámbito. Que sea compatible con la pesca artesanal y el turismo. Que sea un motivo de orgullo para las próximas generaciones”.