Imagen referencial de salmón. Fuente: Pixabay.

Ingesta de omega-3 reduce el riesgo de asma infantil

Dinamarca: Un nuevo estudio indica que consumir aceite de pescado durante el tercer trimestre del embarazo podría reducir el riego de desarrollar asma en la descendencia, en cerca de un 30%. 

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El trabajo publicado en el New England Journal of Medicine, fue realizado por el Copenhage Prospective Studies on Asthma in Childhood (Copsac, 2010) del Hospital Universitario de Copenhague.

Según el estudio, la incidencia de asma y sibilancia se ha más que duplicado en los países occidentales en las últimas décadas. Estas condiciones a menudo se originan en la primera infancia y, actualmente, afectan a uno de cada cinco niños. Junto con ello, el uso creciente de aceites vegetales para cocinar y de grano en la alimentación del ganado, ha dado lugar a un aumento en el consumo de ácidos grasos poliinsaturados n-6 y una disminución de ácidos grasos poliinsaturados n-3, especialmente, de cadena larga (LC-PUFA), como el Ácido Eicosapentaenoico (EPA) y Ácido Docosahexaenoico (DHA), que pueden ser encontrados en peces de agua fría, como los salmónidos.

Los estudios observacionales han sugerido una asociación entre una dieta deficiente en n-3 LC-PUFA durante el embarazo y un mayor riesgo de asma y trastornos sibilantes en la descendencia. En este contexto, los investigadores del Copsac, realizaron un estudio doble ciego de cinco años, aleatorizado y controlado de suplementación de n-3 LC-PUFA a mujeres durante el tercer trimestre del embarazo, para evaluar su efecto sobre el riesgo de sibilancias persistentes y el asma en los niños.

Para ello, se asignaron al azar, 736 mujeres embarazadas a las 24 semanas de gestación para recibir 2,4 g de n-3 LC-PUFA (aceite de pescado) o placebo (aceite de oliva) por día. Sus hijos formaron la cohorte de estudios Copsac-2010 y fueron seguidos prospectivamente. Un total de 695 niños fueron incluidos en el ensayo, y el 95,5% completó el período de seguimiento doble ciego de tres años.

En cuanto a los resultados, la investigación destacó que el riesgo de sibilancia persistente o asma en el grupo de tratamiento fue del 16,9%, frente al 23,7% en el grupo control, correspondiente a una reducción relativa del 30,7%.

En tanto, los análisis de subgrupos pre establecidos sugirieron que el efecto fue más fuerte en los niños de mujeres cuyos niveles sanguíneos de EPA y DHA estuvieron en el tercio más bajo de la población de ensayo: 17,5% frente a 34,1%. Los análisis mostraron que la suplementación con n-3 LC-PUFA se asoció con un menor riesgo de infecciones de las vías respiratorias inferiores, pero no hubo asociación estadísticamente significativa entre la suplementación y las exacerbaciones de asma, eccema o la sensibilización alérgica.

Finalmente, el estudio concluye que la suplementación con n-3 LCPUFA en el tercer trimestre de embarazo redujo el riesgo absoluto de sibilancias persistentes o asma y las infecciones de las vías respiratorias inferiores en la descendencia en, aproximadamente, siete puntos porcentuales.

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