La tendencia de cobrar impuestos específicos a la salmonicultura
Chile: Un estudio muestra que en Islas Feroe e Islandia se cobran impuestos específicos al salmón y que en Noruega se evalúa hacerlo. ¿Y en Chile? La posibilidad sería baja, por su menor rentabilidad.
Un estudio de KPMG International reveló el mapa de impuestos aplicados a los distintos mercados donde se produce salmón. En esa línea, el informe señala que el fuerte crecimiento de esta industria a nivel mundial ha llamado la atención de las autoridades y en algunos países, como las Islas Feroe e Islandia, se están implementando regulaciones fiscales especiales para las empresas sectoriales.
“Otros países también están considerando aumentar la tributación de las compañías de acuicultura, como por ejemplo, Noruega, donde una comisión especial está analizando, entre otras cosas, la posible introducción del impuesto de la renta de los recursos para las salmonicultoras”, da a conocer el estudio de KPMG International.
Comparación entre países
Al respecto, Pedro S. Leite, socio en KPMG Noruega, afirma a Salmonexpert que “pudimos observar en nuestro informe que ni Chile ni Noruega tienen regímenes fiscales especiales para la industria de la acuicultura. Por lo tanto, tanto en Chile como en Noruega, las compañías de cultivo de salmón están sujetas a la misma tasa de impuesto a la renta corporativa que se aplica a las compañías que operan en otros tipos de negocios. También notamos que hay algunas diferencias entre los regímenes de impuestos a las ganancias corporativas en Chile y Noruega, donde la tasa impositiva nominal en Chile es más alta que en Noruega”.
Aunque recalca que no ha efectuado ninguna comparación entre las tasas de impuestos efectivas en los diferentes países acuicultores, Leite admite que “como comentario más general, esperamos que las tasas impositivas más altas resulten en menos competitividad. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la competitividad es un tema complejo, donde las tasas impositivas son solamente uno de los varios factores de importancia para una industria como la del salmón”.
En cuanto a la tendencia de cobrar tributos específicos a la acuicultura, Dag Sletmo, vicepresidente senior de DNB Bank, expone a Salmonexpert que “el único país que actualmente tiene un impuesto adicional para el cultivo de salmón es Islas Feroe, aplicado sobre las ventas, además del impuesto corporativo ordinario. Es posible que ese país se encuentre en una situación especial porque el cultivo de salmón representa un porcentaje muy alto de la creación de valor allí, por lo que el país depende de esos ingresos de una manera diferente a los demás. Al mismo tiempo, su tasa impositiva corporativa general es sólo del 18%. El impuesto total efectivo sobre la acuicultura es quizás alrededor del 23%, por debajo de la tasa impositiva corporativa estándar de Chile”.
“Islandia está por introducir un impuesto a las ventas en el cultivo de salmón. Ese país también se encuentra en una situación especial, ya que también depende bastante de los productos del mar como fuente de ingresos, y ya tiene impuestos adicionales sobre la pesca. También hay un debate en Noruega sobre impuestos adicionales, relacionados con la muy alta rentabilidad de la industria en la actualidad. Pero en el caso de Chile, los márgenes son más bajos que en Noruega, y eso podría hacer que un posible impuesto a los recursos sea menos relevante. Y también en Noruega está muy abierta la discusión sobre si se introducirá o no dicho impuesto. Un argumento en contra, es que el nivel actual de rentabilidad podría no durar para siempre”, plantea Sletmo.
Gasto gubernamental
Asimismo, Sletmo admite que no le sorprende que el cultivo de salmón chileno tenga impuestos más altos que el de Noruega. “Pero, al mismo tiempo, creo que muchas personas en la industria no están realmente conscientes de ello, porque el caso fue el contrario hace unos años. En ambos países, la industria paga el impuesto corporativo estándar, por lo que no es específico para cultivo de salmón. La razón por la cual el impuesto corporativo en Noruega ahora es más bajo que en Chile, es porque Noruega ha bajado la tasa del impuesto corporativo como la mayoría de los países de la OCDE, pero Chile ha hecho lo contrario”.
Sletmo apunta que “tener que pagar impuestos más altos que sus competidores siempre es una desventaja para una empresa o una industria. Pero en Noruega, por ejemplo, los productores de salmón tienen que pagar precios extremadamente altos al Gobierno por la nueva capacidad de licencia que los acuicultores no tienen en Chile. Y la presión fiscal general es mucho más alta en Noruega que en Chile, lo que puede impactar en los costos, ya que todos los proveedores y trabajadores tienen que tener en cuenta los impuestos más altos al establecer sus precios y demandas salariales. El gasto gubernamental total en relación con el Producto Interno Bruto (PIB) es el doble en Noruega que en Chile”.
Para leer el estudio de KPMG International (en inglés), haga click aquí.