Residuos de la producción de salmón tienen alto potencial de comercialización. Foto: Archivo Salmonexpert.

Chile duplicaría valor de productos marinos con Economía Circular

Chile: Investigadores señalan que los residuos del salmón tienen una calidad sanitaria y consistencia que permiten generar subproductos de muy alto valor.

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En Chile, desde hace menos de una década, se han visto esfuerzos aislados de empresas y universidades por agregar valor a los desechos del salmón, jibia, algas, crustáceos y moluscos, para volver a introducirlos a la economía y evitar que materia prima acabe en la basura.

Flavio Araya, director de de Innovación Abierta en Alimentos y Acuicultura de Fundación Chile (FCh), señala que, además de desechar materia prima, la industria también pierde recursos, pues “la capacidad de los rellenos sanitarios es limitada y cuando se acaba, las empresas deben buscar otras alternativas más lejos, lo que aumenta los costos”.

La industria del salmón se concentra en las regiones de Los Lagos y Aysén, con una producción del orden de 900.000 mil toneladas al año, de las cuales 200.000 son residuos, comenta Javier Enrione, investigador de la Facultad de Medicina de la Universidad de los Andes y según informa Diario Financiero.

Si bien no cuentan con programas estratégicos de apoyo, existen algunas iniciativas para aprovechar los desechos de salmones. “Se necesitan incentivos para que la industria pueda apuntar a un nivel de valorización mayor donde hay más riesgos tecnológicos que deberían ser apoyados por iniciativas estatales”, afirma Enrione.

Oportunidades de negocio

Araya señala que el país tiene oportunidades para transformarse en un actor relevante en bioproductos, especialmente en la generación de proteínas hidrolizadas que provienen de especies como la jibia, salmón, choritos y crustáceos. “La inversión para obtener las proteínas no es cara y lo demandan en el mercado de alimentos para animales, que crece a tasas muy altas”.

Respecto del salmón, Enrione señala que los residuos tienen una calidad sanitaria y consistencia que permiten generar subproductos de muy alto valor, no sólo para alimentación animal, sino para el área biomédica.

Añade que la mayor parte de los residuos del salmón se convierten en harina de pescado, pero el potencial es mucho mayor. “En Noruega hay gran interés por valorizarlos, en general vísceras, ácido graso, e incluso el uso de la sangre para sacar componentes útiles para el desarrollo de otras aplicaciones”, afirma Enrione.

El gerente del Programa Estratégico Regional de Coquimbo, Guillermo Molina, asegura que “si se reutilizaran todos los residuos que hoy terminan en la basura, se podría duplicar el PIB de Pesca, que está en torno a los US$70 millones, en un máximo de 10 años”.