Esclareciendo la infección por Yersinia ruckeri serotipo O1 (biotipo 2) en trucha arcoíris
Dinamarca: Los signos clínicos de la enfermedad de la boca roja, como natación errática y exoftalmia, están asociados directamente a la encefalitis, meningitis y ventriculitis producidas por Y. ruckeri.
Yersinia ruckeri es el agente etiológico de la enfermedad de la boca roja (ERM por sus siglas en inglés) o yersiniosis que afecta a los salmónidos, siendo la trucha arcoíris la especie mas susceptible.
Entre los seis serotipos identificados (O1, O2, O3, O5, O7 y O8) de Y. ruckeri, las cepas móviles pertenecientes al serotipo O1 (biotipo 1) son consideradas como las más virulentas. Por otro lado, la cepa no móvil serotipo O1 (biotipo 2), también ha presentado brotes asociados a una alta mortalidad.
No obstante, la severidad de la enfermedad está determinada, principalmente, por la virulencia del aislado responsable de la infección, así como el grado de estrés ambiental y la vacunación de los peces.
En nuestro país, sin embargo, el año 2008, ocurrieron brotes asociados a mortalidad en salmón Atlántico vacunados con una bacterina bivalente, confirmándose la infección por ambos biotipos. Luego, el 2015, un nuevo brote del biotipo 2, esta vez en salmón coho, fue también asociado a una alta mortalidad.
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Si bien los signos clínicos, hallazgos patológicos y respuesta inmune de los salmones infectados con la bacteria han sido estudiados, científicos de diversas instituciones y universidades de Dinamarca y Australia quisieron describir la patología producida por el biotipo 2 de Y. rickeri, específicamente en el sistema nerviosos central, en truchas arcoíris infectadas experimentalmente.
Resultados
Las mortalidades y toma de muestras se realizaron durante 22 días post infección (dpi) de los peces. La mortalidad promedio acumulada fue de 36,3% con un peack observado a los 4-6 dpi.
Las observaciones histopatológicas en el presente estudio demostraron que Y. ruckeri causó múltiples lesiones en el cerebro y los nervios ópticos en una fase temprana de la infección.
A la histopatología, Y. ruckeri causó múltiples lesiones en el cerebro y los nervios ópticos en una fase temprana de la infección. Especificamente, la bacteria se observó en las meninges, diencéfalo, y en la lámina propia del órgano olfativo al tercer dpi. Luego, al día 12 pi, el patógeno se había diseminado por todo el cerebro, incluidos el tejido conjuntivo y los ventrículos.
Frente a estos hallazgos histopatológicos los autores explicaron que “clínicamente los peces moribundos examinados después del peak de mortalidad (fase aguda de la infección), mostraron signos típicos de ERM, como natación errática y exoftalmia, los que están asociados directamente a la encefalitis, meningitis y ventriculitis producidas por la cepa de Y. ruckeri utilizada en el estudio”.
