“La ley debe considerar las particularidades de la producción salmonicultora”
Marcela Lara aborda importantes aspectos sanitarios de la industria del salmón que debiera incluir la Ley Acuícola y enfatiza que debiese incorporar una reestructuración de la institucionalidad pública.
Con más de 15 años de experiencia en acuicultura, principalmente en temas de Sanidad Animal y gestión normativa, la Médico Veterinario y MSc Marcela Lara, se ha desempeñado como encargada nacional del programa de control del virus ISA, jefa del Departamento de Salud Animal y Subdirectora de Acuicultura en el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca).
Actualmente, ejerce como Asesora en el Centro para la Gestión de Antimicrobianos en la Acuicultura en Chile (CASA) de la Omsa y Favet y es asesora técnica del Consejo del Salmón en temas sanitarios y de inocuidad.
La profesional aborda las principales aspectos sanitarios que actualmente son un desafío para la salmonicultura chilena, lo positivo de las iniciativas que han surgido para la disminución del uso de antibióticos en esta actividad productiva y los alcances que debiera tener la nueva Ley de Acuicultura.
"Con mi experiencia en el sector público, donde me tocó liderar el PSEVC-ISA y la implementación de las medidas de bioseguridad en la industria, la Ley de Acuicultura debería establecer los pilares con relación la producción de los animales acuáticos. Es importante considerar que Chile se encuentra entre los 10 principales países acuicultores en el mundo, el segundo productor mundial de salmones y el segundo sector exportador de nuestro país, por lo que estamos hablando de un sector demasiado relevante para nuestro país y el mundo. Según estimaciones de la FAO, la acuicultura deberá duplicar su producción al año 2050, por lo que Chile es uno de los jugadores importantes en este desafío de seguridad alimentaria”, recalcó Marcela.
A su juicio, la nueva ley debe ir en la línea de permitir posicionar a Chile como un país acuicultor y productor de alimentos, que permita un crecimiento del sector, incorporar nuevas especies de producción, estableciendo “pilares”, como son la sanidad y bienestar animal con el enfoque “Una Salud”, la sustentabilidad ambiental e incorporar que el cambio climático está jugando en rol muy importante en el desarrollo de la acuicultura.
“Esta nueva ley debe permitir la innovación e incentivos a esta, incorporar líneas de financiamiento continuo en el ámbito sanitario que permita tomar mejores decisiones y establecer mejores políticas públicas. La ley no puede ser una receta de cocina, sino que tiene que considerar las particularidades de la producción salmonicultora, porque no todas las enfermedades se comportan igual, hay muchos factores que influyen, por lo que las especificidades deben ser abordadas en los programas de vigilancia y control como lo recomienda la Omsa. Además, esta ley debería incorporar una reestructuración de la institucionalidad pública en el ámbito de la sanidad e inocuidad en los animales acuáticos. Necesitamos una regulación moderna y flexible, y un punto clave para poder avanzar es trabajar con equipos competentes, comprometidos, el trabajo con los distintos actores del sector y siempre considerando la ciencia para tomar decisiones”, acotó Lara.
Lea la entrevista completa en la nueva edición de revista Salmonexpert, haciendo click en la imagen.