WWF Chile: "El cultivo intensivo de peces en lagos provoca contaminación del agua"
Chile: La ONG expresa preocupación ante el reglamento que impulsa la smoltificación de salmón coho y trucha arcoíris en lagos, afirmando que debería cesar el uso de estos cuerpos de agua para cultivar peces.
Un nuevo informe técnico elaborado por Subpesca, con fecha 29 de septiembre de 2020, plantea algunas modificaciones al Reglamento Sanitario, las cuales se sometieron a consideraciones en la última sesión de la Comisión Nacional de Acuicultura.
En el documento se plantea “incluir que la smoltificación en ríos, lagos y estuarios de ejemplares de las especies trucha arcoíris, salmón coho y salmón rey (chinook) podrá realizarse en zonas que hayan sido declaradas libres, o en vigilancia de enfermedades de alto riesgo sometidas a un programa sanitario específico de control por el Servicio, en el cual se deberán exigir normas sanitarias específicas para la etapa de smoltificación, en atención a la enfermad de alto riesgo que se trate”.
La justificación de esta modificación, expresada en el mismo documento, es que “de acuerdo con el Informe Sanitario de Salmonicultura del año 2019, del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura, en los años 2018 y 2019, los centros de cultivo de las especies señaladas (salmón coho y trucha arcoíris), clasificados como Centros de Alta Diseminación de la Enfermedad de Alto Riesgo Piscirickettiosis, correspondieron en todos los casos a centros de cultivos en la denominada etapa T3 (peces desde 2 kilos)”.
Producto de lo anterior, detalla el documento, “es posible inferir que los problemas sanitarios de importancia se presentan hacia el final de los ciclos productivos, por lo que no se afectan peces en etapas tempranas como lo es en la smoltificación”.
Preocupación ambiental
Ante esta propuesta de modificación, la encargada de Acuicultura de WWF, María Jesús Gálvez, plantea a Salmonexpert que “creemos que cualquier tipo de modificación debería apuntar al cese total del uso de lagos para el cultivo de salmones, siguiendo el llamado de la campaña que ha implementado WWF desde 2009 y que ha incidido en que diversas empresas anuncien y concreten su salida de los lagos”.
“La evidencia al respecto indica que el vertido de residuos orgánicos, así como los productos químicos utilizados, afectan gravemente a los ecosistemas lacustres dada su baja tasa de recambio de agua. En específico, esta modificación sanitaria propuesta nos preocupa desde el punto de vista ambiental, y estaremos atentos respecto a cómo avanza. Esperamos que este sea un paso intermedio para llegar a la meta final”, explica la profesional.
La especialista expresa que esta modificación debería ser complementada “con una norma ambiental que considere factores como las tasas de recambio y capacidad de carga de los cuerpos de agua, para establecer un límite máximo de cultivo en los distintos lagos, ríos y estuarios del país, dependiendo de sus características físicas y biogeoquímicas particulares”.
Ante la consulta de si considera esta propuesta de modificación un retroceso frente a lo logrado en este aspecto, donde varias salmonicultoras ya han ido abandonando el cultivo en lagos, Gálvez señaló que “el cultivo intensivo de peces en lagos provoca contaminación del agua, tanto por el ingreso de químicos con fines sanitarios, como por el ingreso de materia orgánica (alimento y heces), provocando también la degradación de los fondos”.
La profesional explicó por último que “por otro lado, los salmónidos son especies exóticas invasoras que provocan la degradación ambiental (de flora y fauna) del sistema, lo cual es un riesgo en caso de que ocurran escapes. También transmiten enfermedades”.