Columna de Opinión
La colaboración como punto clave para afrontar las FAN
Chile: El profesional de Imenco Aqua Chile recalcó que es necesario trabajar en conjunto independiente de los tipos de soluciones que se puedan encontrar, pero que deben ser validadas con resultados científicos.
*Columna de opinión para Salmonexpert de Jorge Flores, Sales and Operation manager de Imenco Aqua Chile.
Los bloom de algas han causado problemas y mortalidad de peces en los últimos años. Sin embargo, han estado presentes desde el comienzo de la industria. Si nos remontamos en la historia, no es un fenómeno nuevo, y ya en su libro “Los viajes del Naturalista” Charles Darwin, quien visitó Chile entre los años 1832 y 1835, comentaba:
“En la costa de Chile, a algunas leguas al norte de Concepción, el Beagle atravesó cierto día grandes fajas de agua fangosa… al sur de Valparaíso, tuvimos ocasión de ver la misma coloración en un espacio aún más extenso. Esa agua, puesta en un vaso, ofrecía un color rojizo pálido; examinada al microscopio, rebullía de pequeños animalículos… En los mares que rodean a la Tierra del Fuego, a poca distancia de la costa, he visto espacios donde el agua presenta un color rojo brillante…”.
En general, las Floraciones Algales Nocivas (FAN) son causadas por un grupo poco numeroso de microalgas, y según se ha analizado, son alrededor de 60 especies (de 4.000 conocidas) las que podrían provocar estos fenómenos, encontrándose entre los principales causantes dinoflagelados, diatomeas y cianobacterias.
Los impactos generados son amplios, desde mortalidad de seres humanos e intoxicaciones, tanto el efecto en mariscos bivalvos como en peces y todo lo que esto conlleva.
A través de los años se han registrado eventos nocivos asociados a mortalidades masivas en el cultivo de salmones, pero fue específicamente el bloom del año 2016 el que remeció potentemente a la industria, ya golpeada por la crisis de los precios del año anterior. Esta floración de microalgas generó mortalidades masivas para la industria que no tenía cómo enfrentarlas, y para lo cual claramente no estaba preparada.
Una vez más la industria fue resiliente y rápidamente se desarrollaron nuevas innovaciones y soluciones que nos ayudaron a remediar esta situación y a mejorar y adaptar los desarrollos vistos en otros países que lidiaban con este problema, como por ejemplo, Canadá. También se miró a otras industrias como la petrolera y se pudo avanzar en nuevos desarrollos, las cortinas de bloqueo y los equipos de surgencia han sido muy aceptados en la actualidad, validados y muy usados por los productores. A su vez, estos equipos han ido evolucionando y se han ido haciendo más sofisticados y robustos.
Asimismo, las FAN se han hecho recurrentes no solo en nuestra industria, pero nuestras soluciones han viajado por el mundo. Canadá, Noruega, Costa Rica, Lejano Oriente, en fin, un sinnúmero de países presentan este problema y todo indica que esto irá haciéndose reiterativo, porque los eventos de FAN van en aumento en el mundo. Como ejemplo, en el norte de Noruega esto no era un problema pero ya también se han comenzado a producir eventos de mortalidad de peces.
Pero, ¿cómo avanzamos? ¿cómo hacemos más y mejores cosas por nuestra industria? ¿qué tenemos y cómo podemos mejorar? Claramente las respuestas son múltiples, pero el punto común es que es necesaria una visión integradora que una a los productores, universidades, proveedores y expertos Internacionales. Es necesario trabajar en conjunto independiente de los tipos de soluciones que se puedan encontrar y que son parte de las distintas miradas, pero deben ser validadas con resultados científicos, donde la academia es muy importante y también nuestra inventiva (la creatividad del chileno).
Otro punto importante es lo dinámico de las respuestas de la industria a estos eventos. Porque los eventos FAN podrían pensarse iguales a los de hace décadas atrás pero probablemente ya no lo son, y esto dado a que el entorno es dinámico y evoluciona, además de una serie de variables que intervienen y que podrían ir cambiando, pero claramente existe el capital intelectual y la capacidad creativa para afrontar estos desafíos.
Como dice un amigo, es necesario entonces usar las palabras con “Co”: Colaborar, Cocrear, Compartir, Confiar, Construir, entre muchas otras, de lo contrario solo serán referencias circulares y las mismas respuestas a una pregunta que creemos que es la misma pero muy probablemente no lo es. Necesitamos Colaborar y que los incentivos sean puestos en esa dirección.