“Nos gustaría un sistema con fusiones de concesiones y traspaso de carga entre empresas”

Una ola de nuevas normativas se comenzará a aplicar en la industria salmonera nacional desde marzo de este año, las que buscan resguardar los ámbitos sanitario y ambiental, que han provocado profundas crisis como la del virus ISA en el 2007 cuando se vulneraron con sobreproducciones de las empresas del sector. Y se espera que a partir de 2018 se note este “rayado de cancha” del Gobierno, con una caída en la producción chilena.

En entrevista con Salmonexpert, el presidente de SalmonChile, Felipe Sandoval, es cauteloso frente a estos cambios y, de hecho, consultado sobre si cree que realmente se empezarán a aplicar estas normativas en marzo próximo que ayudarán al país a recuperar competitividad ante contendores como Noruega, responde solamente con un “esperamos”.

Con todo, las empresas podrán mantenerse en el actual esquema normativo de densidades o pasar voluntariamente a uno de crecimiento limitado según comportamiento sanitario. “Este último es un avance de lo que queremos como sistema, pero es insuficiente”.

¿Por qué considera insuficiente estas reformas?

Lo que existe actualmente es una parte de la nueva normativa, que es muy restrictiva, por lo tanto, con lo que se aprobó ahora, se va a flexibilizar y se permitirá un control de producción por macrozona y no por barrio. Posteriormente, debe haber otras modificaciones para perfeccionarla, hasta llegar a un cambio más estructural que no ocurriría en este Gobierno, a mi juicio.

¿Cómo logrará el Gobierno que las compañías pasen al nuevo esquema de crecimiento limitado?

En el esquema de densidades, cuando había un Informe Ambiental malo, se permitía que lo que se tenía proyectado sembrar se llevará para otro lado, sin restricciones. A esto ahora se le puso una traba en ese sentido, para desincentivar el mantenerse en el actual sistema e impulsar cambiarse al nuevo. Esto fue sorpresivo para nosotros, no lo conocíamos, y así se lo hicimos ver a la autoridad

¿Qué sistema prefieren como industria?

Nos gustaría un sistema en que estén operando las relocalizaciones y fusiones, que no han avanzado, en un sistema con menos concesiones, pero más grandes, distanciadas entre sí y productivas, en las mismas áreas aptas, lo que además implicaría menores costos. Esto, con una capacidad de carga establecida por la autoridad, que se pueda trabajar en cualquier punto y traspasar de un centro a otro, sin importar a qué empresa pertenezca.

¿Lo anterior requiere un cambio normativo nuevo?

Uno puede intentar hacerlo por la vía normativa, y probablemente, requiera una consulta ante los organismos de libre competencia, porque estamos hablando de transferencia de producción entre empresas del sector.

¿Cuál es el límite de producción de la industria salmonicultora chilena? Se ha hablado de hasta 650 mil toneladas.

Esa cifra debería salir de un trabajo técnico, en un estudio independiente a la industria. Lo que pasa es que las 650 mil toneladas de las que se hablan, tienen que ver con el nivel en que Chile ha alcanzado estabilidad sanitaria, los años 2011 y 2012. Pero el número no puede sacarse al azar, hay que ser riguroso. Lo que sí, la nueva normativa permitirá que las empresas conozcan sus límites óptimos, al decrecer por malos comportamientos o al poder expandirse por buenas conductas operativas. Si todos pasan a esa fórmula, se conocerá la cifra productiva ideal.

El Gobierno manifestó que todavía las empresas trabajan sus planes de producción en base a decisiones de mercado, no para resguardar lo sanitario y ambiental. ¿Qué responde a eso?

Las empresas cuando toman sus decisiones, no necesariamente ven el marco global del sector con cada uno de sus aspectos. Es por eso que es necesaria una norma como la que se aplicará, para proteger el funcionamiento sanitario. El rol del Estado es intraspasable. Lamentablemente, no siempre se da que la suma de los intereses individuales es el bien común.

Los precios del salmón han subido fuertemente, impulsando a las empresas a pasar de pérdidas a utilidades, ¿por cuánto tiempo se mantendría esta tendencia?

Difícil predecir eso, pero si uno hace una proyección, en Noruega hay algunos problemas sanitarios, por lo que la producción no va a subir allá, y en Chile se expandirá muy poco este año, por lo que en 2017 deberían mantenerse altos los precios.