Felipe Sandoval, presidente de Salmonchile. Foto: Salmonchile.

Salmonchile recalca la necesidad de una institucionalidad propia

Chile: Recientemente, una auditoría de Contraloría determinó que la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura no ha cumplido con varias de sus funciones. Frente a ello, Felipe Sandoval, presidente de la asociación gremial sostiene que se necesita un cambio institucional, que vele por la acuicultura, en materia de fijación de políticas y fiscalización.

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La semana pasada se hicieron públicos los resultados de la última auditoría de la Contraloría General de la República respecto a la labor de Subpesca, los que no fueron muy favorables para esta institución, pues se cuestiona su labor al manifestar que no ha cumplido adecuadamente con sus funciones en los últimos cinco años.

Para Felipe Sandoval, presidente de la Asociación de la Industria del Salmón de Chile (Salmonchile), este informe es una muestra más de que se requiere un cambio institucional, el cual han planteado desde hace mucho tiempo, pero aún no son escuchados. Su propuesta es crear una subsecretaría especial para la acuicultura, ya que actualmente la mayor preocupación para Subpesca es la pesca artesanal, debido a que esta genera conflictos día a día que requieren de una mayor atención por parte de la institución, a diferencia del sector acuícola que necesita de una mirada de largo plazo. “Actualmente vamos avanzando de a pedacitos, haciendo correcciones y no vamos hacia un cambio de fondo, que una institucionalidad propia lo permitiría”, comentó al diario Pulso.

¿Considera que Subpesca no ha realizado sus funciones adecuadamente, tal como lo advierte Contraloría?

Más allá de lo que diga la auditoría, esta es reflejo de que hay un problema institucional, el que viene arrastrándose desde hace mucho tiempo. Se requiere un cambio y que avancemos hacia una institucionalidad propia de la acuicultura, tanto en materia de fijación de políticas como de fiscalización. Yo creo que muchas de las cosas que faltan son producto de la falta de recursos, lo que ha llevado a que la subsecretaría no pueda cumplir con las obligaciones que le puso la ley. La auditoría es una muestra más de que aquí requerimos un cambio institucional mayor.

¿Les han planteado estas inquietudes al Gobierno?

Lo hemos planteado permanentemente, desde hace mucho tiempo y no sólo a este gobierno, sino que esto viene desde antes. Nunca ha estado en su agenda y es un tema que está pendiente, que va más allá del gobierno, ya que es un tema institucional del Estado de Chile.

¿Cómo plantea que debería ser este cambio?

Obviamente tendría que ser por ley. Lo ideal es que hubiera una subsecretaría especial para la acuicultura y que hubiera una parte especial del Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca), separada de la pesca para la acuicultura, lo mismo en el tema de investigación.

¿Cómo se traduce esta falta de institucionalidad propia en el día a día de la acuicultura?

La acuicultura, a pesar de ser una actividad que desarrolla mucha mano de obra y recursos para el país, termina siendo de menor preocupación. En la pesca, particularmente en la pesca artesanal, es donde hay una mayor dedicación de tiempo por parte de los funcionarios de Subpesca. Esto debido a que la prioridad es por la vía de los hechos, lo que se da en la práctica. Por eso necesitamos una institucionalidad propia que vele por la acuicultura.

¿Cuáles son los problemas en la acuicultura?

En la acuicultura hay problemas más gruesos que resolver y que no son de contingencia, sino que de una mirada de país hacia 30 años donde vamos, todos los días, caminando hacia allá. Esto requiere una acción permanente y una institucionalidad adecuada para enfrentar el tema, porque no lo vamos a lograr resolviendo problemas de la contingencia.

¿Qué temas específicamente faltan por resolver?

Chile tiene 5 mil kilómetros de costa y estamos ocupando mil en acuicultura. Todavía hay que revisar las áreas aptas, la manera de entregar las concesiones, cómo se incentiva que haya otros productos acuícolas que se desarrollen y no sólo salmones. Existen muchos temas que están pendientes y que requieren modificaciones. Es un buen minuto para mirar los próximos 30 años y hacer los cambios que necesitamos. En los últimos 30 años la acuicultura de Chile ha avanzado mucho con salmones, pero no podemos basar los siguientes 30 años en relación a lo que hicimos hace tres décadas. Requerimos un cambio hoy para no quedarnos estancados.

¿Cree que la falta de una institucionalidad propia ha incidido en los problemas que actualmente ha tenido el sector salmonero?

El 2015 tuvimos un problema comercial y este año nos enfrentamos al fenómeno natural del Bloom de Algas. No tiene que ver con la regulación, pero quizás con una institucionalidad propia hubiéramos podido enfrentar de mejor manera los problemas que hemos tenido.

¿Cree que el trabajo que está haciendo Subpesca con la reforma sanitaria es el adecuado?

Estamos dando un paso en la dirección correcta, pero si tuviéramos una institucionalidad más fuerte y más robusta quizás podríamos avanzar más rápido. Las relocalizaciones no han salido hace mucho tiempo, por lo que requerimos un sistema donde haya más flexibilidad con un límite desde el punto de vista sanitario, pero dentro de ese límite con más flexibilidad de producción en las distintas concesiones. Si tuviéramos una institucionalidad propia, los cambios que estamos haciendo para mejorar la competitividad de la industria y tener una regulación adecuada, podrían ser más rápidos. Actualmente vamos avanzando de a poco, haciendo correcciones y no vamos hacia un cambio de fondo, que una institucionalidad propia lo permitiría.

Lea la entrevista original en Pulso