Fondo de Investigación Pesquera ha incrementado áreas de investigación
Chile: En relación con el alcance territorial del FIPA, comparando el 2014 con el 2016 en el área de acuicultura, la Región de Los Lagos mantuvo la cantidad de proyectos, mientras que la Región de Aysén aumentó considerablemente.
El Fondo de Investigación Pesquera y Acuicultura (FIPA) está destinado a financiar proyectos de investigación. Estos fondos están asociados a proyectos de investigación, vinculados a la adopción de medidas de administración para las pesquerías y las actividades de la acuicultura, que consideran tanto los aspectos biológicos, pesqueros, económicos y sociales para la toma de decisiones.
El FIPA se financia a través de los aportes que señala la Ley de Presupuesto anual de la nación, y este presupuesto debe financiar tanto la cartera anual de proyectos, como los gastos de administración que tiene el fondo.
“Para el año 2017, la Ley de Presupuesto definió que podían adjudicarse en proyectos nuevos de inversión $4.892.319.000, más una glosa de gastos de administración de $279.796.000. El FIPA se administra a través de un consejo, definido por la Ley de Pesca, el cual tiene un conjunto de funciones mediante las cuales sanciona los aspectos técnicos de las bases de los proyectos, sanciona aspectos de licitación de los mismos, entre otros", explicó Luis Carroza, director ejecutivo del FIPA-Subpesca.
Agregando que, "la dirección ejecutiva materializa las decisiones del consejo, y que se vinculan tanto con la Ley de Presupuesto, con con el programa de investigación anual que se genera a través de la Subsecretaría de Pesca, como con la plataforma de La Ley de Compras Públicas mediante la cual los distintos consultores hacen sus propuestas y se genera la adjudicación de los proyectos de investigación”.
Los consultores desarrollan los proyectos de investigación mediante un conjunto de informes que entregan a la dirección ejecutiva, la cual deriva estos informes a evaluadores externos, quienes comparan la propuesta técnica con el desarrollo del proyecto y generan opinión y observaciones, cuya finalidad es fusionarse con los proyectos.
Cartera de proyectos
La cartera 2017 del FIPA se compone tanto de proyectos de arrastre como proyectos nuevos que se presentarán durante este año. “En general, debemos administrar y gestionar 139 proyectos de investigación, mientras que el programa de investigación 2017, consta actualmente de 69 proyectos que en su conjunto suman un presupuesto indicativo de aproximadamente $ 5.800 millones. Este año hemos generado un proyecto de investigación que pretende evaluar el impacto que tiene el fondo en la toma de decisiones de la administración pesquera y acuícola, es decir, cuánto impacta esta producción de investigación”, comentó Carroza.
Los proyectos FIPA tienen un alcance territorial, tanto en las áreas de la acuicultura, como las pesquerías y las socioeconómicas. “Haciendo una comparación entre el alcance territorial del 2014 con el 2016 en el área de acuicultura, la Región de Los Lagos mantuvo la cantidad de proyectos, mientras que la Región de Aysén aumentó considerablemente”, expresó el ejecutivo del FIPA.
Nuevas áreas de investigación
A juicio de Carroza, la investigación del fondo no solo debe ser de peces, sino que también de pescados.
“Nuestro interés no debe centrarse en lo que está bajo el agua, sino que también lo que está sobre ella, es decir, no solamente los aspectos biológicos y pesqueros de la actividad, sino que también los aspectos sociales, económicos y un conjunto de otras materias que deben ser abarcadas por la investigación. Todo esto, pensando en un proceso desde los peces, pescados hasta llegar a un enfoque ecosistémico, requerimiento de la Ley de Pesca impone a la autoridad pública y sectorial. Este enfoque integra todos los aspectos antes mencionados, por lo tanto, el FIPA debe abrir el abanico de investigaciones, dentro de las cuales se encuentran nuevas áreas en las cuales el fondo quiere abarcar investigación, como sociología, economía, equidad de género, políticas públicas, pueblos originarios, cambio climático, comercio y productividad”, puntualizó.
Lo anterior genera desafíos en cuanto a nuevas áreas del conocimiento, consultores idóneos para generar investigación, como también evaluadores competentes que permitan establecer un control de calidad de la producción de investigación. “Entre el 2013 y el 2016, se incrementaron proyectos asociados a las líneas de investigación en temas ambientales, sanitarios, ordenamiento territorial y gestión de políticas”, acotó Carroza.