Nuevo método de desafío para evaluar la eficacia de vacunas

A pesar de la vacunación previa contra el patógeno Aeromonas salmonicida subsp. salmonicida (AS), el cultivo de trucha arcoíris ha experimentado una marcada morbilidad y mortalidad por furunculosis en los centros marinos en Dinamarca, principalmente, durante el período estival.

Con el fin de ayudar a las iniciativas de desarrollo de vacunas, los investigadores del Departamento de Biología de Enfermedades Veterinarias de la Universidad de Copenhague han establecido un nuevo método para los experimentos de desafío. En el trabajo publicado en la revista Open Journal of Immunology, los investigadores describen un nuevo método de desafío para evaluar la eficacia de vacunas contra la furunculosis.

Según explica el artículo, la administración de bacterias vivas con el propósito de causar enfermedad en los peces se puede realizar por co-habitación, inmersión o inyección. Sin embargo, aunque los métodos de desafío (co-habitación o inmersión) se asemejan mucho a la exposición natural, pueden tener baja reproducibilidad e infecciosidad. En tanto, la inyección, incluyendo la inyección intraperitoneal (ip) e intramuscular (im), permite la administración directa de dosis precisas de bacterias vivas a cada pez, proporcionando una reproducibilidad superior en comparación con los otros métodos. Sin embargo, las reacciones inflamatorias locales en el sitio de inyección de la vacuna (cavidad corporal) después de la inyección ip puede eliminar rápidamente las bacterias inyectadas y, por lo tanto, confundir la estimación de la protección sistémica inducida por la vacunación. Además, la inyección directa de bacterias no refleja una situación natural de infección, donde las bacterias penetran en la superficie de los peces.

Ante esta situación, los científicos desarrollaron y probaron un nuevo método de desafío que pretende imitar la ruta de la infección natural, considerando que los peces en cultivo son propensos a lesiones físicas debido a la mordedura de sus aletas. “Haciendo pequeñas perforaciones en la epidermis de la aleta caudal de trucha arcoíris pretendemos imitar las lesiones que los peces adquieren en los centros de cultivo”, explicaron.

De esta forma, a las 17 semanas después de la vacunación, 50 peces vacunados y 50 peces control se dispusieron en cuatro estanques (cada uno con 25 peces de 45 g), los cuales fueron desafiados con AS a través de este nuevo método.

"Mediante el uso de un dispositivo de aguja múltiple se introdujeron diez perforaciones epidérmicas en la zona dorsal de la aleta caudal de la trucha arcoíris (vacunada). Posteriormente, se añadieron 100 ul (3,4 x 108 Unidades Formadoras de Colonias (UFC) mL^-1) de un cultivo de 48 horas de AS en el sitio de perforación durante 60 segundos", revelaron los investigadores.

Los resultados de este estudio sugieren que la trucha arcoíris se infectó con AS a través de los agujeros de punción en la aleta caudal. Las imágenes obtenidas por microscopia electrónica de barrido del día 3 y del día 5 post desafíos muestran un considerable daño epitelial en la aleta caudal y revelaron que los rayos expuestos estaban cubiertos con bacterias. En tanto, los frotis de la cabeza-riñón de los peces moribundos y las imágenes de inmunohistoquímica (IHC) mostraron la presencia inicial de AS en los sitios de punción y una posterior extensión a tejidos adyacentes.

"Las bacterias pueden diseminarse desde las aletas infectadas a otros órganos a través de la circulación y se detectaron células bacterianas por IHC en el bazo asociado con centros de melanomacrofago de peces supervivientes al día 21 post desafío", explicaron los investigadores.

Finalmente, los autores sugieren que la técnica de punción se asemeja a una vía de infección natural de AS y pueden inducir mecanismos de respuesta inmunitaria sistémica en la trucha arcoíris. “Consideramos que este método es útil para probar las eficacias de la vacuna y superior a los desafíos de la inyección onde las bacterias se depositan directamente en la cavidad corporal. Ip. Desafío puede conducir a una falsa interpretación de la protección debido a la inactivación inespecífica y local de las bacterias en el sitio de inyección.

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