Científicos chilenos trabajan para el control de P. salmonis en la salmonicultura
Chile: Investigadores del Instituto de Biología de la Facultad de Ciencias de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), han desarrollado proyectos de investigación, financiados en conjunto con la Fundación Copec-UC, con el objetivo de dar solución a los problemas sanitarios de la industria salmonicultora y evitar las grandes pérdidas económicas que éstos provocan al sector.
Nuestro país es el segundo país exportador de salmones del mundo y los agentes contaminantes representan el 25% de las mortalidades del sector con pérdidas de entre US$700 a 800 millones anuales.
La Piscirickettsiosis, es una enfermedad infecciosa, cuyo agente etiológico es la bacteria Piscirickettsia salmonis, para la cual aún no existe un tratamiento de control eficaz, ya que las vacunas disponibles no han demostrado la eficacia esperada.
Es por ello que el Dr. Fernando Gómez Carmona, investigador de la PUCV dirige el proyecto denominado “Desarrollo de una quimera multiantigénica y multiepitópica para su uso potencial como vacuna en el control de Piscirickettsia salmonis”.
El proyecto cuenta con un financiamiento total de $247 milllones, para un tiempo de ejecución de 2 años, lo que incluye los aportes de la Fundación COPEC-UC y de la casa de estudios superiores.
La investigación tiene como objetivo generar una molécula quimérica multiantigénica y multiepitópica, derivada de proteínas inmunogénicas de Piscirickettsia salmonis asociadas a patogenicidad. Dicha molécula debe ser capaz de inducir una respuesta inmune protectora frente a la infección por P. salmonis en peces salmonídeos, convirtiéndose en un candidato a vacuna ideal para el control de la enfermedad.
El equipo de investigación se compone por el director del proyecto, el Dr. Fernando Gómez, quien tiene vasta experiencia en biología y patogénesis de P. salmonis, así como también en desarrollo de vacunas y otras estrategias profilácticas. La Dra. Lina Jimena Cortés, quien participa como director alterno del proyecto, ha trabajado por años en el desarrollo de vacunas y en inmunología de vertebrados superiores. El equipo de trabajo lo completa el Dr. Sergio Marshall, director del Laboratorio de Genética e Inmunología Molecular de la PUCV, donde se lleva a cabo esta investigación, y Patricio Flores Herrera, Bioquímico y Mg. en Cs. Microbiológicas, quien tiene amplio bagaje en biología molecular y bioinformática.
“El proyecto se encuentra en su último semestre de ejecución, obteniendo importantes progresos en el aspecto técnico, logrando el diseño de una molécula quimérica estable químicamente, la que está siendo evaluada en ensayos de vacunación-desafío en condiciones controladas. Adicionalmente, nos encontramos finalizando un estudio de factibilidad de patentamiento para realizar la protección de la molécula, para su posterior transferencia tecnológica a una empresa farmacéutica veterinaria que se ha interesado en nuestro producto por sus prometedores resultados”, explicó el Dr. Gómez.
-¿Cuál es la importancia de la investigación en el contexto local?
Entre los patógenos bacterianos de mayor impacto sanitario, productivo y económico en la industria del salmón se encuentra Piscirickettsia salmonis, agente etiológico de la Piscirickettsiosis, enfermedad que es responsable en promedio, del 55 % de las pérdidas en salmón Coho, del 80% en trucha arcoíris y del 85% en salmón Atlántico. Estos números representan cerca al 25% de las mortalidades anuales del sector, lo que equivale a pérdidas de alrededor de US$700-800 millones por año para la industria.
A la fecha no existe un tratamiento eficaz para el control de la Piscirickettsiosis, debido a que las vacunas disponibles no han mostrado la eficacia esperada. La mayoría de las vacunas contra la enfermedad están basadas en bacterinas, aunque también se han desarrollado vacunas a partir de antígenos recombinantes, las que han demostrado altos niveles de eficacia en el laboratorio, sin mostrar resultados positivos a nivel de pruebas de campo. Este hecho permite que aún se recurra al uso de grandes cantidades de antibióticos para el control de la infección, pero sin buenos resultados. Estos tratamientos son inconsistentes pues no logran los resultados esperados, a pesar de que las dosis empleadas superan en muchas ocasiones las recomendadas. Según datos entregados por Intesal, para el control de P. salmonis, la industria utiliza principalmente florfenicol y oxitetraciclina. Según cifras de Sernapesca, el uso de antibióticos para el control de la Piscirickettsiosis equivale al 82% de las terapias antibióticas realizadas en la etapa marina en la industria (79% por si sola y un 3% combinada con otras patologías).
Enfrentar los patógenos
Según comenta el director del proyecto, en la actualidad, la prevención de la Piscirickettsiosis es realizada mediante vacunas inyectables, las que no generan el grado de protección esperado y en muchas ocasiones los especímenes deben ser vacunados más de una vez. Adicionalmente, Sernapesca ha iniciado un programa de monitoreo constante para prevenir los brotes de la enfermedad, basado en el diagnóstico rutinario del P. salmonis en los centros de cultivo, lo que ha colaborado a tener un menor manejo de la enfermedad.
“Una vez que hayan sido detectadas muestras positivas o peces con sintomatología se recurre al uso del antibiótico florfenicol, en su mayoría, para evitar el contagio y la expansión de la enfermedad en los centros de cultivo afectados, ya que los peces enfermos sufren de anorexia y no consumen el alimento medicado. En este contexto, algunas empresas han utilizado dosis más altas de antibióticos, además de ampliar los periodos de tratamiento para eliminar o al menos controlar la enfermedad. En caso de que el tratamiento con antibióticos no sea efectivo, se opta por la eliminación de las jaulas afectadas, con la finalidad de evitar contagio a jaulas o centros contiguos. Todo esto conlleva a un elevado gasto económico en los tratamientos y medidas adoptadas para el control”, argumenta el Dr. Gómez.
A juicio del profesional, si bien las medidas de contención han evitado la rápida diseminación de la enfermedad a centros contiguos, esto no ha sido suficiente para reducir significativamente las pérdidas económicas.
“Desde nuestro punto de vista, las vacunas disponibles en la actualidad han sido desarrolladas sin comprender la biología y patogénesis de la bacteria, así como tampoco la respuesta del huésped frente a la infección. Actualmente, con la secuenciación del genoma de varias cepas y aislados del agente, así como también con el avance de la inmunología de peces, ya existen la información y herramientas suficientes que permitan trabajar en el desarrollo de nuevas modalidades de vacuna que es lo que nosotros ofreceremos a la industria. Además de financiamiento, la Fundación Copec UC nos entrega orientación sobre PI y desarrollo comercial de nuestro proyecto”, puntualiza el Dr. Gómez.