Informe de ONG FIMA analiza impactos de la salmonicultura en Reserva Nacional Kawésqar
Chile: Entre las temáticas, el documento extrae conclusiones generales sobre el funcionamiento de las áreas protegidas en Chile, como mecanismos necesarios para la protección de los ecosistemas marino-costeros.
Los océanos son fundamentales para la vida en el planeta, siendo vitales para la biodiversidad y sosteniendo actividades económicas claves. A lo largo de la historia, los ecosistemas marino-costeros han facilitado el desarrollo humano, por lo que, dada su importancia, es esencial tomar medidas para su protección. Así, las áreas protegidas aparecen como una herramienta que permite avanzar hacia este objetivo, sin embargo, en la Reserva Nacional Kawésqar existen tensiones evidentes, donde los ecosistemas están bajo presión por diversas actividades, tales como la salmonicultura, generando consecuencias ambientales y sociales.
Bajo este contexto, ONG FIMA publicó el informe “Transición socioecológica justa y desafíos para las áreas protegidas en Chile: Impactos de la salmonicultura en la Reserva Nacional Kawésqar”, donde se evidencian los riesgos que enfrenta la biodiversidad y las comunidades asociadas en este territorio, destacando las amenazas para los modos de vida de los pueblos originarios y su legado cultural.
Para analizar el caso de la Reserva Nacional Kawésqar, se utilizó una metodología de investigación-acción, interdisciplinaria e inclusiva, que involucra a las Comunidades Kawésqar por la Defensa del Mar, así como a expertos en áreas protegidas y derecho indígena.
Impactos
El informe señala que dentro de la Reserva se han constatados distintos impactos a la fauna y a la biodiversidad, como lo son la matanza de lobos marinos, sobreproducción de salmones (Bazán, 2022), basura fuera de los polígonos concesiones y presencia del virus ISA en los centros, situación que ocurre actualmente. Estos impactos, dada la agrupación de grandes números de concesiones en ciertos senos, generan un efecto sinérgico y acumulativo entre sí, alcanzando una mayor magnitud en relación a una sola concesión aislada. Ello es relevante, considerando la diversidad de hábitats que generan los canales en la reserva y la importante biodiversidad que sustenta sus ecosistemas, muchos únicos en el mundo.
“Las medidas para la adecuada mitigación y compensación de estos impactos deben adoptarse en el proceso de evaluación ambiental. Sin embargo, aun cuando estos proyectos han sido ingresados a evaluación con posterioridad a la creación de la Reserva Nacional Kawésqar, se ha realizado por declaraciones de impacto ambiental, que no obliga al establecimiento de estas medidas. Ello ocurre a pesar de las exigencias legales, relativas a la imposibilidad de otorgar concesiones en áreas protegidas y de la obligatoriedad de ingresar mediante estudios de impacto ambiental cuando los proyectos se encuentran en o próximos a un área protegida, lo que resulta jurídicamente cuestionable (Martines y Paredes, 2020, p. 29)”, se expone.
“Considerando los impactos previamente señalados, es posible afirmar que la expansión de la industria de la salmonicultura amenaza la subsistencia de los ecosistemas marinos costeros y la continuidad de otras actividades productivas del pueblo Kawésqar. Este conflicto comienza a contraponer los intereses de distintos actores en el territorio”, se extrae del documento.
El informe también detalla que los objetivos declarados para la creación de la Reserva fueron la protección de la biodiversidad y los lugares relevantes para la cultura Kawésqar. “Para evaluar la efectividad y avance en estos objetivos que han ocurrido al interior de la reserva se les consultó a representantes de las familias Kawésqar por la defensa del mar sobre los impactos, considerando beneficios y afectaciones, que identifican como resultados del desarrollo de la salmonicultura”, puntualizan.
El informe presenta que, en una primera reflexión sobre los impactos que ha causado la salmonicultura, se señala la importancia de comprender qué son los æjamas o tabú para la cultura Kawésqar. Estos representan espacios prohibidos, sagrados, pero también refieren al orden de ideas que son contrarias a la naturaleza o que atenta contra el equilibrio natural de las cosas.
“En ese contexto, la salmonicultura es indicada como un tabú propiamente tal, ya que los salmones no pertenecen a ese lugar. Ello sería así porque, antiguamente estaba prohibido depositar o ingresar al mar aquello que no fuese parte de él, inclusive las conchas de mar, porque estos elementos ajenos alterarían su equilibro, despertando a los monstruos que ponen en peligro al Kawésqar Wæ. Los salmones entonces, al no pertenecer al territorio, habrían despertado a estos monstruos, destruyendo con ello la biodiversidad del mar y generando, a su vez, un daño socioambiental en los habitantes kawésqar y en las relaciones que existían entre estos”, escriben.
Transición socioecológica
Enmarcado en la transición socioecológica justa, en el informe se proponen lineamientos para abordar los desafíos planteados, enfocándose en la promoción de sectores productivos responsables, equidad territorial e intergeneracional, igualdad de género, resiliencia climática, justicia climática, equilibrio ecológico, y bienestar físico, mental y social.
“Uno de los impactos que en general se identifica en torno a la salmonicultura, y que en el caso de la Reserva Nacional Kawésqar también se reproduce, es la afectación y pérdida de otras actividades económicas y culturales que comparten espacio con la salmonicultura. La instalación de jaulas y los polígonos que se otorgan a concesiones afectan la actividad de pescadores artesanales, agentes de turismo y también significan una pérdida de identidad y, en el caso de las comunidades kawésqar, una afectación a la mantención de la cultura viva. Sumado a ello, los beneficios económicos percibidos por algunos grupos han fraccionado a la sociedad y a las familias kawésqar, generando tensiones entre quieres los actores que buscan proteger los ecosistemas y la cultura del territorio, con quienes poseen vínculos con la industria”, apuntan.
El documento concluye con recomendaciones clave para avanzar en la implementación de áreas protegidas como herramienta esencial frente a la crisis climática y ecológica, siguiendo los lineamientos de la transición socioecológica justa. Dentro de estas recomendaciones se plantea la incorporación efectiva de comunidades en la creación, implementación y toma de decisiones en general sobre áreas protegidas en territorios indígenas; avanzar en la implementación y creación de áreas protegidas, respetando los derechos de pueblos originarios; exigencias para la realización de actividades que afecten ecosistemas frágiles y culturas; y mejora en regulación sobre zona costera y evaluación ambiental de proyectos.