Avanza con éxito desarrollo de una vacuna eficaz contra los piojos del salmón
Noruega: La vacuna contra los piojos de salmón, que fue probada en Chile, funciona bien en laboratorio. Ahora, pronto se pondrán peces en el mar, para probarlos en condiciones naturales de infestación.
El exdirector de investigación del Instituto de Investigación Marina y Nofima, y profesor II en NMBU, Erik Slinde, hizo una presentación en la conferencia AqKva en enero de 2020, donde dijo que había recibido recursos del Fondo de Investigación Regional Vestlandet para intentar crear una vacuna contra los piojos del salmón.
Casi tres años después, ha recorrido un largo camino. “Tenemos peces en estanques en la estación de investigación del Instituto de Investigaciones Marinas en Matre, vacunados contra los piojos del salmón, que se sembrarán en el mar en noviembre”, comentó Erik Slinde a Kyst.no.
La forma habitual ha sido buscar vacunas candidatas (antígeno) que puedan inyectarse en el salmón y que mataran al piojo o lo esterilizaran. Pero Slinde analizó otra posibilidad.
Trajo al equipo al profesor Bjørg Egelandsdal de la NMBU y Amritha Johny, que es postdoctoral en Nofima, pero que participa en el proyecto en su tiempo libre como persona privada y contribuye con su experiencia en bioinformática. También ha traído consigo a Ole Petter Krabberød, que es un gigante en la industria de la acuicultura, y que ha dirigido varias empresas tanto en Noruega, Chile y Escocia.
Proceso de varios pasos
“Se decidió tratar de encontrar el antígeno en las secreciones que el piojo inyecta en el salmón, por lo que tuvimos que buscar en la sangre del salmón”, explicó Slinde, agregando que el piojo del salmón inserta un aguijón que puede extraer rápidamente cuando se mueve, o salta sobre otro salmón.
“Los piojos se mueven mucho más de lo que se pensaba. Para llevar a cabo su actividad, inyecta proteínas especiales en la sangre del salmón. Si podemos crear anticuerpos que puedan destruir estas proteínas, entonces los piojos no podrán vivir en el salmón”, expuso.
Así que tomaron sangre de varios peces que estaban muy infectados con piojos y la analizaron. Para encontrar los antígenos correctos, se utilizaron los métodos de análisis más modernos disponibles en la actualidad. Se trata de cromatografía líquida acoplada a espectroscopia de doble masa (UHPLC-MS-MS).
“Encontramos más de 300 proteínas, de las cuales 58 eran de piojos. De estas, se seleccionaron dos proteínas como posibles candidatos a vacunas, es decir, antígenos. Este es un trabajo avanzado y que consume mucho tiempo en el que se utiliza la bioinformática. Aquí, Amritha Johny pudo ayudarnos con su experiencia en bioinformática combinada con mi conocimiento relacionado con las proteínas. Entonces, hemos buscado en bases de datos abiertas y en rápido crecimiento donde se ingresan nuevos conocimientos sobre secuencias de ADN y proteínas”, detalló Slinde.
Vacuna peptídica
El siguiente paso fue seleccionar la secuencia del antígeno de estas bases de datos. “No necesitamos utilizar la proteína entera como antígeno, basta con utilizar un trozo. Aquí uno mira la forma espacial de la proteína y selecciona una parte de la proteína en la superficie. Esta pieza se puede producir en el laboratorio”, aclaró el investigador.
Por lo tanto, el tipo de vacuna será una vacuna peptídica, que es del tipo que ahora se está desarrollando como una vacuna corona de segunda generación, y que debería poder funcionar contra una amplia gama de variantes corona.
Una vez que se ha sintetizado el antígeno, se debe convertir en una vacuna que se pueda inyectar. Entonces se selecciona y se añade un adyuvante adecuado. “Aquí se han elegido adyuvantes comerciales aprobados en la UE para vacunas para peces. En este caso, hemos elegido un producto de SEPPIC en Francia. La mezcla real para una vacuna de prueba ha sido hecha por una compañía farmacéutica en Noruega”, manifestó.
Experimentos de prueba en el laboratorio
El siguiente paso es ver si es posible obtener algún efecto de la vacuna. Esta fue probada en estanques en Estación de Acuicultura de Matre del Instituto de Investigaciones Marinas. Un estanque con 40 salmones vacunados y otro con 40 no vacunados como control. A cada estanque se le agregaron 80 copepoditos de piojos, y de esto quedaron aproximadamente 20.
“Los resultados hasta ahora han sido positivos. Todos los peces que no fueron vacunados tuvieron que ser sacrificados por exceso de piojos antes de terminar el experimento, de acuerdo con la normativa sobre animales de laboratorio. Al mismo tiempo, sobrevivieron todos los peces vacunados, que también tenían pocos piojos al final del experimento. Esto brinda una protección del 100% en términos de supervivencia y una reducción del 70% en la cantidad de piojos”, indicó Slinde y agregó que la vacuna también funciona bien contra los piojos en la trucha arcoíris.
Los datos han sido lo suficientemente buenos como para obtener una patente, que se presentó el pasado mes de noviembre. El trabajo también es lo suficientemente bueno para una publicación internacional.
Prueba en el mar
El siguiente paso es hacer que los peces sean analizados en el mar en condiciones naturales de infección. "La Agencia Noruega de Medicamentos exige que se realice una prueba en una pequeña cantidad de peces en el mar. Esto es para probar que la vacuna brinda protección en un entorno natural y que el pescado se puede comer. Ya hemos vacunado 2 x 8.000 salmones contra los piojos que van a ser liberados en dos jaulas, y la misma cantidad de salmones no vacunados en dos jaulas de control. Los peces ahora van a los tanques de Matre Havbrukstasjon y serán liberados en el mar en noviembre. Paralelamente, estamos trabajando para poder documentar y obtener la aprobación de que este pez se puede sacrificar a los 4-5 kg y venderlo como alimento. Es importante no solo para futuros experimentos, sino también para financiar este experimento”, recalcó Slinde.
Tener la vacuna probada a gran escala será el último paso antes de la comercialización. “Luego vacunaremos en dos criaderos independientes. Aquí hemos encontrado dos empresas de mejoramiento, una en el oeste de Noruega y otra en Trøndelag, que están interesadas en probar nuestra vacuna. Pero primero, como dije, la Agencia Noruega de Medicamentos debe aprobar”, puntualizó el investigador.