Parásitos bajo presión: piojos de mar podrían adaptarse a los faldones
Noruega: Científicos probaron si familias de piojos de mar tienen diferentes grados de "miedo a la profundidad". Lo que encontraron puede tener implicaciones importantes para la salmonicultura, si es hereditario.
En un artículo publicado en el International Journal for Parasitology, investigadores de la Universidad de Melbourne, Australia, y el Instituto de Investigación Marina, Noruega, evaluaron la posibilidad de que los piojos de mar puedan adaptarse y nadar a mayor profundidad para evitar los faldones logrando una infestación efectiva.
Los copepoditos nadan libremente en la columna de agua, sin embargo, normalmente permanecen en las aguas superficiales, uno de los hechos en el que se basa la efectividad de los faldones utilizados en la salmonicultura.
“Sin embargo, los copépodos distribuidos más profundamente en la columna de agua pueden eludir estas barreras e infestar las granjas. Si la profundidad de natación es un rasgo hereditario, es posible que veamos cambios evolutivos rápidos en respuesta a la prevención generalizada basada en la profundidad”, señalaron los investigadores.
Cambios evolutivos rápidos
Este es justamente el punto de partida para los experimentos descritos en el artículo, donde recolectaron piojos de centros de cultivo noruegos y analizaron más de 11.250 de sus crías cultivadas en laboratorio, provenientes de más de 37 familias.
Las distribuciones verticales preferidas de los copepoditos se midieron utilizando columnas de agua experimentales presurisadas, simulando condiciones a cero, cinco y diez metros de profundidad.
“Vimos que los piojos reaccionan fuertemente a la presión hidrostática, donde un aumento de presión duplicó la cantidad de piojos que migraron a la parte superior de las columnas”, expusieron los autores del estudio.
Efecto de la familia
Pero además, los científicos también vieron que hubo un gran efecto de la familia en esta respuesta, donde el porcentaje de piojos que migraron hasta la parte superior de las columnas de presión varió del 17% al 79% entre las familias.
“Se espera que las familias con una respuesta de natación débil a la presión se encuentren más profundamente en la columna de agua y, por lo tanto, sea más probable que infesten los centros que emplean métodos preventivos basados en la profundidad de natación. Si esta variación entre familias refleja variación genética, entonces la población de parásitos pueden tener la capacidad de adaptarse a las medidas preventivas”, agregaron.
“Tal adaptación tendrá importantes implicaciones comerciales y ecológicas”, concluyeron.
Lea el abstract del artículo titulado “Parasites under pressure: salmon lice have the capacity to adapt to depth-based preventions in aquaculture” aquí.