Las plagas de medusas causan gran preocupación en la salmonicultura

Geir Ove Ystmark.

Noruega: Según cifras de Aquacloud, el 8,6 por ciento de la mortalidad de salmones en noviembre, se debió a ataques de medusas.

Las medusas representan una amenaza para los peces de cultivo a lo largo de la costa noruega. Ahora Sjømat Norge expresa su preocupación porque el ataque se está intensificando.

"Los ataques de las medusas son un fenómeno biológico que escapa a nuestro control, y es doloroso ver el sufrimiento que causa a los peces. Ahora estamos evaluando la situación continuamente. Ciertamente estamos preocupados por lo que vemos”, afirma Geir Ove Ystmark, director ejecutivo de Sjømat Norge.

Después de los primeros informes de medusas a principios de este otoño (Hemisferio Norte), el ataque ha aumentado en fuerza en las últimas semanas.

Según cifras de Aquacloud, el 8,6 por ciento de la mortalidad en noviembre se debió a ataques de medusas. Varias empresas han informado de una mortalidad aguda y en diciembre la tasa de mortalidad debida a las medusas aumentó aún más.

El pez suele morir al recibir medusas en las branquias, pero también puede morir como resultado de la reacción de estrés provocada por el ataque.

Al igual que la mantarraya, la medusa tiene células con veneno, que pueden provocar quemaduras a los peces. Las medusas también pueden tener otros efectos indirectos en los peces, incluida la reducción del apetito.

Varios de los operadores afectados afirman que las medusas pueden provocar úlceras una vez que el ataque aparentemente ha terminado. Los peces con una enfermedad subyacente corren un riesgo especial.

En 1997 y 2001 hubo dos episodios de medusas Vestlandet y Trøndelag, ambos casos en noviembre-diciembre. Las razones de los mayores problemas este año pueden estar relacionadas con el cambio climático, ya que la especie se distribuye normalmente en zonas más al sur que lo observado ahora.

La medusa vive en toda la columna de agua, desde la superficie hasta los 1.000 metros de profundidad. La medusa se mueve pasivamente con las corrientes oceánicas y puede crecer hasta 30 metros de largo. Cuando golpea la pared de la red, se parte y daña al pez al contacto.