Nuevos hallazgos sobre la melanosis en trucha arcoíris podrían esclarecer su etiología

Distintos grados de melanosis observados en filetes de truchas arcoíris del estudio.

Noruega: Científicos encontraron diferencias tanto en la prevalencia como en las características microscópicas de la melanosis en truchas arcoíris comparadas con el salmón del Atlántico.

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La melanosis en salmónidos de cultivo es una patología de gran importancia debido a su alta prevalencia y pérdidas económicas asociadas.

Si bien en algunos estudios la melanosis se ha asociado con la infección por Piscine orthoreovirus 1 (PRV-1), también pueden ocurrir independientemente de la presencia del virus, como es el caso de melanosis asociadas a fracturas costales, u otros.

Los MFC pueden estar precedidos por lesiones hemorrágicas focales (cambios focales rojos, RFC) que pueden progresar a cambios inflamatorios crónicos que contienen melanomacrófagos con el tiempo.

Según los científicos noruegos autores de un nuevo estudio, la melanosis en truchas arcoíris es una condición poco estudiada y podría dar luces de nuevas causas en otras especies por su similitud fisiológica y de cultivo.

Por esta razón, decidieron investigar las posibles causas de melanosis en 1.293 truchas arcoíris de tres centros de cultivo diferentes, al momento de la cosecha.

Además de realizar evaluaciones macroscópicas e histológicas de los filetes con melanosis, los expertos también realizaron estudios mediante (RT)-qPCR e hibridación in situ (ISH) para detectar la presencia y ubicación de posibles virus asociados.

Entre sus resultados encontraron que la prevalencia de la melanosis varió de 1,46% a 6,47% entre los centros de cultivo y que los cambios macroscópicos en el filete se localizaron predominantemente en la región craneoventral del mismo.

“Nuestros resultados revelaron que la melanosis en trucha arcoíris parecen macroscópicamente similares a las del salmón del Atlántico, pero tienen una prevalencia menor y muestran ciertas diferencias microscópicas que parecen características de dichos cambios en la trucha”, declararon los científicos.

Lo anterior, ya que los exámenes histológicos revelaron miocitos necróticos, fibrosis y regeneración de miocitos. También se encontraron melanomacrófagos en las áreas afectadas y en el tejido adiposo mioseptal. No obstante, los investigadores destacaron que la presencia de células inflamatorias, incluidos melanomacrófagos, “pareció ser menor en comparación con lo que se había documentado previamente en las células madre de salmón del Atlántico. En cambio, predominaron la fibrosis y la regeneración”.

Por otro lado, los resultados de los análisis mediante RT-qPCR e ISH revelaron la presencia de PRV-1, PRV-3 y alfavirus (SAV) en el músculo esquelético. Sin embargo, estos virus no se asociaron de manera consistente con las áreas lesionadas, siendo, de acuerdo con los autores, distinto a lo encontrado en el salmón del Atlántico.

“La colocalización de PRV-1 y melanomacrófagos en la melanosis del salmón del Atlántico y la falta de esta colocalización en la trucha arcoíris pueden explicar la menor prevalencia y gravedad de la melanosis en la trucha arcoíris. Esto sugiere que la trucha arcoíris puede responder a la infección por PRV-1 en el músculo esquelético de una manera que generalmente previene el desarrollo de inflamación crónica, lo que lleva a una reducción tanto en la prevalencia como en la gravedad de las melanosis”, concluyeron los investigadores.

Lea el estudio completo titulado “Red and melanized focal changes in the white skeletal muscle of farmed rainbow trout Oncorhynchus mykiss”, aquí.