Piden al Ministerio de Pesca que rechace la solicitud de dispensa de Mowi
Noruega: Robert Eriksson, de Seafood Companies, cree que el ministerio debería negarse a la solicitud de Mowi de dispensa para poder exportar pescado.
La semana pasada, el director general de Mowi, Ivan Vindheim, declaró que la prohibición de exportar pescado de cultivo es una norma anticompetitiva y proteccionista. Sin embargo, se supo que la mayor empresa salmonicultora del mundo había solicitado una exención de la prohibición de exportar. Esto hizo que las empresas salmonicultoras reaccionaran.
“No comparto la opinión de Vindheim. No se trata de proteccionismo, sino de la reputación del salmón noruego en el mercado. Lo que estamos presenciando ahora es que cada vez más pescado de mala calidad acaba en el mercado, y si se ve esto en el contexto de los desafíos y las noticias negativas que han aparecido en los medios de comunicación durante los últimos seis meses, no ayuda a crear mayor confianza en nuestro sector, ni aquí ni en el extranjero”, afirmó Robert Eriksson, director ejecutivo de Seafood Companies.
“Desde las empresas de productos del mar hemos sido críticos durante mucho tiempo con la práctica de dispensación del ministerio y creemos que puede haber contribuido a que sea más fácil leer entre líneas las regulaciones. Tenemos una clara expectativa de que las autoridades den un no claro e inequívoco a la solicitud de dispensa de Mowi para poder exportar pescado de cultivo”, precisó Eriksson.
El ejecutivo plantea que es inquietante que cada vez más personas afirman que tienen la sensación de que vale la pena hacer trampa. Por lo tanto, tiene claro que espera que el ministerio no facilite este tipo de prácticas.
“La proporción récord de producción de pescado que hemos presenciado en lo que va de 2024 es un problema de reputación para la industria, y se deben realizar correcciones en Noruega antes de que el pescado se envíe al mercado para el consumo. Por lo tanto, es de vital importancia que las autoridades y los líderes políticos tengan claro cómo deben manejarse y aplicarse las regulaciones actuales. Las reglas no deben malinterpretarse”, comentó Eriksson.
El director ejecutivo de Seafood Companies destacó que el problema no son las regulaciones, sino el cumplimiento de estas y la falta de recursos en la Autoridad Noruega de Seguridad Alimentaria para llevar a cabo un control efectivo.
Poder político
Recientemente, la Ministra de Pesca y la Ministra de Agricultura se reunieron con la Autoridad Noruega de Seguridad Alimentaria, donde expresaron su preocupación por la situación.
“Me alegro de que la Ministra de Pesca esté al tanto y comparto su preocupación. Las empresas acuícolas también tienen la clara expectativa de que los dos ministerios contribuyan a que la Autoridad Noruega de Seguridad Alimentaria reciba los recursos necesarios para que pueda hacer cumplir las normas y realizar los controles necesarios de manera eficiente”, manifestó Eriksson.
Por otra parte, el ejecutivo también tiene otra petición dirigida a la Ministra de Pesca y Océanos, Cecilie Myrseth. “La situación sólo demuestra que tenemos que ser mucho más progresistas a la hora de implementar nuevas tecnologías de bajas o cero emisiones, dado el aumento de la producción en tecnología de jaula cerrada. Es urgente establecer buenos incentivos y en este ámbito el reloj de arena está a punto de agotarse. Ahora le corresponde al ministerio actuar y lograr que esto se aplique rápidamente. Esto también habría sido una contribución importante para dar mayor prioridad al bienestar de los peces en la agenda”, concluyó Robert H. Eriksson.