Normativa sanitaria: Salmones Aysén detalla discrepancias con Subpesca
Chile: En entrevista con Salmonexpert, Pablo Baraona, director de la empresa y Pablo Cajtak, su gerente general, revelaron que exhibieron formalmente a la autoridad ilegalidades regulatorias en temas como macrozonas temporales y arriendo de concesiones.
Pablo Baraona, director de Salmones Aysén y Pablo Cajtak, gerente general de la empresa, tienen claro cuáles son los desafíos que debe enfrentar el Presidente electo, Sebastián Piñera, para lograr que se desarrolle de mejor manera la industria acuícola nacional.
En entrevista con Salmonexpert, Baraona comentó que “esperamos que la mirada de un control estatal a la industria cambie y que se deje a los privados actuar dentro de su ámbito de trabajo. Pensamos que Chile tiene un potencial en el mar enorme y con las limitaciones de hoy, es muy difícil aprovecharlo debidamente para llevar al país hacia el desarrollo”.
“Si pensamos que Chile debe mantener un nivel de producción estable como exige el Gobierno, las compañías que están van a ser muy ricas por los altos precios de venta, pero el resto del país mirará de lejos esa bonanza. Por eso muchos empresarios quieren eso, porque les conviene”, afirmó, agregando que “la regulación tiene apellido de sanitaria, sin embargo, es bloqueo al crecimiento”.
La autoridad, según Baraona, debe tener un rol severo en el control de enfermedades y de métodos de producción, para que no se cometan abusos, “pero sí debe dejar que los privados se desarrollen y crezcan, a diferencia de las restricciones de hoy. No todo se tiene que preguntar al Gobierno. Noruega opera a 22 kilos por m3 y Chile a 17 kilos por m3. Y si aumentamos la intención de siembra en un mismo barrio, se puede llegar a 8 kilos por m3. Entonces, ¿cómo vamos a competir con ellos, a costos tan altos? Eso a la autoridad no le llama la atención, pese a que es un tema comprobado”.
Las restricciones
¿Y cuáles son estas restricciones? Cajtak indicó que respecto de los Informes Ambientales (INFA), se pretende que el impacto con la producción sea cero “y es imposible. Hay un concepto en la minería que se podría aplicar en nuestro sector, referente a si intervienes un área razonablemente una vez que te retiras del lugar, debes dejarlo como estaba antes. Pero en la industria del salmón no es factible eso, porque siempre se tiene que estar inmaculado”.
Con una INFA anaeróbica, expresó, no se puede producir salmón “y varias veces eso pasa nada más porque el lugar aparece anaeróbico a raíz de factores externos, pese a que los resultados sanitarios propios no tienen problemas al ser positivos”. Incluso la FAO reconoce Zonas de Emprendimiento Permitidas para el desarrollo de la acuicultura, compatibles con el cuidado del medio ambiente.
Cajtak apuntó en ese sentido que, “Subpesca ha aplicado la norma sanitaria con arbitrariedad, y es por eso que hicimos una presentación a ellos indicándoles nuestra discrepancia y próximamente la ingresaremos a Contraloría. La autoridad obliga a quien arriende una concesión a seguir el mismo régimen que el dueño tomó para el resto de sus centros de cultivo, ya sea Densidades o Programa de Reducción de Siembras (PRS). No se puede optar a algo distinto”.
En cuanto a las macrozonas temporales, recalcó, el Gobierno está diciendo que el titular debe decidir para todas sus concesiones si opera bajo Densidades o PRS, no pudiendo elegir una opción diferente por barrio. “Eso es abiertamente ilegal, no se encuentra en el reglamento sanitario”. Por lo mismo, “estamos matando smolts porque no tenemos dónde sembrar, pese a que contábamos con un centro arrendado, con contratos firmados”.
Así las cosas, Cajtak admitió que no se puede planificar, pues se depende de las intenciones de siembra de los demás para producir salmónidos, y eso se conoce generalmente después de que ya se adquirieron las ovas y alevines respectivos, pudiendo perderse, además, una importante cantidad de lo comprado, anotando mermas millonarias.
En esa línea, Baraona contó que “tenemos un centro llamado Milagro, con 1,2 millones de peces sembrados, 3% de mortalidad y libre de antibióticos, certificado por Sernapesca. A raíz de que otros actores se instalaron en la zona, tuvimos que disminuir esa operación a 750 mil peces, es decir, 15% de crecimiento en costos por el control de la densidad”.
“Espero que bajo el Gobierno de Sebastián Piñera se pueda proyectar la acuicultura hacia el 2030 y que Chile se convierta en un país acuícola, duplicando o triplicando su tamaño... la demanda para los productos del mar existe. A la fecha, tenemos una mirada tan corta como la próxima intención de siembra, recién en ese momento sabremos lo que realmente nos dejarán producir, ya que no estamos operando con reglas claras y de largo plazo”, dijo.
Parcelas en el mar
En tanto, Baraona acusó que “estamos entrampados en concesiones que se otorgaron en el año 80, sin ningún conocimiento, y en esos mismos centros nos obligan a producir, siendo que tenemos tecnologías completamente distintas. Las relocalizaciones no han funcionado para nada, porque se interpone un caladero, la Ley Lafkenche, etc., pese a que hay mar para todos, más de 4.000 kilómetros de costa y 200 millas de ancho. Es por eso que la acuicultura offshore no se puede desarrollar en Chile, al contrario de lo que sucede en Noruega. Necesitamos menos centros, más grandes y más alejados entre sí”.
Ante esto, planteó que tiene que haber espacio para más actores que ingresen a la salmonicultura no operando con la lógica de parcelas en el mar. Por ejemplo, en Noruega hoy se efectúan licitaciones constantemente para tal efecto “y así debiera ser en Chile, subastando nuevas concesiones y las que no se ocupan. Eso es lo más transparente para que ingrese competencia a este mercado. La compañía más joven, que somos nosotros, tiene 11 años de vida, eso dice bastante pese a que éste es un buen negocio”.
Cajtak manifestó al respecto que las grandes empresas pierden el control de la producción, pues se debe estar encima de las jaulas y si se opera con más de 50 centros de cultivo, es imposible hacerlo. No obstante, al momento, no es factible conseguir centros de cultivo para nuevos actores, porque los mega operadores no los venden o si lo hacen, es muy caro, al igual que los arriendos.
Por su parte, Baraona propuso abrir las posibilidades y mirar más allá de las regiones de Los Lagos, Aysén y Magallanes, hacia el Maule, el Biobío, La Araucanía, desarrollando de una manera moderna el mar. “Tenemos un desarrollo ambiental y sanitariamente sustentable con tasas de conversión y mortalidades históricas, incluso existen tecnologías que permiten recuperar los fondos marinos, hay control efectivo de enfermedades con distintas vacunas. Somos una industria mucho menos contaminante que otras en Chile”.