Alianza potenciará nueva alternativa de DHA
Chile: La demanda por ácidos grasos omega-3 en el mundo cada vez crece más, especialmente desde las empresas elaboradoras de alimento para peces. Esto, va en línea con la necesidad de aumentar la producción acuícola a nivel mundial, justificada en el rápido aumento de la población mundial. Terravia, Bunge y Biomar se asociaron para potenciar la inclusión de una microalga con altos niveles de DHA en el alimento para salmónidos.
El estancamiento de las capturas industriales de especies como la anchoveta peruana o la sardina, sumada al aumento del consumo directo de peces por parte de la población mundial, ha diezmado la disponibilidad de recursos provenientes de la pesca pelágica, cuyo aceite es rico en ácidos grasos, para su uso en la elaboración de alimento para peces de cultivo.
El ácido graso omega-3 es uno de los elementos nutricionales más importantes en la dieta de los seres humanos, siendo el salmón de cultivo una de sus principales fuentes. Para mantener un buen nivel en los filetes de este pescado, la industria salmonicultora utiliza aproximadamente 350.000 toneladas de aceite de pescado al año, lo que se espera que crezca alrededor de un 5% cada año, según lo expresado desde la Iniciativa Global del Salmón (GSI).
Nuevas fuentes
Debido al alza en la demanda de productos acuícolas, y, por ende, de fuentes de ácidos grasos para incluir en la alimentación de los peces, son varios los actores que están incursionando en la búsqueda de nuevas alternativas para reducir la presión sobre la pesca pelágica. Una de las iniciativas que trabaja en esto es el joint venture entre las empresas Terravia y Bunge.
Terravia es una organización focalizada a la investigación y desarrollo de alternativas nutricionales provenientes de algas, mientras que Bunge es una empresa orientada a la agroindustria, con actividades que se extienden desde la agricultura, hasta el retail. En una reciente visita a Chile, en concordancia con una nueva alianza con la compañía productora de alimentos Biomar Chile, representantes de ambas firmas conversaron con Salmonexpert.
Características
Walter Ratitsky, científico, Ph.D., M.B.A, y encargado del área de Negocios Emergentes de Terravia comenzó a investigar sobre algas y omega-3 a principios de la década de los 90´. La microalga que producen hoy, conocida como Schizochytrium sp., no ha pasado por desarrollos de modificación genética, y, mediante u proceso de alimentación realizada con azúcar de caña, producen un 50% de aceite, cuyo 30% es Ácido Docosahexaenoico (DHA). Son algas que, a diferencia de la mayoría, se alimentan de azúcar, y no de la luz del sol, y se reproducen en la oscuridad.
“En la literatura, hay mucha información disponible sobre ensayos de esta microalga con salmón, trucha, tilapia y camarones. Esta es una de las razones por las que la seleccionamos. Quisimos usar algo que ya se había utilizado durante muchos años, pero claro, en investigación y desarrollo, no en el área comercial, antes que probar algo nuevo”, explicó Rakitsky.
El porcentaje de reemplazo que permite esta microalga, hasta ahora, es del 50% del total de aceite de pescado utilizado en el alimento para peces, y pretenden incrementar este porcentaje con el tiempo.
"Escogimos Brasil porque es el lugar donde tenemos nuestras plantas de azúcar. Hoy en día, tenemos la producción de azúcar de caña más sustentable del mundo. De la manera en que se diseñó y se administra este proceso, además del volumen de microalgas que producimos, son elementos únicos”, detalló, Miguel Angelo de Oliveira, Ph.D, y vicepresidente del área de Innovación Global de Bunge.
Producción
Bunge, que ya cuenta con ocho molinos de producción de caña de azúcar en Brasil escogió uno de éstos, cerca de Sao Paulo, para instalar las facilidades de fermentación y producción de algas.Desde la producción de azúcar, hasta que el alga está seca, pasan entre cinco a siete días.
En esta instalación, con todos los desechos y recursos, producen azúcar de caña, algas, etanol y generan electricidad con la corteza restante de la caña. Con esta energía, calientan hervidores que generan vapor y mueven una turbina eléctrica para hacer funcionar la planta. Lo que sobra, es vendido al sistema interconectado.
“Nuestro objetivo es proveer a la industria una alternativa sustentable para que crezcan, no queremos ser un reemplazo del aceite de pescado, porque hay harina y aceite de pescado que provienen de la pesquería sustentable, y tiene alta calidad. También es una alternativa de crecimiento sustentable, no estamos tratando de reemplazar estas fuentes, sino que de agregar una nueva fuente”, comentó el científico de Terravia.
Desafíos y oportunidades
El desafío que este conglomerado intenta resolver es que la industria está aumentando sus necesidades por aceite con altos contenidos de ácidos grasos omega 3 y DHA. “A pesar de la contingencia, la acuicultura se está expandiendo, como también las necesidades del ser humano por este producto. Y la oferta es limitada”, comentó De Oliveira.
Mientras que Rakitsky agregó que esta microalga “permite proveer una oferta de DHA de cadena larga de omega-3, que no depende de la captura de peces silvestres. La oportunidad de este elemento es que le da una oportunidad a la industria de seguir expandiéndose de manera responsable, también les da la oportunidad de aumentar los niveles de omega-3 de cadena larga en salmón u otros peces, sin incrementar el estándar Fish-In/Fish-Out”.
Costos
Sobre los costos de este ingrediente, Rakitsky explicó que “hay tres elementos que son interesantes: las altas concentraciones de DHA, la producción a mayor escala en el mundo, y una industria sustentable. El DHA presente en esta microalga es de 30%, mientras que en el aceite de pescado este porcentaje llega a 10-12%. Todos estos factores, además del azúcar que utilizamos en el proceso, nos permiten ofrecer una alternativa competitiva. No es más barata ni más cara, es una alternativa”.
Biomar
Los representantes de Terravia y Bunge se mostraron entusiasmados ante la reciente decisión de asociarse con Biomar. Ésto, con el fin de incluir la microalga producida en Brasil en la elaboración de su alimento para salmónidos.
"Intentamos encontrar un partner por mucho tiempo, y estamos impresionados de como coinciden las estrategias de cada empresa en torno a la sustentabilidad. Tenemos una gran combinación de habilidades y capacidades”, afirmó Rakitsky. Además de afirmar que están explorando en Chile alianzas con compañías salmonicultoras.
En tanto, añadió que, “en Terravia también tenemos productos de consumo humano directo, por lo que tenemos una interacción continua con el público. Estamos trayendo esta cultura a nuestra alianza. La habilidad de crear marcas e introducirlas, es una parte de nuestra discusión con muchos de las empresas salmonicultoras en Chile, quienes están intentando descifrar como crear valor y diferenciar sus productos para hacerlos más deseables, hacer un acercamiento más amigable y no sólo vender un ingrediente”.
Biomar ya comenzó a producir alimento con esta microalga en Noruega y en el Reino Unido, mientras que, en Chile, lo harán en la medida que puedan contar con la confianza de la industria salmonicultora. “La producción anual de aceite de pescado rico en omega-3 es de apenas un millón de toneladas y no se espera que la oferta mundial de omega-3 proveniente de la pesca aumente. Por lo tanto, el Grupo Biomar considera al ingrediente proveniente de algas como un factor de cambio que será de vital importancia para el desarrollo futuro de la industria acuícola para el cultivo de peces”, explicaron desde la firma.
Desde Biomar concluyeron que, la esencia de esta colaboración es reemplazar ingredientes marinos de manera sustentable, segura e inocua, junto con el apoyo del retail, la industria salmonicultora y los consumidores. "Debemos crear valor para el consumidor. La idea es ´salir de la caja` y mejorar nuestros productos y la reputación del salmón chileno. ”, afirmaron.