Gobierno aplicará “Tolerancia cero” para producción salmonicultora en Magallanes
Chile: El director de Sernapesca, José Miguel Burgos, contó a Salmonexpert que la autoridad lanzará un programa de control de Caligus, SRS y BKD en la región austral, mucho más estricto que el plan sanitario que se aplica en Los Lagos y Aysén.
Después de producir 68 mil toneladas de salmón durante el año pasado, la actividad en la Región de Magallanes se expandirá 25% hasta las 85 mil toneladas en el 2017, con empresas como Cermaq, Australis Seafoods, Nova Austral y Salmones Magallanes operando.
Pero la situación cambiará una vez que ingresen nuevos actores como Blumar y Multiexport. Según datos de la Asociación de Productores de Salmón y Trucha de Magallanes, con estas empresas operando en la zona, en el 2022 la actividad alcanzará 140 mil toneladas, más que duplicándose al tomar como base de comparación el 2016.
Lo anterior, sin tomar en cuenta lo que puedan hacer empresas que ya poseen concesiones en la región de Magallanes, pero que no han dado a conocer planes de producción todavía, como es el caso de Aquachile y Salmones Austral.
Justamente, el Gobierno está preocupado por el riesgo que implica el aumento de la población salmonicultora en la Región de Magallanes, que ha estado creciendo sistemáticamente en el tiempo. El director nacional del Servicio Nacional de Pesca, Sernapesca, José Miguel Burgos, contó a Salmonexpert cómo se evitarán crisis sanitarias en la zona austral, como las que han golpeado a Los Lagos y Aysén.
“Vamos a lanzar durante noviembre próximo un programa especial de control de Caligus, SRS y BKD, en Magallanes. Este plan es mucho más estricto y obligará a todas las empresas que trabajan en la región a tomar medidas sanitarias muy precozmente de manera de evitar que estas enfermedades ingresen o se diseminen en la zona austral”, anunció la autoridad.
-¿Qué aspectos hacen que este programa sea mucho más estricto para Magallanes?
Es un programa que actúa a umbrales que son distintos a los de las regiones de Los Lagos y Aysén. Por ejemplo: el baño obligatorio o un tratamiento de productos como el de Peróxido de Hidrógeno, será mucho más precoz en Magallanes. Deberá tener menos carga de Caligus que en otras zonas para echarlo a andar.
En el caso de SRS, la sola aparición de una mortalidad sobre lo normal en un período de tiempo donde el centro salmonicultor no es capaz de controlar la enfermedad, va a significar la cosecha obligatoria de los peces.
-¿Por qué no aplicar esa misma rigidez en Los Lagos y Aysén?
Desde el punto de vista epidemiológico, estamos cerrando puertas a enfermedades casi inexistentes en la región de Magallanes, evitando que se instalen en la zona como pasó en Los Lagos y Aysén. Ojo que al aumentar la población de salmones y al aparecer especies de mayor susceptibilidad como es el caso de las truchas, los riesgos aumentan y se tienen que tomar medidas de precaución tan estrictas como estas.
-¿Existe inquietud por parte del Gobierno, respecto a que en Magallanes ocurran crisis sanitarias como las de Los Lagos y Aysén?
Tenemos una situación súper distinta. Cuando nosotros entramos con la nueva regulación que posee mejores instrumentos y capacidades, fue después de una crisis sanitaria, con las concesiones entregadas, se debieron rearmar barrios en Los Lagos y Aysén. Pero en Magallanes la planificación territorial es diferente, el poblamiento de los centros ha sido paulatino, lo que nos obliga a que las buenas condiciones de producción de la zona austral se mantengan. Es lo que todos quieren.
-¿Ya conversaron con los salmonicultores de Magallanes acerca de este nuevo plan?
De hecho, tuvimos un piloto con Nova Austral recientemente, donde obligamos a la empresa (que estuvo totalmente dispuesta a esta prueba) al baño de peces en condiciones mucho más estrictas que en Los Lagos y Aysén y el proceso funcionó perfecto. La carga de Caligus bajó casi a cero e iniciamos un monitoreo intenso de la zona de Magallanes también. Además, la industria nacional en general está avisada de esta decisión del gobierno, y habrá un período breve de observaciones previo a la materialización del programa.