Hipoxia y comportamiento en salmón Atlántico

La hipoxia, definida en el ambiente marino como una disminución en la saturación de oxígeno disuelto (OD) que reduce su alcance metabólico ocurre naturalmente en ambientes costeros. En las jaulas de cultivo se exacerban las malas condiciones de la disponibilidad de OD debido al movimiento restringido del agua, a la carga de nutrientes y al aumento de la biomasa local, considerándose un factor limitante importante, que afecta el crecimiento, la distribución y la supervivencia de los peces.

El salmón en jaulas de mar altera su distribución y comportamiento en respuesta a numerosos estímulos, incluyendo luz, temperatura, salinidad, alimentación, velocidad de la corriente de agua y el nivel de infestación de piojos. Teniendo en cuenta la multitud de factores que afectan al salmón en jaulas de mar, las pruebas experimentales en el entorno de jaulas marinas se requieren para comprender las compensaciones de comportamiento hechas por el salmón en respuesta a la hipoxia y otros factores ambientales.

En un reciente estudio publicado en la revista Aquaculture Enviroment Interactions, investigadores australianos y noruegos, manipularon los niveles de OD dentro de una jaula en el mar para determinar las modificaciones en el comportamiento de salmón Atlántico para evitar áreas de baja concentración de OD, entre los otros factores ambientales que controlan su distribución vertical.

De esta forma, los investigadores realizaron un experimento a escala en jaulas de 12 × 12 × 29 m en el Instituto de Investigación Marina de Solheim, con una densidad de 7,67 kg m-3 con 13.428 (peso medio = 2,4 kg) ejemplares de salmón Atlántico. En la banda de 15 a 21 m de profundidad, por debajo de la cual se observó que la mayoría de los peces se habían agregado durante las observaciones preliminares, una lona se unió permanentemente a la red de jaula para crear una barrera para la reposición de oxígeno.

Para reducir la OD por debajo de los niveles ambientales y crear un gradiente, toda la jaula de la red se elevó por grúa hasta que la lona rodeó la banda superior de 0 a 6 m de profundidad donde los peces estudiaron a altas densidades. “Al envolver temporalmente una lona alrededor de la parte superior 0 a 6 m de una jaula marina (~ 2000 m3), manipulamos OD para evaluar la respuesta conductual del salmón Atlántico a la hipoxia. Los videos se registraron antes, durante y después de la manipulación OD a 3 m de profundidad, mientras que se midieron continuamente los perfiles verticales de temperatura, salinidad, OD y densidad de peces. El ensayo se repitió cuatro veces durante un período de dos semanas”, detallaron los investigadores.

En cuanto a los resultados de la experiencia, el artículo señala que los perfiles de temperatura y salinidad variaron poco entre los períodos de tratamiento. “Sin embargo, la saturación de OD fue menor a todas las profundidades, en todas las repeticiones durante el tratamiento con lona comparado con los períodos antes o después”, aseguraron los científicos.

Asimismo, en tres de los cuatro ensayos, las velocidades de natación fueron 1,5 a 2,7 veces más lentas durante el tratamiento con lona que en los períodos anterior o posterior.

Además, se observaron cambios significativos en la distribución vertical de la densidad de peces y OD entre los períodos de tratamiento en todos los ensayos repetidos. “El salmón nadó por encima o por debajo de la capa de profundidad más hipóxica (de 59 a 62% de saturación de OD). Sin embargo, de acuerdo con un análisis de regresión, la influencia relativa del OD en la determinación de la distribución de los peces fue del 17%, mientras que la temperatura (39%) y la salinidad (44%) explicaron la mayor parte de la variación", reveló el estudio.

Finalmente, los investigadores concluyeron que los salmones son capaces de modificar su distribución y posiblemente los niveles de actividad en respuesta a los niveles intermedios de OD, pero que esta variable no es un impulsor primario del comportamiento a los niveles de saturación examinados en este estudio.

En cuanto a las implicaciones prácticas de este estudio, los autores indicaron que a medida que las temperaturas de la superficie del mar continúan aumentando y la solubilidad en oxígeno disminuya, se espera que la hipoxia se convierta en una ocurrencia más frecuente a nivel mundial. “El conocimiento adquirido en nuestro experimento recalca la importancia de que la industria acuícola continúe desarrollando prácticas de mitigación y manejo que minimicen la ocurrencia e impactos de la hipoxia en el salmón cultivado”.

En este escenario y a juicio de los autores, entre las medidas de mitigación potenciales incluyen la selección del sitio para priorizar el movimiento del agua de manera que se maximice la reposición del OD dentro de las jaulas y en áreas más profundas donde hay una mayor distancia entre el fondo de la jaula y la materia orgánica en descomposición en sedimentos bentónicos.

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