“Este proyecto es un insulto, porque es inconsulto”
Chile: El diputado por Aysén, Miguel Ángel Calisto, criticó que el proyecto para sacar la salmonicultura de áreas protegidas no se haya elaborado en consulta con parlamentarios de las zonas donde están las comunidades afectadas.
Disímiles fueron las posturas de los parlamentarios que el miércoles pasado sesionaron en la Comisión de Pesca, Acuicultura e Intereses Marítimos, respecto a la discusión y votación del proyecto que modifica la Ley N°18.892, General de Pesca y Acuicultura para excluir la actividad de cultivo de especies hidrobiológicas exóticas en áreas protegidas, iniciativa que vio aplazada su tramitación hasta el próximo periodo legislativo.
El diputado por la Región de Aysén, Miguel Ángel Calisto (DC) recalcó lo evidente de la dilatación para votar esta iniciativa parlamentaria y se expresó de acuerdo en postergar para el próximo periodo legislativo la discusión del proyecto.
“Me llama la atención que la gran mayoría de los mocionantes de este proyecto son de la zona norte y zona central, y no tienen ninguna vinculación con las regiones en las cuales se desarrolla la salmonicultura. Más allá del juego industria v/s medio ambiente, en medio de esta discusión están las personas, mucha gente que vive de esta actividad y que ni los científicos más destacados me podrán dar una respuesta para esas familias cuando no tengan que echarle a la olla”, declaró Calisto.
El diputado por el distrito nº27 se mostró preocupado por cómo sostener la economía de Las Guaitecas, “donde este proyecto prácticamente mata la actividad salmonicultora. Si ocurre eso, quizás el próximo Gobierno les de un bono para subsistir, pero también habría que incorporar a las personas de Raúl Marín Balmaceda, Puerto Cisnes, Islas Huichas y a toda la macro zona sur del país”, puntualizó.
A juicio del parlamentario, igualmente él tiene cuestionamientos hacia la industria y se encuentra trabajando en un proyecto de Royalty, “porque la industria deja poco recursos en las regiones. Y debemos ser firmes en la fiscalización y la normativa. Sin embargo, eliminar una actividad productiva de la noche a la mañana, sin tomar los resguardos de la afectación a las personas, es un análisis desde la comodidad de la elite política. Con todo respecto, algunos de los parlamentarios mocionantes no tienen ni mar en su distrito. Entonces, si queremos llevar adelante este tipo de proyectos, al menos se debe consultar a los parlamentarios que tienen directa relación con las comunidades, con su gente, con los alcaldes y concejales de estas localidades. Este proyecto es un insulto, porque es inconsulto”, aseveró.
Especies exóticas
Por su parte, el diputado Jorge Brito (RD), presidente de la Comisión manifestó que han accedido a muchos documentos internacionales de análisis de la industria salmonicultora chilena. “Estos dan cuenta que a diferencia del hemisferio norte, en el hemisferio sur los salmones son especies exóticas. En consecuencia, los alcances e impacto que genera la actividad es distinto, porque las especies necesitan de las condiciones de sus lugares de origen. Es por ello que hemos sido muy críticos de los escapes de salmones. Porque si uno se rige por la Ley, si una persona introduce una especie exótica al mar de Chile, con dolo, arriesga cárcel. Sin embargo, los distintos cultivo de salmones, que han introducido millones de ejemplares de esta especie a los ecosistemas, solo un par de veces han sufrido una multa”, expuso Brito.
En su intervención, el parlamentario solicitó a quienes creen que el crecimiento de la industria salmonicultora es beneficioso, no solamente para quienes participan del reparto de utilidades y el trabajo de la industria, “qué medidas concretas tienen para hacernos cargo en conjunto, porque nadie duda del impacto que generan las especies exóticas sueltas en nuestro mar”, expresó.
Respecto a las Áreas Marinas Protegidas, el diputado manifestó que el Estado de Chile ha avanzado en esta declaratoria, “pero si nos vamos a la práctica, nos preguntamos cuales son las medidas de protección concreta y efectiva. Representa una contradicción que se permitan actividades que degradan los fondos marinos y los ecosistemas, al mismo tiempo que se desea proteger. Por lo tanto, si para algunos el proyecto de Ley no es apropiado, habría que basarse en dos ideas centrales del mismo. En primer lugar, cuando se plantea la caducidad de las concesiones, saber en que plazo sería prudente poder plantear una caducidad ¿o no deberían caducar? Porqué está planteado a dos años pensando en un ciclo reproductivo. Y en segundo lugar, se relaciona con la solicitud de concesiones, pues hemos recabado información de que hay más de 100 solicitudes de concesiones en áreas marinas protegidas. Entonces ¿es interés de la industria continuar de forma prioritaria en estas áreas porque le generan condiciones más favorables para el cultivo y la rentabilidad”, consultó el parlamentario.