“El salmón no está en el foco de fiscalización de Sernapesca”

La Asociación de la Industria del Salmón (Salmonchile) realizó recientemente una presentación ante la Sofofa, en la cual revela que los robos de salmón provocan pérdidas superiores a los US$ 40 millones anuales en la industria que opera en el país, que corresponden a unas 8.000 toneladas de este producto (el 1% de la producción en cada ejercicio).

El gremio salmonicultor criticó al respecto que existen deficiencias en el control camionero por parte de Carabineros, en la acción reactiva de la Armada en la zona de Chiloé -Hornopirén, Melinka y Aysén-, y en la fiscalización de Sernapesca a los centros de distribución, principalmente Angelmó y el Terminal Pesquero de Santiago.

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En respuesta a lo anterior, Jorge Toro, subdirector de Pesquerías de Sernapesca, comentó a Salmonexpert que la estrategia de fiscalización de la entidad estatal está elaborada a partir de un análisis de riesgo, “donde por supuesto el foco está en las pesquerías de mayor criticidad debido a su estado de conservación. Al ser especies de cultivo, el salmón no entra en esta categoría”.

No obstante lo cual, de acuerdo con Toro, al momento de la fiscalización (en controles carreteros, por ejemplo) en caso de encontrar una partida de salmones “igualmente se solicita la documentación correspondiente, y se aplican los procedimientos que rigen para el traslado de cualquier recurso hidrobiológico tanto materia prima como productos procesados”.

Aquí cabe recordar además “que nuestra responsabilidad es el control y fiscalización de la normativa pesquera, y en casos de hurtos como los señalados, por constituir un delito, las empresas deben recurrir a la Fiscalía, sin perjuicio de lo cual nuestra institución siempre está llana a colaborar en estas materias”, recalcó el subdirector de Pesquerías de Sernapesca.

Finalmente, para ponderar la magnitud de este problema, el funcionario de la repartición pública apuntó a modo de ejemplo que, en la región de Aysén, hace un año y medio que Sernapesca no recibe denuncias de hurto de salmones desde centros de cultivo.

Sin embargo, destacó Toro, “se han logrado importantes confiscaciones de este producto, como el realizado en conjunto con la Bidema de la PDI el mes pasado, donde se incautó un cargamento de 2 toneladas de salmón en Puerto Aysén, avaluado en $ 9 millones, cuando eran descargados desde una embarcación a un camión frigorífico”.

Salmonchile advirtió en su presentación también que existirían estructuras delictivas similares a las del narcotráfico, por lo que se configuraría una asociación ilícita que debería perseguir el Ministerio Público. Gran parte del salmón fresco que se comercializa en Chile es de origen ilícito, se aseguró desde el gremio. Incluso, operan plantas clandestinas especialmente armadas para esto.

Igualmente, que hay robos que no se denuncian por falta de pruebas que aportar a la Fiscalía. Ejemplo de esto son las sustracciones en centros de cultivo en mar, donde -algunas veces- el afectado se da cuenta de que fue víctima de hurto solamente después de cosechar los peces.