Empresa apuesta a duplicar su producción de salmones en tierra
Noruega: Salmon Evolution tiene una tasa de mortalidad del 3-5%. Está en consonancia con las ambiciones que tenían cuando fundaron la empresa y por debajo de la media de la acuicultura convencional.
Durante el 2023, se prestó gran atención a la salud y el bienestar de los peces. Los productores terrestres como Salmon Evolution, por otro lado, han logrado evadir los piojos, así como muchas de las enfermedades que han caracterizado a la industria.
El director general Trond Håkon Schaug-Pettersen, dice a LandbasedAQ que una de las ventajas de producir en tierra y en un ambiente cerrado y controlado es que tienes la oportunidad de ofrecer a los peces buenas condiciones de vida y crecimiento todo el tiempo y liberarte de todas las variaciones del mar. Sin embargo, subraya que esto no hace que la producción sea un asunto sencillo.
“Por supuesto, la producción en tierra también plantea desafíos. Esta es una industria nueva y todavía queda mucho por aprender, pero creemos que lo que hemos logrado hasta ahora demuestra que es posible salvaguardar la salud y el bienestar de los peces de una muy buena manera en una instalación terrestre. Como saben, tuvimos un desafío relacionado con AGD en el segundo trimestre, pero aquí encontramos una muy buena manera de manejar el problema y esto no ha sido un problema para nosotros desde entonces”, comenta Schaug-Pettersen.
Afirma también que desde este verano (Hemisferio Norte) tienen una tasa de mortalidad del 3-5%. Esto, señala, está en consonancia con las ambiciones que tenían cuando fundaron la empresa y considerablemente por debajo de la media de la acuicultura convencional.
“La mortalidad es probablemente el mejor indicador de la salud y el bienestar de los peces. Otro buen indicador es la sobrevivencia, y aquí estamos muy contentos de ver que ha sido muy alta y muy por encima del promedio de la acuicultura convencional. Al tercer trimestre, fue del 94% en forma acumulada para el año en su conjunto”.
A pesar de la buena biología, Schaug-Pettersen también comparte cuáles han sido los desafíos hasta ahora. Considera que llevar la producción a tierra es una operación compleja: “Contamos con un sistema de flujo híbrido en el que utilizamos mucha agua para reducir el riesgo y ofrecer un buen entorno acuático para los peces. Al mismo tiempo, reutilizamos el agua para controlar el medio ambiente, pero nos mantenemos por debajo de los límites en los que se debe utilizar tecnología de purificación de agua muy avanzada”.
En 2024, también está previsto iniciar la construcción de la fase 2 en Indre Harøy, Noruega, que duplicará la producción de 8.000 toneladas a 16.000 toneladas.