La vida en agua salada aumenta la necesidad de vital nutriente en el salmón
Noruega: Investigadores descubrieron que los peces pierden más zinc en el mar y que, por lo tanto, allí necesitan más de este importante elemento que actúa como barrera en piel , branquias y ojos.
Cuando el salmón de cultivo se transfiere de agua dulce a agua salada, sufre un cambio fisiológico importante. Entonces necesita más de un nutriente especial. “La transición al agua salada es un gran cambio para el salmón. Los humanos debemos beber agua cuando comemos sal. Es un poco lo mismo para el salmón. Cuando está en agua de mar, la sal hace que el cuerpo del salmón pierda bastante agua hacia el medio ambiente”, dice el científico marino Antony Philip ante el tema.
También afecta la necesidad del salmón de nutrientes importantes. Uno de estos es el zinc. El Instituto de Investigación Marina de Noruega escribe esto en un caso en su sitio web. El zinc es un oligoelemento, es decir, una sustancia que el cuerpo necesita en pequeñas cantidades. “Es especialmente importante para funciones de barrera en piel, branquias y ojos. Además, el zinc es importante para la capacidad del salmón para curar heridas”, afirma Philip.
Por lo tanto, el alimento para salmón contiene zinc, pero esto representa un desafío para el medio ambiente. “Queremos menos zinc en el medio ambiente, sobre todo porque puede ser un impulsor de la resistencia a los antibióticos”, sostiene el investigador marino.
Esa fue la razón por la que la UE redujo el valor máximo de zinc en el alimento para salmón de 200 miligramos por kilogramo (mg/kg) a 180 mg/kg hace tres años. Incluso se puede reducir a 150 mg/kg, según las recomendaciones de la EFSA.
Pero, ¿cómo afectan las nuevas regulaciones al salmón? Los investigadores querían averiguarlo. Vieron que podría ser un desafío reducir los niveles de zinc y al mismo tiempo satisfacer las necesidades de los peces. A través de dos experimentos de alimentación, intentaron encontrar el nivel óptimo de zinc en la alimentación del salmón, para que el salmón siguiera creciendo bien y tuviera el mejor estado de salud posible.
“Vimos que la disponibilidad de zinc es menor en agua salada que en agua dulce. No se ha mostrado antes. Al mismo tiempo, vimos que el salmón también pierde más zinc en el agua de mar y que, por lo tanto, necesita más zinc cuando está en el mar”, revela Philip. Los investigadores también vieron que el salmón que recibió muy poco zinc tenía más cataratas.
Los resultados fueron publicados recientemente en la revista científica Aquaculture. Para la industria de la acuicultura, los resultados significan que los niveles de zinc no deben bajar de 180 mg/kg. En agua dulce, el salmón sólo logra absorber el 50% del zinc que recibe en el alimento, mientras que en agua salada la absorción se reduce al 25-30%. Lo que no se atiende termina en el medio ambiente.
“Por lo tanto, el próximo paso ahora debe ser encontrar una manera para que el salmón aumente su consumo. Simplemente para hacer que la absorción de zinc sea más eficiente. Esto será bueno tanto para los peces como para el medio ambiente”, indica Philip. Ahora los investigadores están trabajando para encontrar diferentes formas de lograrlo.
“En este estudio, investigamos una fuente de zinc orgánico, pero no fue lo suficientemente eficaz para mejorar la absorción o la utilización del zinc”, admite al respecto el investigador marino.