Detección de Piscirickettsia no necesariamente sería indicador de enfermedad clínica

Salmón Atlántico con signos clínicos de piscirickettiosis. Foto: Marcos Godoy.

Chile: Ese fue el resultado que encontraron un grupo de investigadores chilenos en un estudio al comparar la comunidades bacterianas y sus interacciones de muestra recolectadas desde peces con SRS y sanos.

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Bajo la hipótesis de que un desequilibrio en la composición de la microbiota intestinal de los peces desempeña un papel en la susceptibilidad de infecciones bacterianas, científicos chilenos de ocho instituciones y empresas realizaron un estudio genómico para comprender las interacciones sinérgicas o antagónicas entre grupos bacterianos en relación con la salud de los peces.

Centrándose en Piscirickettsia salmonis, los investigadores recolectaron muestras de piel e intestino en centros con brotes de SRS y centros declarados libres de la enfermedad para realizar la comparación entre peces sanos y enfermos.

Luego de secuenciar la región V4–V5 del gen bacteriano 16S en el total de muestras, los expertos evidenciaron que las comunidades bacterianas estaban representadas por 34 filos, 69 clases, 166 órdenes, 265 familias, 602 géneros y 520 especies; siendo los filo Proteobacteria y Firmicutes los más abundantes.

Entre las diferencias a nivel de género, se evidenció que las bacterias del género Pandoraea se agotaron en la mucosa infectada, mientras que las especies del género Jeotgalicoccus se agotaron en la mucosa sana. Las Corynebacterium aurimucosum proliferaron en mucosa intestinal SRS positiva, y las Corynebacterium coyleae y Corynebacterium glutamicum proliferaron en la mucosa de peces sanos.

Un resultados curioso que evidenciaron los autores del estudio es que encontraron material genético tanto de P. salmonis como de otros patógenos como Aeromonas , Renibacterium y Tenacibaculum en el intestino de salmones Atlántico sanos sin signos clínicos de enfermedad.

“Para nuestra sorpresa, detectamos Aeromonas salmonicida y Renibacterium salmoninarum en cinco de los doce peces de control libres de SRS. No detectamos Tenacibaculum maritimum en ningún pez de control. Todas estas especies fueron detectables en más de la mitad de los peces SRS positivos, pero nuevamente, algunos de los peces que presentaron SRS clínico en piel no tenían P. salmonis u otro patógeno bacteriano detectable en intestino medio”, explicaron los científicos.

A pesar de que la detección de estos patógenos bacterianos fue mayor en peces cursando SRS clínico, la abundancia relativa fue aproximadamente la misma que la observada en peces sanos.

La interpretación simple de estos hallazgos, de acuerdo con los expertos, es que la exposición a estos patógenos puede ser insuficiente para permitir la colonización y la enfermedad, y que en el caso específico de SRS, pueden existir interacciones entre miembros bacterianos de dos o más familias taxonómicas para crear un fenotipo metabólico que favorezca la virulencia de P. salmonis.

“Estos patógenos están ampliamente distribuidos en el medio ambiente. Nuestras observaciones no son del todo inesperadas porque P. salmonis es endémica de las aguas costeras que rodean Chile y hay frecuentes brotes de SRS durante todo el año”, complementaron los investigadores y dieron al menos cuatro hipótesis que podrían explican sus resultados.

Lea el estudio completo titulado “Bacterial networks in Atlantic salmon with Piscirickettsiosis”, aquí.