Pablo Berazaluce, subsecretario de Pesca y Acuicultura. Foto: Subpesca.

“A la industria le falta desarrollar mejores prácticas ambientales, sanitarias y sociales”

Chile: En entrevista con Salmonexpert, el subsecretario de Pesca y Acuicultura, Pablo Berazaluce, afirma que el mercado chileno ha avanzado positivamente, pero el desafío es que no postergue u olvide la aplicación de altos estándares por la obtención de resultados económicos.

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Pablo Berazaluce asumió en abril pasado como subsecretario de Pesca y Acuicultura, y en los pocos meses que tendrá de gestión, deberá completar varios desafíos en materia salmonicultora. Uno de ellos ligado a los ajustes a la densidad de cultivo para fijarla semestralmente, esto por conjunto de agrupaciones de concesiones. Se busca así una mejor planificación de las operaciones y crear incentivos para descomprimir la producción, expandiéndola de manera sustentable, solamente cuando los indicadores sanitarios y ambientales den cuenta que eso es posible.

En entrevista con Salmonexpert, el titular de Subpesca detalla que, en materia ambiental, están "complementando el reglamento para la acuicultura de modo de instaurar nuevas medidas para hacer frente a contingencias y, en particular, estados tempranos de alerta que permitan enfrentar de manera anticipada los efectos de potenciales eventos de este tipo. De la misma forma, está proyectada una modificación para regular la operación con reproductores de cultivo estableciendo los resguardos sanitarios que dicha actividad requiere”.

Las empresas salmonicultoras acusan que las relocalizaciones no se han podido concretar por años y al no suceder esta regularización no se usan los mejores lugares para la actividad, ¿qué responde a ello? ¿El tema ha sido entorpecido por criterios más políticos que técnicos?

No creo que debamos hablar de acusaciones, al menos en la Subsecretaría no lo entendemos así. La complejidad de la fijación de los caladeros de pesca pasa por temas complejos: biológicos, técnicos y sociales. Porque nadie puede desconocer que acá se plantea un problema por el uso del espacio marino y sobre las actividades que en él se desarrollan.

De allí que la ley claramente fijó una prioridad: proteger los caladeros de pesca, algo tan inédito como desafiante para la planificación espacial marina. Entonces no podíamos presentar una propuesta sin la sustentación técnica que se requiere, por lo que las aprehensiones que se han manifestado solo dan cuenta del desconocimiento del proceso que ha sido necesario llevar adelante. Sin embargo, la seriedad de la propuesta queda de manifiesto por la transparencia que hemos impreso al proceso, publicando la información y esperando las observaciones, con plazo hasta el 17 de julio.

Las compañías advierten que la caducidad de concesiones, que se debería estar aplicando con relocalizaciones en curso, obligará a usar todos los centros, siendo contraproducente a lo que quiere el Gobierno, que es mantener a raya la producción de salmón. ¿Qué le parece esto?

Cabe aclarar que las concesiones de acuicultura utilizan bienes nacionales de uso público de todos los chilenos, entregados en exclusiva a un titular para el ejercicio de la acuicultura. Por ese motivo es que la no utilización está sancionada con caducidad por la ley.

Por lo demás, esto se ha visto corroborado recientemente por la Contraloría General de la República que ha ordenado al Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura implementar un procedimiento para controlar el uso de las concesiones y denunciar su caducidad. La operación está prevista en la ley, pero reconociendo la necesidad de rotación, la ley permite que se pueda pedir una ampliación de plazo para suspender operaciones, exigiendo como requisito que se opere por un período.

Hoy, la industria salmonicultora vive altos precios de venta y positivos resultados, los que seguirían por algunos años más, ¿la regulación ha ayudado a que esto sea así?

Este buen momento que vive hoy industria se debe principalmente a la concurrencia de dos factores: En primer lugar, el aumento que experimentó la demanda versus la baja de oferta de salmón, tanto del chileno (producto del bloom de algas del año pasado) como del noruego, debido al mal desempeño sanitario que ha presentado la industria de dicho país a causa del piojo del salmón. Y, por otro lado, las modificaciones en las regulaciones sanitarias que como Subsecretaría hemos implementado y que han sido vitales para mantener el buen estado de la industria, bajar los costos y mantener controlada la producción a nivel nacional.

¿Cree que como en otros países, las fusiones y adquisiciones en el sector ayudarán a vigilar de mejor manera ambiental y sanitariamente a las empresas?

No veo la relación entre concentración de la propiedad de las empresas y un mejor comportamiento ambiental y sanitario. Si tenemos pocas compañías, pero con malas prácticas ambientales y sanitarias, el problema será aún mayor porque un solo actor podría determinar un gran evento ambiental o sanitario.

Lo importante, independientemente del número, es que las empresas adopten buenas prácticas ambientales y sanitarias, e influyan positivamente en todas sus compañías relacionadas. Las transnacionales que cumplen exigentes estándares en sus países de origen, deberían mantenerlos en su comportamiento en Chile y las firmas nacionales tendrían que someterse a altos estándares para la mantención del patrimonio ambiental y sanitario.

¿Piensa que las compañías ya aprendieron la lección de crisis como la del virus ISA, considerando, por ejemplo, que no han habido rotaciones de concesiones, tema que ayudaría a desconcentrar la producción?

Pienso que hay materias en las que se ha avanzado, pero sin lugar a dudas falta desarrollar mejores prácticas ambientales, sanitarias y sociales, las que cada cierto tiempo son postergadas u olvidadas por la obtención de mejores resultados económicos.

¿Cuál es la postura del Gobierno frente al crecimiento productivo para la región de Magallanes? Se habla de que en cinco o seis años se llegaría al límite de 140 mil toneladas de salmón.

El Gobierno está preocupado por la sustentabilidad de la acuicultura y de allí que se han dictado e implementado diversas medidas para evitar eventos indeseados, encontrándonos en Magallanes con un escenario auspicioso a dicho objetivo, dado lo incipiente de la actividad y lo acotada que se encuentra territorialmente el ejercicio de la acuicultura en dicha región. Sin embargo, en términos de actividad económica y de empleos, la acuicultura presenta buenas perspectivas para la región que no deben ser desconocidas.

En efecto, en el año 2016 se alcanzó una cosecha de cerca de 60 mil toneladas, lo que se tradujo en ventas por sobre US$ 170 millones. Alrededor del 50% de dicho valor queda en la región por concepto de sueldos, pago a proveedores y prestadores de servicios. Asimismo, actualmente este sector genera más de 2.000 empleos directos y 3.500 empleos indirectos.

Estamos convencidos que ese es el camino que parece más adecuado desde el punto de vista público: la acuicultura realizada en forma sustentable es capaz de generar oportunidades de desarrollo y empleo en la región más austral del país, sin poner en riesgo su patrimonio ambiental.

¿Regiones como la del Biobío son interesantes para una futura producción de salmón?

Previo al desarrollo de la salmonicultura en cualquier sector nuevo, deben considerarse las regulaciones que hemos estado dictando en el último tiempo y que han ido demostrando buenos resultados ambientales y sanitarios. Nuestra idea es que en la medida que las actividades se desarrollen en un marco de sustentabilidad, pueden aportar eficientemente a las economías regionales, pero siempre teniendo como referencia las lecciones aprendidas en las regiones de Los Lagos y Aysén.