El químico que ha apoyado desde sus inicios a la industria salmonicultora

Samuel Valdebenito.

Chile: Se trata de Samuel Valdebenito, gerente Técnico y Corporativo de Empresas VQ, holding al que pertenece Veterquimica. Allí ha permanecido largos 38 años impulsando a la acuicultura.

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Samuel Valdebenito es Gerente Técnico y Corporativo de Empresas VQ, holding al que pertenece Veterquimica. De profesión, es químico de la Universidad de Chile y tiene 38 años de experiencia en la compañía. Durante este tiempo, tuvo la oportunidad de conocer a los fundadores, Luis Arrieta y Astrid Rex Olsen, con quienes trabajó intensamente en el desarrollo de productos farmacéuticos y biológicos. Con ellos, y el equipo que los acompañaba en ese entonces, elaboraron los primeros productos que hoy son parte importante de la línea de soluciones para la acuicultura.

En entrevista con Salmonexpert, Valdebenito detalla su amplia trayectoria, y cómo ha observado el desarrollo de la industria acuícola nacional.

¿Cómo ha apoyado a la empresa con su conocimiento?

Desde que llegué a la compañía, me he vinculado con el mundo veterinario y farmacéutico, en especial captando en terreno las necesidades de desarrollo que requiere el mercado. En esta larga trayectoria de más de tres décadas, he aportado al desarrollo de toda nuestra línea de productos para el área acuícola. Siempre me motivó leer y estudiar muchísimo acerca de las necesidades, para entender como disciplinas, tales como la biología, la química, la física-química, pueden aplicarse al estudio de los cultivos de peces para hallar soluciones e innovar.

A finales del año 2007, asumí la gerencia de Investigación y Desarrollo en la empresa, desde donde dimos un salto crucial para adecuarnos a las nuevas regulaciones y normativas que eran mucho más exigentes que las que había en las décadas de los 80’ y 90’. Continué con ese proyecto tanto en el ámbito biológico como en el farmacéutico con un equipo de profesionales muy amplio y experto.

Posteriormente, pude avanzar en la empresa y me convertí en Gerente Técnico, cargo en el que sigo aportando mi experiencia y también el conocimiento que tengo del mercado, el que vinculo persistentemente con las ciencias aplicadas.

¿De qué manera han aportado al crecimiento de la industria?

Apoyamos el crecimiento del rubro desde sus comienzos en Chile. En el año 1986, la industria del salmón era incipiente, se estaban comenzando a desarrollar las primeras empresas. En ese momento captamos rápidamente las necesidades que tenían los productores chilenos, y comenzamos a recoger esas inquietudes para transformarlas en productos de gran valor para el mercado. Esto fue posible usando los criterios y conceptos que manejamos como laboratorio en otras áreas de producción animal.

En Veterquimica, hemos contribuido constantemente al progreso del rubro. Estamos interesados en apoyar a los productores en los desafíos sanitarios, nutricionales y de bioseguridad que van surgiendo.

¿Cuáles son los principales logros que ha tenido en la empresa?

Puedo destacar que, en un periodo relativamente corto, hicimos un producto para desinfectar ovas de salmónidos. Hoy nos parece algo natural, pero 1986 no era así. Si las ovas no se desinfectaban, no las dejaban entrar al país y se podían morir. Por lo que creamos una solución llamada VQ AquaYodo que, al día de hoy, comercializamos con éxito.

Un logro que tuvimos, que me parece relevante mencionar, es que en el año 92-93, apareció una enfermedad que no se conocía en Chile que era la yersiniosis, que está causada por la bacteria Yersinia ruckeri. Su aparición en la especie Salmo salar fue sorprendente para nosotros, porque solo se sabía de su presencia en truchas. Por lo que tomamos este reto y elaboramos una vacuna por inmersión en contra de este patógeno llamada Yeni-Vac que fue autorizada por el Servicio Nacional de Pesca en esa época. En ese entonces, teníamos varias inquietudes, porque nosotros no éramos especialistas en vacunas de peces. Sin embargo, Veterquimica tenía una larga data haciendo vacunas para caballos, bovinos, cerdos, entre otras especies. Y bueno, esa experiencia, fue valiosa para conseguir un producto eficaz. Fue un verdadero hito, porque marcó el inicio de nuestra línea de vacunas para el área de Peces.

Otro punto importante, fue nuestro trabajo contra la necrosis pancreática infecciosa (IPN), una enfermedad viral que comenzó a diagnosticarse en la década de los 90’ en Chile, y que tuvo un impacto enorme en las primeras fases de cultivo del salmón en agua dulce. Para combatir el problema logramos hacer IPE-VAC® Inmersión, que es una vacuna muy exitosa en el control de esta enfermedad. Y ha permitido reducir drásticamente la gran mortalidad y las consecuencias productivas negativas que genera la presencia del virus en los peces en sus fases tempranas de producción. Hoy en día la IPN es una enfermedad muy controlada tanto en su fase de agua dulce como también en el mar.

Como Veterquimica, nos caracterizamos por tener varias líneas de productos, y todos ellos tienen una historia de cómo se han ido desarrollando. Lo mismo pasa con la aplicación de medicamentos para ciertas terapias. Hemos ido progresando. En la década de los 80’ y 90’ la medicación contaba con información limitada sobre la farmacología y eficacia de las terapias en acuicultura, pero a mediados de los 90’, comenzamos a hacer los primeros estudios de farmacocinética y estudios de carencia - o eliminación- con los cuales hoy se dispone de una gran cantidad de datos que respaldan y aseguran no sólo la eficacia de las terapias, sino que también la inocuidad del salmón chileno para los consumidores.

Como se puede ver, ha sido un largo camino en el que hemos sorteado un sinnúmero de problemáticas para esta industria, que nació exportando y que ha sido sometida a grandes exigencias y al escrutinio de los consumidores internacionales.

Esos desafíos los abordamos con el equipo que me acompañaba. He tenido grandes colaboradores, tanto en laboratorio como en el mundo productivo. Y siempre he tratado de equilibrar el aspecto del desarrollo y lo técnico, con lo que nuestros clientes necesitan en la aplicación.

¿Qué planes tiene para la empresa en términos de salmonicultura?

La empresa continúa centrando sus esfuerzos en resolver los nuevos desafíos sanitarios. Uno de ellos, es el Piscine orthoreovirus (PRV). Estamos en conocimiento del impacto que tiene, no posee la magnitud para provocar un desastre, pero sí está generando pérdidas. Aquí tenemos un reto, porque en el mundo no existen vacunas contra PRV. Nosotros estamos trabajando en una innovación que, a nivel experimental, está siendo exitosa, pero todavía debemos transformarla en un producto comercial. Y tenemos otros retos: que nuestras nuevas soluciones sean sustentables o reemplazar terapias actuales por otras. Como empresa, nos comprometemos a hacer frente a cada uno de ellos.