Destacan tecnologías de acuicultura oceánica para bajar costos y efectos ambientales
Chile: Los estudios en marcha han comprobado la efectividad de las tecnologías desarrolladas en el país para el cultivo de peces en áreas de mayor exposición a las energías marinas.
Avanzar hacia una acuicultura en aguas menos protegidas que las usadas actualmente es el camino que se propuso Corfo a través del Programa de Desarrollo Tecnológico para la Acuicultura Oceánica, una experiencia que cuenta entre otros, con la participación de las empresas EcoSea Farming e Invermar.
El programa ha impulsado estudios y experiencias en terreno para el cultivo de peces en jaulas sumergibles, con dos ciclos productivos hasta ahora en centros de engorda de salmones en la zona de Chiloé.
Las pruebas han demostrado una baja de los costos productivos del orden del 18%, mayores tasas de crecimiento de los peces, cero escapes, reducción de la huella de carbono, ausencia de ataques de lobos marinos y la posibilidad, luego de diez años de uso continuo, de reciclar completamente las redes que son confeccionadas con una aleación de cobre.
El Director del Programa para el Desarrollo Tecnológico de la Acuicultura Oceánica, Fabián Avilés, expuso los avances de esta iniciativa en la reciente feria AquaSur Tech, en Magallanes.
En conversación con Salmonexpert contó que recientemente concluyó el segundo ciclo productivo y están en proceso de análisis de sus resultados. Indicó además que en lo que resta del año continuarán realizando validaciones con la intención de poder evaluar el desempeño integrado de todas tecnologías durante un tercer y último ciclo productivo del Programa, el que debería comenzar en abril del próximo año. En todo caso, adelantó que el desarrollo tecnológico ya está avanzado y que esa futura experiencia en el centro de cultivo servirá para validar de manera integral la funcionalidad y operación de todas las herramientas desarrolladas.
Avilés sostuvo que para el tercer ciclo productivo se proponen usar una concesión que está categorizada como de alta exposición. “Es un centro de Invermar, que presenta corrientes y niveles de oleaje muy significativos, por lo cual, en los últimos años, no ha estado siendo utilizado para el cultivo de salmones debido al riesgo asociado para los sistemas de cultivo convencionales. Por esta razón, estamos entusiasmados de poder validar este último ciclo en un centro que presente condiciones desafiantes similares a las que se observan mar afuera”.
Entre las tareas que se proponen llevar a cabo durante el tercer ciclo de cultivo se cuenta la realización de pruebas extensas de inmersión de la balsa jaula, manteniéndola completamente bajo el agua por hasta 15 días continuos.
La posibilidad de sumergir la balsa jaula ayuda a la estructura a enfrentar de mejor manera los embates de las olas y corrientes, por ejemplo, en caso de frentes de mal tiempo o blooms fitoplanctónicos. La experiencia permitirá además reforzar los antecedentes científicos disponibles asociados al desempeño productivo y bienestar de los peces en esas circunstancias.