“La salmonicultura es objetivo del ambientalismo. Han buscado trabarla y hacerla desaparecer”

El cientista político Carlos Martínez afirma que los opositores a la industria no ven que lo más importante de la naturaleza es el ser humano y la superación de la pobreza.

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Recientemente, se realizó el Conversatorio “Ecologismo profundo: análisis de su estado en la Patagonia chilena”, donde expuso en cientista político y especialista en temas ambientales, Carlos Martínez.

En entrevista con Salmonexpert, Martínez detalle cómo el llamado ambientalismo afecta hoy con fuerza a la industria salmonicultora en Chile.

¿Cómo impacta el ecologismo a la industria salmonicultora nacional?

Más que hablar de ecologismo, hablaría de ambientalismo, el derivado ideológico de la preocupación por el medio ambiente, el cual de acuerdo con los estudiosos de las ciencias sociales suele caracterizarse por una visión reduccionista de los problemas, y que deriva en un activismo con rasgos fundamentalistas. La ciencia en este caso pasa a segundo lugar después de la ideología. Así para ellos, el desarrollo y crecimiento queda subordinado predominantemente a la mirada ideológica y no a razones científicas ni económicas y por cierto el bienestar de los seres humanos queda relegado en segundo lugar .

En esa perspectiva, la salmonicultura ha sido un objetivo del ambientalismo. Han buscado trabarla y hacerla desaparecer. Recordemos que un simbólico representante del ambientalismo en Chile, Douglas Tompkins inspirador de la red de parques de la Patagonia, ya el año 98 en El Mercurio señalaba que “Si los chilenos quieren comer salmones que los importen”. Según relató en su momento un ex presidente de la industria del salmón, el personalmente el ecologista norteamericano le había dicho que ”Su industria debe desaparecer y punto”. Esta visión ha sido una constante desde el año 95 aproximadamente llegando al día de hoy a ser una actividad prácticamente sitiada. Más allá de discursos “amables” de algunos representantes de las ONG respecto a la salmonicultura, es claro que su objetivo es la Patagonia sin salmones. Por cierto, ellos obvían el impacto económico, no ni el crecimiento que ha aportado, así como la cantidad de fuentes de trabajo, con un fuerte énfasis en el empleo de la mujer, ni el bienestar que trae consigo así como la calidad de alimento que exportamos.

Los salmonicultores no están solos en esto. En el norte los ambientalistas se oponen a la minería en general, y en particular están en campaña contra del litio. En el sur austral se oponen al hidrógeno verde. No hay proyecto de energía, del tipo que sea, que no tenga oposición de alguna ONG. La agroindustria hace rato que ya está en la mira. La exportación de paltas es un ejemplo. Pero claro, teniendo presente la envergadura de la salmonicultura, es quizás el sector que más recursos económicos captan las ONG para oponerse y por cierto hacerla desaparecer.

¿Cuál ecologismo es negativo?

Ningún ecologismo debiera ser negativo, y es difícil calificarlo a priori como tal. Es más, creo que son una fuerza que cumple un rol importante en la sociedad, así como el movimiento sindical, el feminismo, y tantas fuerzas que operan en la sociedad. El ambientalismo es un actor relevante dentro de la sociedad democrática. Pero oponerse al progreso, como lo hacen corrientes como la ecología profunda y el anti extractivismo. Lo que termina siendo altamente negativo. Al igual como puede ser negativa una mirada sólo desarrollista que no considere los aspectos ambientales de cualquier actividad.

Algo que caracteriza a grupos ambientalistas radicales es cierta ignorancia histórica. No consideran la evolución de la capacidad creadora e innovadora el ser humano en cuanto ello ha redundado en el bienestar del ser humano. Más salud, mejor educación, mayores expectativas de vida, el acceso a la comunicación, etc. En suma, piensan que una naturaleza devuelta a su virginidad y desembarazada de la invasión prepotente y destructiva del progreso humano es la solución a los problemas ambientales.

¿Las ONG en Magallanes crees que tienen intenciones de destruir la salmonicultura?

A juzgar por las campañas que hemos visto la conclusión no creo que pueda ser otra. La vemos con virulencia en la campaña de Greenpeace, o de manera más sutil pero más eficaz cuando se oponen a la mantención de parques y reservas con la actividad acuícola. El proyecto de Pew Charitable Trust en alianza con otras grandes fundaciones americanas con el nombre de Enduring Earth en el cual esta inserto su proyecto Patagonia chilena, el que se ha mostrado abiertamente hostil con la industria . Muchas ONG han manifestado su intención de hacer desaparecer la salmonicultura de Chile. No creo que necesite interpretaciones esta situación.

¿Por qué las ONG han permeado en el Gobierno actual?

Todos los gobiernos han sido permeados por el tema, y han recibido presiones. Barrancones cayó en el gobierno del Presidente Piñera por presiones del movimiento ambiental. Pero es cierto que por las raíces ideológicas en que se nutren las fuerzas que hoy gobiernan, además del factor generacional es más fuerte la influencia del tema desde posiciones radicales.

Un buen ejemplo de lo anterior es la propuesta de Constitución rechazada el 2022, la que intento introducir Derechos de las Naturaleza, que es un derivado de la ecología profunda, así como fue muy fuerte en las propuestas del Eco-indigenismo. Muchos funcionarios del actual gobierno vienen del mundo de las ONG y de fundaciones extranjeras que operan en Chile. El subsecretario de Medioambiente Maximiliano Proaño, es autor del paper: “Hidrógeno Verde. No gracias” ( 2018). El ministro de agricultura publicó un libro donde cuestiona la industria forestal, la agroindustria y otras actividades desde el punto de vista ambiental. El principal activista contra la producción de paltas es el gobernador Rodrigo Mundaca, la presidenta del Tribunal Constitucional, Nancy Yáñez, viene del Observatorio Ciudadano, una ONG indigenista y que ha sido parte de muchas campañas ambientalistas, entre ellas contra la minería donde ella jugó un rol relevante.

También es cierto que hay que estar atento como la realidad que a veces golpea a gobiernos que parten con propuestas antiextractivistas se enfrentan a las necesidades de crecer y de generar empleo y bienestar como sucedió con el gobierno de Rafael Correa en Ecuador y de Evo Morales en Bolivia. Así terminaron por sepultar las propuestas antidesarrollo de las Ongs que los apoyaban. Ambos Presidentes suscribieron una declaración señalando “Yo también soy ecologista, pero entiendo perfectamente que lo más importante de la naturaleza es el ser humano y que el imperativo moral de nuestras naciones es superar la pobreza. Y no podemos aceptar esas cosas” (Cochabamba 2013). Los opositores a la salmonicultura no parecen muy sensibles a lo que concluyeron los ex presidentes citados.