Opinión Editorial
Un mensaje para los que critican el uso de antibióticos en salmonicultura
Chile: Un reciente informe dio a conocer que el uso de antimicrobianos del período 2021-2022 bajó 7,5% a 363 gramos por tonelada producida, lo que es una excelente noticia, y una muestra de lo que viene.
Entre los tantos argumentos de quienes rechazan a la industria salmonicultora chilena, se encuentra el presuntamente un alto y creciente uso de antibióticos en la cadena productiva, esto en comparación al sector noruego que utiliza casi cero fármacos en su operación.
Sin embargo, una reciente buena noticia logra en gran medida desmoronar esos argumentos, ya que el último reporte anual del Chilean Salmon Antibiotic Reduction Program, dio a conocer que el uso de antimicrobianos del período 2021-2022 bajó 7,5% a 363 gramos por tonelada producida, cifras que llevan a una reducción total desde el inicio del programa de 12%.
La anterior es una iniciativa firmada durante el 2019 entre la salmonicultura chilena y Monterey Bay Aquarium que busca reducir el uso de antibióticos en un 50% hacia el 2025, quedando en 206 gramos de principio activo/tonelada cosechada, siempre bajo prescripción veterinaria.
También se expone en el informe, que los datos indican que la industria del salmón sí es capaz de reducir significativamente el uso de antibióticos. Alcanzar el objetivo de reducir un 50% su uso depende de más esfuerzos, la responsabilidad individual de las empresas y las inversiones en soluciones nuevas e innovadoras.
Así, reducir el uso de antibióticos en la salmonicultura nacional es un desafío complejo que requiere la acción de la industria y la colaboración con el gobierno, la academia y las organizaciones no gubernamentales, transformándose en un trabajo que requiere “remar para el mismo lado” y dejar de lado las “peleas chicas” que no ayudan a la sostenibilidad ni a la competitividad.
Toda industria genera impactos, ello es parte de la cadena productiva, sin embargo, la salmonicultura ha demostrado con acciones concretas su enfoque de operar sustentablemente, disminuyendo los riesgos asociados a su desarrollo tanto en lo ambiental como en lo sanitario.
Es de esperar que quienes criticaban ampliamente a la industria salmonicultora chilena por su creciente uso de antibióticos, ahora, objetivamente, destaquen los esfuerzos en innovación, ciencia, y mejor operación, que están llevando al rubro a conseguir su meta de bajar a la mitad la utilización de antimicrobianos de cara al 2025, pues se trata de construir juntos y no de destruir.