“Existe suficiente evidencia científica que indica que los peces son animales sintientes”

El Dr. Hernán Cañón explicó que se entiende por sintiencia a la capacidad de un animal de percibir lo que sucede a su alrededor, poseer alguna capacidad cognitiva y sentir dolor o placer.

En el marco de una iniciativa del Consejo Regional Metropolitano del Colegio Médico Veterinario de Chile (Colmevet), junto a la coordinación de la Comisión Nacional de Bienestar Animal, el pasado jueves 11 de julio se realizó la charla online "Sintiencia en vertebrados e invertebrados acuáticos: ciencia y normativas”, dictada por el Dr. Hernán Cañon Jones, Médico Veterinario de la Universidad de Chile y PhD en Bienestar y Conducta Animal de la Universidad de Cambridge.

En la oportunidad, el Dr. Cañon recalcó la importancia de estas instancias, con el objetivo de actualizar conocimientos y entregar nueva información con respecto a la sintiencia, que está muy relacionada al bienestar, lo anterior, con lo que se sabe desde el punto de vista científico y lo que se ha realizado en otros países respecto de las normativas, legislaciones y certificaciones en esta materia.

“Es esencial comenzar a hablar de este tema y entregar información sobre ciertas definiciones y conceptos sobre sintiencia animal, así rayamos la cancha y no se malinterpreta lo que estamos abordando”, precisó el experto.

Desde el punto de vista científico, se entiende por sintiencia animal a la capacidad de un animal de percibir lo que sucede a su alrededor, poseer alguna capacidad cognitiva y que perciba o sienta alguna sensación dolorosa o placentera. “Estos tres grandes conceptos cobran mucha relevancia para definir qué animales son sintientes o qué animales, desde el punto de vista científico, conocemos que tienen alguna o las tres capacidades para ser sintiente. Como consecuencia de esto nace el interés por el bienestar animal, que es una definición por sí misma, ya que entendiendo que, si un animal es sintiente, de alguna forma debería estar protegido su bienestar”, recalcó el investigador.

En cuanto a la investigación y publicaciones científicas de sintiencia animal, el Dr. Cañon señaló que desde el 2003 ha habido un crecimiento exponencial de documentos que abordan este tema, teniendo actualmente cerca de 100 publicaciones al año en esta materia, lo que lo convierte en un tema muy actual y que concita gran interés de la comunidad científica.

“Algo derivado de la sintiencia animal es el bienestar animal, que como concepto o definición es diferente a la sintiencia. El bienestar animal es el estado en que un animal se encuentra en relación con sus intentos de controlar su medio ambiente. Es una condición propia del animal, la que puede ser muy buena o muy mala. Principalmente, el bienestar ha sido estudiado para ver las condiciones en las que está un animal, tomando en cuenta lo negativo. Pero hace unos 5 años atrás, nos hemos enfocado en trabajar el bienestar positivo, buscando los indicadores y estados que mejoran el bienestar más allá de la base. Y como es un estado, el bienestar es medible, cuantificable y es ajeno a consideraciones éticas”, explicó el Dr. Cañon, agregando que el interés de la comunidad científica por esta material se ha incrementado en los últimos 40 años, teniendo en la actualidad más de 4 mil publicaciones científicas al año. 

Peces y vertebrados acuáticos

Según comentó el investigador, en los últimos 20 años se han realizado diversos trabajos de investigación en peces u vertebrados acuáticos respecto de la fisiología (stress), neurociencia (dolor) y cognición (memoria, aprendizaje, comportamiento social).

En Chile

A juicio del investigador, en nuestro país se ha trabajado harto en temas de protección animal y bienestar animal.

“Desde la Universidad hicimos un estudio ‘Percepción del bienestar del salmón de cultivo y disposición a pagar por productos de salmón con bienestar asegurado en Chile’, en el cual nos dimos cuenta que, dadas las encuestas realizadas, las personas tienen poco o nada de conocimiento de lo que es la salmonicultura en Chile, pero también tuvimos como resultado que la buena impresión sobre la salmonicultura chilena es bastante alta. Tambien supimos que las personas saben poco del bienestar animal en salmones pero que estarían dispuestos a conocer más sobre este tema y comprar salmónque tuvieran evidencia de bienestar animal”, explicó el profesional.

Igualmente, a través de Sernapesca, Subpesca y los productores de salmón se han hecho estudios de medición de indicadores de bienestar animal para predecir brotes de enfermedades en salmones.

Con respecto a los recientes acontecimientos que se dieron en la Ley de Pesca y que suscitaron en una indicación del Diputado Brito, que luego fue retirada por no tener asidero científico, el Dr. Cañon enfatizó en que, en este ámbito es muy importante referirse a la experiencia científica-técnica y a la experiencia de otros países. “En Europa, cuando se discutió el bienestar animal y la sintiencia animal, lo primero que hicieron fue preguntarles a las personas qué entendían por estos conceptos y lo compararon con lo que realmente son y significan estos conceptos. Desde allí, se trabajó con organismos de cada país para difundir que son concretamente estos conceptos y analizar si la percepción en las personas cambiaba respecto de su posición frente a los animales. Lo que se vio, en base al Eutobarómetro, es que las personas comenzaron a cambiar su percepción una vez que tenían información científica, validada”.

“Estas investigaciones se han realizado mayoritariamente en peces, ya que, desde el ámbito productivo, los peces han tomado cada vez más importancia. La acuicultura intensiva fundamentalmente de salmones es la más importante a nivel país y el consumidor demanda información de cómo están siendo producidos estos animales, lo que ha llevado a que se genere cada vez más información sobre si estos peces son capaces de sentir, tienen alguna capacidad cognitiva o son capaces de sentir dolor o placer”, apuntó el Médico Veterinario, quien además indicó que la evolución también juega un rol fundamental, “ya que es muy difícil pensar que una pequeña cantidad de especies animales compartan la capacidad de ser sintientes. Si todos hemos evolucionado en este plantea, bajo la misma presión evolutiva, es porque ciertas características como la sintiencia, el dolor y las capacidades cognitivas también debería haber evolucionado, todas en conjunto, en diferentes dimensiones para cada animal, pero todos deberíamos tener alguna capacidad, desde el punto de vista evolutivo, de tener estas características”.

En salmones, el Dr. Cañon indicó que existen estudios que detallan el contexto anatómico y fisiológico de esta especie cuando se estresa, como también se han investigado las conductas y signos externos asociados al estrés, como nado anormal, taquiventilación, boqueo, cambio de color (cripsis), mientras que como signos internos se percibió cambio en ritmo cardiaco. “Por lo tanto, los peces tienen la capacidad de sentir lo que les está pasando y generar una respuesta. Sin embargo, si el estresor es repetitivo, los peces tienen la capacidad cognitiva de adaptarse fisiológicamente, y liberando sustancia que no necesariamente llegan a niveles críticos. Es decir, se acostumbran, lo que se traduce en aprendizaje”.

En cuanto al dolor, desde un punto de vista neurofisiológico, los peces captan la información de dolor de la misma forma, se transmite de la misma forma y llega a centros integradores de la misma forma. “La investigación realizada por Lynne Sneddon evidenció que las conductas y signos externos asociados al dolor en peces, son similares a las respuestas frente al stress. Y al aplicar un compuesto opioide que actúa sobre el SNC, estas conductas disminuyeron. Por lo tanto, se determinó que los peces sienten dolor”.

En materia de cognición de peces, el investigador de refirió a los estudios realizados en Canadá en la década del 90, que fueron muy decidores respecto de la memoria del dolor en peces. “En estos estudios se sacaron peces con anzuelo de los ríos, que es un estímulo doloroso. Esto fue realizado para colocarles un transmisor, con el objetivo que, al devolverlo al río, pudieran hacerle seguimiento. El resultado fe que estos peces evitaban el sector preciso donde habían sido pescados. Por lo tanto, se determinó que tienen memoria de largo plazo asociada al dolor”.

“Podemos concluir que existe suficiente evidencia científica que indica que los peces son animales sintientes”, indicó el Dr. Cañón.