Los cambios en el consumo de salmón que presentan oportunidades a la industria
Chile: Las nuevas generaciones están pasando de ser consumidores a contribuidores en la compra de productos del mar, y entre los desafíos, está mostrarles toda la historia del salmón chileno.
Dos destacados consultores internacionales en comercialización de alimentos y valor agregado de salmón expusieron ayer en el Seminario "Let´s make your salmon value jump", organizado por Corbion y que se realizó en el Centro de Eventos Molino Machmar (CAMM) de Puerto Varas.
En la oportunidad, Claudio Larraín, South America Sales Manager de Corbion, destacó la historia de éxito que ha tenido la industria salmonicultora nacional, ya que ha sido generadora de un clúster de servicios y de muchos beneficios para la comunidad, convirtiéndose en un ejemplo para muchas industrias del rubro alimenticio a nivel nacional e internacional.
A su juicio, como industria se han visto enfrentado a una serie de oportunidades y desafíos. “Como compañía, queremos ser un aporte en el desarrollo sostenible de la salmonicultura, la salud de los peces, la obtención de materias primas para la fabricación de alimentos y la calidad del producto final. En este sentido, Corbion Algae Ingredients se ha enfocado en la producción de microalgas en condiciones apropiadas para generar omega 3 de alta calidad. Por lo tanto, nuestra contribución es el aporte de ingrediente sustentables, producidos en volúmenes que satisfacen las demandas de materias primas de alimentos para la acuicultura, a un costo competitivo”.
De acuerdo con lo planteado por Larraín, entidades de investigación de gran prestigio han planteado que el DHA inhibe la síntesis de la melanina, reduciendo la presentación de melanosis en peces. “Además, los omega 3 mejoran el crecimiento, el bienestar, la respuesta inmunológica y la calidad del filete de salmón”.
De la calidad del salmón, sus cualidades y cómo lo perciben los consumidores en Estados Unidos, se refirió Arlin Wasserman fundador y director general de Changing Tastes, consultora de estrategia culinaria y sustentabilidad que crea emprendimientos exitosos y un cambio significativo en el sector alimentario.
En su exposición, el profesional destacó que en el 2019 en EE.UU el 50% de los consumidores de carnes rojas declaró su intención de consumir más alimentos marinos, reemplazando las proteínas. “Y esto aumento durante la pandemia, pues muchos de los cambios en los hábitos de consumo se produjeron entre el 2020 y 2021. Esto, debido a un cambio generacional, ya que quienes comenzaron con estos cambios fueron los consumidores Millennials y de la Generación Z”.
Según Wasserman, el mercado alimenticio americano, hasta hace un par de años estaba dominado por la generación baby boomer debido a su poder adquisitivo. “En el caso del consumo del salmón y alimentos del mar en general, esta generación introdujo más su consumo ya que se relacionaba con la salud, el bienestar físico y cardiológico. Producto del Covid 19, el mercado alimenticio comenzó a ser dominado por los Millennial y Generación Z, pero las razones del aumento de consumo de productos del mar ya no se debía a lo saludable que eran, si no que apuntaban a la sustentabilidad, la huella de CO2 en relación a otras proteínas, y el bienestar animal”.
A la hora de elegir las proteínas, los consumidores norteamericanos se preocupan de distintas áreas de la producción. “En el caso de las carnes rojas, la preocupación está en el uso de antibióticos, bienestar animal, uso de pesticidas y precio. En cambio, para el caso de los pescados y mariscos, la preocupación está en la contaminación del mar por plásticos, precio, uso de antibióticos y contaminación industrial. Si bien el 39% de los consumidores manifiesta que quiere consumir más pescado, saben la conexión que hay entre ese producto y el mar, y la contaminación que podría tener”, expresó el experto.
Presencia en los menú
En los últimos 15 años, al analizar 5 mil menú de restaurantes en EE. UU, el salmón siempre se ha encontrado dentro de los Top 5. Y a juicio de Wasserman, esto se ha visto potenciado gracias al salmón de cultivo. “Las ventajas del salmón chileno y sus atributos lo hacen un producto único en el mundo. Sin embargo, deben potenciarse para que esté más presente en los menú norteamericanos. Durante el Covid, tener que comer en casa fue un gran cambio para la curva de consumo, y aquí los Millennial y generación Z lo potenciaron particularmente en preparaciones que no requerían cocción”.
En relación a lo anterior, esta es una gran oportunidad tanto para introducir más producto en el consumo habitual o darle valor agregado al ya existente. “Usualmente, se consume salmón en la cena, pero hay una diversidad de preparaciones que pueden hacerse para consumirlo al desayuno o al almuerzo que se pueden ofertar y que el consumidor norteamericano está dispuesto a probar”, recalcó el profesional.
Narrativa del salmón
En tanto, Jennifer Buschman, especialista en acuicultura sostenible afirmó su convicción de que una acuicultura sostenible es el futuro de los pescados y mariscos y la única forma de garantizar proteínas marinas sanas y respetuosas con el océano en el futuro.
La experta enfatizó en la importancia de la narrativa que debe tener una empresa que produce salmón, la historia detrás del plato que se presenta al consumidor.
“Por otra parte, el mercado está dejando de usar la palabra ‘consumidor’ porque las generaciones que ahora tienen el poder adquisitivo están solicitando que se les llame ‘contribuidores’. Esto, porque con la elección de sus alimentos contribuyen a la economía y la elección de los mismos se basa en la sustentabilidad, bienestar animal, no utilización de antibióticos y baja huella de carbono”, manifestó Buschman.
La analista destacó que otro de los puntos que benefician a potenciar el consumo de productos del mar es el marketing y el uso de las herramientas digitales que pueden significar tanto un dólar como un millón.
“Saber dónde vender, también juega a favor de quien produce, pero lo importante es que el lugar donde se venda sepa la historia del producto, así lo puede recomendar y lo hace más atractivo al consumidor. Invertir en buenas imágenes es concretamente eso, una inversión, porque los alimentos llaman la atención, en primera instancia por la vista y si estas imágenes reflejan la narrativa del producto, el consumidor se siente conectado con él”, expuso la profesional.
En el caso del salmón chileno, Jennifer Buschman invitó a los productores a utilizar “la historia” detrás del salmón y su entorno en sus estrategias de venta, para así captar nuevos mercados y consumidores.