“Proponemos a la salmonicultura reconocer la legitimidad de actores sociales en innovación”

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Chile: Investigadores planean que es clave reconocer el rol del Estado al momento de dirigir la innovación en la industria salmonicultora hacia objetivos del bien común y no solamente de interés productivo y financiero.

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Un reciente estudio plantea que si bien el Estado ha tenido un rol fundamental en el financiamiento y promoción de la innovación, no ha servido como ente direccionador en la salmonicultura, y que por la forma en que se valoran las innovaciones dentro del sistema de innovación del sector, el objetivo de la industria se ha centrado en “aumentar el volumen, reducir los costos y mitigar marginalmente las externalidades socioecológicas negativas”.

En conversación con Salmonexpert, el grupo de investigadores detrás del artículo entregó mayores detalles al respecto, y a la vez, proponen que el Estado asuma una actitud proactiva al momento de otorgar financiamiento y que la salmonicultura reconozca la legitimidad e importancia estratégica que otros actores sociales tienen en determinar la direccionalidad de proyectos de innovación.

¿De dónde surge la idea de hacer este estudio/análisis con respecto a la salmonicultura?

El trabajo de esta investigación se desarrolló en el marco de un proyecto financiado por el Norwegian Research Council denominado “Responsible innovation in the Norwegian salmon farming industry: Grand societal challenges, dilemmas and improvements”. Este proyecto busca comprender las tensiones entre los dilemas económicos, sociales y ambientales de la industria y las diferentes prácticas en innovación para solucionar y afrontar estos dilemas.

Como sabemos, la industria salmonucultora es una industria global por lo que las propuestas de innovación y los actores que participan responden a lógicas de integración que se manifiestan a distintas escalas (global, regional y local). Por ello, el proyecto involucra no sólo estudiar la industria Noruega, sino que también en otros contextos como Chile y Canadá.

¿Por qué creen que el Estado no ha servido como un direccionador de la innovación?

Encontramos que el Estado no ha servido como un direccionador de la innovación debido a que el modelo político (neoliberal) en el cual opera en Chile no está diseñado para reconocer su rol como direccionador. El Estado es visto como un ente financiero, y no como un actor estratégico de quien se espere direcciones específicas. Esto es una consecuencia de la lógica neoliberal en la cual se valora y espera una intervención mínima del Estado.

¿Cuáles son las externalidades sociales negativas que ustedes mencionan que la salmonicultura no se ha hecho cargo? ¿Cómo se podrían mitigar?

Modelo Neoestructural

Los autores del estudio defienen el modelo Neoestructural como: el pensamiento político económico de asociación público-privada y de responsabilidades compartidas entre dichos agentes, al contrario de una fe ciega en el mercado como mecanismo para la solución de problemáticas político sociales, económicas y ambientales. Se ha interpretado también como la conjunción de un pensamiento económico heterodoxo alineado con el soporte del Estado en términos de proveer soluciones para problemas sociales y de protección del medio ambiente.

Mencionamos que la salmonicultura no ha desarrollado innovaciones con intenciones sociales o ambientales como principal propósito pese a ser temas importantes de sostenibilidad industrial. Las externalidades sociales negativas que mencionamos son las causadas por el impacto ambiental de la industria. Sin embargo, creemos que un estudio a profundidad de las externalidades sociales negativas es necesario. Esto es un llamado a realizar más investigación en estos temas, sobre todo, más allá del análisis de las externalidades ambientales de la industria.

¿Cuáles son sus principales conclusiones y qué proponen al Estado y la salmonicultura?

La principal conclusión es que es importante reconocer el rol que el Estado ha tenido y tiene actualmente en la salmonicultura chilena, y que el termino más idóneo para describir esto es Neoestructuralismo. Creemos que reconocer esta realidad es imprescindible para que haya un mejor balance de poderes en el momento de dirigir el tipo de innovación en la industria hacia objetivos del bien común y no solamente de interés productivo y financiero, como el aumento de volumen y eficiencia (por más que varias de las innovaciones detrás de estos objetivos también cumplen con metas ambientales y sociales).

Proponemos no solamente que el Estado acepte su rol, sino también que asuma una actitud proactiva al momento de dar financiamiento. No bajo una lógica de imposición, sino más bien como guía y mediador entre otros actores quienes también puedan tener información o ideas clave necesarias para la industria y quienes son afectados por ella. Vemos que el Estado tiene la posibilidad de ser un ente líder que identifique y llame a la participación de actores clave. Del mismo modo, proponemos a la salmonicultura aceptar la necesidad de reconocer el modelo Neoestructural en el cual se llevan a cabo los procesos de innovación en Chile y por tanto reconocer la legitimidad e importancia estratégica que otros actores sociales tienen en determinar la direccionalidad de proyectos de innovación.