"Hace muchos meses debieran estar en el agua los equipos para actualizar mediciones ambientales"

A contar del 1 de julio, la industria acuícola nacional cuenta con un nuevo marco normativo, con la entrada en vigencia de la Resolución Exenta 1821. Esta resolución, implica cambios significativos en el diseño, construcción, operación e inspección de sistemas para el cultivo de salmónidos, especialmente aspecto como elementos de fondeo, balsas jaulas, redes y medición de datos ambientales.

Por lo anterior, y para abordar los alcances y desafíos de esta norma, recientemente en Valdivia se llevó a cabo el seminario “Res. Ex. 1821: Alcances del nuevo marco normativo en la industria acuícola nacional”, organizado por el Instituto de Ciencias Navales y Marítimas de la Universidad Austral de Chile (UACh) junto a las empresas Green Aqua y ScaleAQ. La instancia contó con la participación de representantes de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca), el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca), ademñas de actores clave de la industria y del ámbito académico, permitiendo generar un espacio de discusión entre la academia, los entes reguladores y las empresas del rubro.

La jornada comenzó con la exposición Are Berstad, Managing Director Software de Aquastructures, quien mediante su charla “From a Norwegian view: NS 9415 standard and the NYTEK23 regulation”, comentó sobre la experiencia en Noruega con su marco regulatorio, los efectos del nuevo marco normativo en el diseño del sistema de fondeo de los centros de cultivo, la participación de la investigación aplicada en el desarrollo de políticas públicas y los detalles de implementación de la resolución.

Green Aqua, empresa organizadora del evento y especializada en el cálculo de sistemas de fondeo para infraestructuras de cultivo, estuvo representada por su gerente general, Esteban Patroni, ingeniero naval egresado de la UACh, quien se refirió a los desafíos de las nuevas regulaciones.

En conversación con Salmonexpert, el profesional destacó que lo que inicialmente sería una charla para alumnos de pregrado y postgrado de la Facultad, se convirtió en seminario. “El tema generó mucho interés, contando con una asistencia de más e 100 personas y el objetivo de generar discusión y mostrar las mejoras que se pueden incorporar a la normativa, tomando en cuenta la experiencia noruega, se logró”. 

Interpretación

A juicio de Patroni, esta normativa tiene un impacto importante en los costos para las empresas productoras. “Esta resolución da pie para interpretaciones de diversas maneras. Por ejemplo, se estipula que se utilicen los valores máximos de corriente. Pero, ¿es el promedio de los máximos? ¿De un evento que ocurrió un día? ¿El promedio de todos los máximos de todos los eventos? Los resultados de aquello pueden significar una gran diferencia, porque la corriente es lo que más impacta en cálculo de fondeo de redes respecto de los materiales a utilizar y los costos de instalación. Por ende, en este sentido, muchos actores de la industria están usando el valor promedio de los máximos, de todas las mediciones que se hicieron, a todas las profundidades. Sin embargo, lo que postulamos nosotros es que ese evento nunca existió. No es el promedio del evento más alto, si no que se toman de distintos días, distintos valores máximos y los promedian. Pero esa velocidad de corriente jamás existió en la realidad y, además, se está multiplicando por un tremendo factor de seguridad”.

En su presentación, Patroni, comparó cómo se hacían los cálculos antes y después de la resolución y qué pasaba con el mismo centro de cultivo, que tenía fondeos con línea simple, ahora da con fondeo de líneas dobles, es decir, el doble de cantidad de muertos, de anclas, cadenas, cabos.

“Este ejemplo es como yo interpreto la norma, porque otra empresa podría hacer otro cálculo y llegar a otra cifra y eso no debiera ser. Esto, porque el certificador, cuando deba certificar un centro, puede aplicar un criterio que no se sabe de qué compañía especializada en fondeos proviene. Por ello, la regulación debiera ser estándar, muy clara y concreta, especificando qué formulas utilizar, qué factor de seguridad. La precisión es muy importante”, detalló el gerente general de Green Aqua.

Según el profesional, para el cumplimiento de la normativa, es de vital importancia que las empresas mandantes posean datos ambientales de buena calidad, información oceanográfica actualizada y los datos concretos y detallados de los materiales a utilizar dentro del centro de cultivo, como plano de las redes peceras, planos de redes loberas, tipo de jaulas, ancho de los pasillos y distribución de los pasillo, entre otros.

Para Patroni, uno de los principales desafíos para dar cumplimiento cabal a la normativa es que las empresas salmonicultoras se pongan al día con las mediciones ambientales. “Hace muchos meses que debieran estar en el agua los corrientómetros y los equipos para tener esa información actualizada. Otro de los desafíos es tener al día las memorias de cálculo, es decir, que los centros estén validados según la normativa. En tercer lugar, que Subpesca y Sernapesca sean más flexibles durante estos meses, porque como hay textos de la normativa que son interpretables, habrá muchos centros de cultivo que tendrán observaciones en la certificación. Y, si bien hay cerca de 52 certificadores habilitados, no todos ejercen esta función, esto puede convertirse en un ‘cuello de botella’ en el caso que todos los centros quieran certificarse”.

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