Los nuevos requisitos para que la industria del salmón mantenga limpios lugares donde opera

Imagen referencial de limpieza de playas.

Una resolución de Sernapesca establece directrices obligatorias para la conformación de Unidades Territoriales dedicadas a la limpieza de playas y terrenos costeros donde hay actividad acuícola.

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En un nuevo esfuerzo por fortalecer la gestión ambiental en la industria acuícola, Sernapesca emitió recientemente la Resolución Exenta Nº DN-00329/2025. Este documento establece los requisitos mínimos que deberán cumplir las Unidades Territoriales (UT) para coordinar la limpieza de playas y terrenos aledaños afectados por la actividad del salmón. 

La medida, enmarcada dentro del artículo 13 del Decreto Supremo Nº 64 de 2020, busca que los actores del sector adopten un enfoque más estructurado y colaborativo para evitar la acumulación de residuos en las zonas donde operan. Con esta regulación, la salmonicultura enfrenta un nuevo desafío en términos de responsabilidad ambiental, sumando nuevas obligaciones para garantizar la sustentabilidad de su actividad.

Uno de los puntos centrales de la nueva normativa es la exigencia de que las Unidades Territoriales se conformen mediante la agrupación de titulares de centros de cultivo, plantas de proceso, centros de acopio, faenamiento e investigación que compartan un mismo espacio costero. La resolución señala que estas unidades deberán asumir la responsabilidad de limpiar periódicamente los sectores asignados, garantizando que los residuos generados en sus operaciones no afecten el ecosistema marino ni los entornos costeros. 

Esta acción conjunta responde a la necesidad de una mayor coordinación dentro de la industria, permitiendo una gestión de residuos más eficiente y alineada con las regulaciones vigentes en materia de medio ambiente y acuicultura.

Para su constitución formal, las Unidades Territoriales deberán presentar un documento oficial que incluya información detallada sobre la delimitación geográfica del área a limpiar, la identificación de los actores involucrados y los compromisos adquiridos por cada uno. Este documento, que deberá ser firmado por todos los integrantes de la UT, especificará las responsabilidades individuales y colectivas, los procedimientos operacionales para la recolección de residuos y las estrategias de control para verificar el cumplimiento de las obligaciones asumidas. Además, cada unidad deberá designar a un representante oficial, quien será el responsable de coordinar las actividades y actuar como enlace con Sernapesca para garantizar la correcta implementación del plan.

Otro aspecto clave de la resolución es la exigencia de un registro detallado y trazable de los residuos recolectados, lo que permitirá un mayor control sobre la gestión de los desechos generados por la acuicultura. Según lo establecido en la normativa, cada UT deberá documentar información precisa sobre los residuos retirados, incluyendo la fecha del hallazgo, el tipo de material, el peso estimado y el destino final. Esta información deberá ser consignada en una planilla de trazabilidad, la cual estará sujeta a fiscalización por parte de las autoridades competentes. También, Sernapesca publicará un documento en su sitio web con los campos mínimos que deberán registrarse en este proceso, asegurando así la transparencia en la ejecución del plan de limpieza.

La periodicidad con la que se deberán llevar a cabo las actividades de limpieza también ha sido definida en la resolución, estableciendo criterios mínimos que cada UT deberá cumplir para mantener en óptimas condiciones los espacios bajo su responsabilidad. Igualmente, la normativa exige que todas las personas involucradas en la recolección y gestión de residuos reciban capacitación en el manejo responsable de desechos, garantizando que las prácticas implementadas sean efectivas y acordes con los estándares ambientales exigidos por la autoridad. De igual forma, cada unidad deberá presentar informes periódicos detallando el estado de avance del plan de limpieza, los residuos recolectados y su destino final, asegurando una supervisión continua del cumplimiento de la normativa.

La aprobación de las Unidades Territoriales será responsabilidad de Sernapesca, entidad que evaluará cada propuesta y decidirá si cumple con los requisitos establecidos en la resolución. En caso de obtener la autorización, las unidades podrán comenzar con sus actividades de limpieza de inmediato, siguiendo el plan de trabajo acordado. Sin embargo, el incumplimiento de las disposiciones establecidas podría derivar en sanciones para los titulares involucrados o incluso en la revocación del permiso otorgado. Esto refuerza la importancia de que las empresas del sector cumplan con las nuevas exigencias y mantengan una planificación rigurosa en la gestión de residuos.

La implementación de esta normativa representa un paso significativo en la regulación ambiental de la salmonicultura en Chile, estableciendo mecanismos concretos para reducir la contaminación en áreas costeras. Con este nuevo enfoque, la industria no solo enfrenta una mayor exigencia en materia de fiscalización, sino que también adquiere un papel más activo en la protección del medio ambiente. La limpieza de playas y terrenos aledaños a los centros de producción ya no será una acción aislada, sino una obligación estructurada dentro del funcionamiento de la actividad acuícola.