El emblemático César Barros toma la presidencia de Nova Austral

César Barros.

La salmonicultora, que ahora tiene un nuevo controlador, será liderada por un experto en salvar empresas que se creían perdidas como La Polar, y es un conocedor de la industria.

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El 13 de mayo de este año, el juez de letras de Porvenir, Pablo Aceituno, declaró la quiebra de la salmonicultora Nova Austral, tras las quejas de dos acreedores que reclamaron trato desigual que fue acogido por el magistrado, generando de esta manera las alarmas entre trabajadores y proveedores.

Pero posteriormente el 8 de agosto pasado, luego de casi tres meses de incertidumbre, la empresa recibió una muy positiva noticia: se logró revertir la resolución de liquidación y pudo retomar su reorganización judicial para salir adelante.

Ahora, en base al acuerdo de reorganización judicial de Nova Austral, el grupo de inversiones Larta tomó el miércoles el control del 100% de las acciones de la salmonicultora que opera en la Región de Magallanes.

Con esto, el acuerdo despliega sus plenos efectos, y la reestructuración de la deuda se hace plenamente materializada gatillando, entre otros efectos, la cancelación de todos los bonos en circulación, lo que permitiría a la compañía tener viabilidad financiera.

Adicionalmente, debido al cambio de control de la propiedad Nova Austral -de la cual salieron los fondos Altor Fund Ill y Bain Capital-, se formó un nuevo directorio de chilenos, compuesto por César Barros, Máximo Latorre y Anton Felmer, quienes tendrán la titánica labor de sacar adelante a la empresa.

Y el presidente de Nova Austral será el emblemático César Barros, un agrónomo, economista, académico, empresario y reconocido dirigente gremial chileno.

En marzo de 2007 fue elegido presidente de SalmonChile, cargo que alcanzó propuesto por el fallecido empresario Víctor Hugo Puchi, reemplazando a Carlos Vial y en el que debió encarar la grave crisis gatillada por la aparición del virus ISA en la industria nacional, además de las acusaciones de eventuales malas prácticas laborales en el sector y presiones ambientalistas.

Dejó este puesto a mediados del 2011 luego de asumir en Empresas La Polar en medio del escándalo desencadenado por la reprogramación unilateral de créditos a sus clientes. Así las cosas, Barros es un hombre acostumbrado a las aguas turbulentas, conocido por rescatar a las compañías que se creían perdidas, como es el caso de Nova Austral.

También es conocido como una persona franca, directa, y que sabe alcanzar acuerdos con entes públicos y privados, con amplios contactos empresariales y políticos, con lo que se estima que su gestión será la clave del éxito para Nova Austral. Tanto le gustan los desafíos, que repetidamente ha dicho, “el perro vuelve siempre a morder la canilla”.